Una maestra de Ciudad Obregón, Sonora,
perdió su trabajo por un video en el que baila en bikini en sus vacaciones de
spring break.
"Carla" tiene dos
licenciaturas, sabe inglés, italiano y español y, además, conoce lo que es dar
clases de matemáticas, ciencias sociales, gramática y spelling bee.
Ha dedicado los últimos tres años de su vida
la docencia en preescolar y primaria en un colegio bilingüe de Ciudad Obregón,
Sonora, pero aparecer bailando reggaetón en un video que se subió a redes
sociales le cambió la vida.
La joven de 24 años, quien prefirió ser
identificada como "Carla", se encontraba de vacaciones en Cabo San
Lucas durante Semana Santa, cuando el animador de Mango Deck Restaurant, Bar
& Beach Club la señaló como concursante de una competencia de baile. Entre
vítores y aplausos, así como la complicidad de sus amigas, se convenció a
participar.
Sonó entonces "Rompe", de Daddy
Yankee, y ella dio sus pasos más atrevidos de este baile. Le danzó a un
desconocido que tenía el puesto de "juez", que fue subastado a quien
ofreciera más dólares.
La deshinibida maestra colocó sus senos en el
rostro del "juez" y posteriormente, sus glúteos, mientras se
contoneaba con el ritmo; así, venció a la participante francesa, a la texana, a
la capitalina y a otras más para ganar los 260 dólares de premio.
Este video fue subido a Facebook por la página
"Más Noticias Baja California Sur", donde comenzó a ganar
popularidad.
"Sabía que había celulares, pero nunca
imaginé que se hiciera viral e independientemente de eso, no hago nada malo, es
un concurso de baile, una cosa como ésta no me define como persona; es mi
tiempo libre y estamos en el siglo 21, no es para asustarse, no estoy desnuda,
ni teniendo sexo ni mucho menos drogándome o faltándole el respeto a
nadie", cuenta "Carla".
Dicho video ha sido visto en esta red 80 mil
veces y compartido en 600 ocasiones; pero también se popularizó en Whatsapp,
donde llegó a Obregón.
"Me parece mal que me hayan grabado con
una cámara profesional y que muestren sólo mi baile, sin mi permiso, y que
estén lucrando con ese video", narra.
"Aún no regresaba de
viaje y esto ya era todo un rollote en redes sociales. Mis amigos me enteraron
del asunto; también comencé a tener muchas solicitudes de amistad de hombres
desconocidos, que me saludaban y que tenía que ignorar y eliminar".
Alguien la identificó y de inmediato la
relacionaron con su labor de maestra, publicando fotos junto a sus alumnos.
"Me señalaron como inmoral y me dolió
mucho que cruzaran esa línea, pues nada tenía que ver mi trabajo, mucho menos
las caras de los niños que aparecen en esas fotos".
"Carla" contactó a los responsables
del video para pedirles que lo bajaran de su página, pero se negaron a hacerlo;
la maestra mostró mensajes de texto en los que alguien que se identifica como
Erick Cabrera le advierte que lo bajaría siempre y cuando le mandara 5 mil
pesos que le pedía su socia, llamada Sara, por conceptos de
"viáticos".
"Están lucrando con mi video y no sé qué
hacer, no voy a pagarles por algo que ya se hizo viral, con lo que están
ganando y con el que me han hecho pedazos; me han tachado de puta, de que soy
inmadura y están definiéndome a través del prejuicio sólo por este
momento".
En el restaurante Mango Deck argumentaron que
todos los que participan en sus concursos están enterados de que pueden saltar
a las redes sociales.
"La situación se salió de control, pues
esto no es parte de lo que fomentamos como diversión, no obligamos a nadie a
participar de esta manera, si la joven quiso subir y bailar así, es su
responsabilidad, ella lo hizo con toda la intención", dice Ricardo Araoz,
socio del establecimiento.
El restaurantero asegura que evaluarán no
realizar más concursos de este tipo.
Cuando "Carla" volvió a Ciudad
Obregón, el video ya era viral en su comunidad y en su entorno profesional. Al
regresar al Instituto Cumbre del Noroeste, ya la esperaba la directora del
colegio, Leticia Valle, junto con el abogado José Pilar Pérez, quienes le
notificaron de las quejas de padres de familia que pedían una sanción por su
"conducta inmoral".
La maestra asegura que el representante legal
le sugirió que firmara su renuncia "para calmar las cosas", pero le
prometió que volvería cuando se enfriara el problema.
"Honestamente no me dieron más opciones,
me sentí presionada y atacada, no supe qué hacer más que firmar e irme de ahí
lo más rápido que pude", recuerda.
En el Instituto Cumbre niegan esto y su
subdirectora Adriana Germán asegura que la joven renunció por "cuestiones
personales" y no ahondó más al respecto.
"Carla" dice haber recibido apoyo de
familiares, amigos y algunas madres de familia, quienes pretenden reunir firmas
para que la reinstalen en su trabajo.
"Soy un ser humano como todos, a veces
las personas creen que tu profesión te define y que no tienes vida más allá de
eso, que no tienes familia, ni amigos ni mucho menos tiempo libre; no todos
somos santos, no se puede juzgar a una persona por un acto ni mucho menos poner
en tela de juicio la reputación y tu trabajo por algo así", expresó.
(DOSSIER POLITICO/ Agencia Reforma/
2016-04-08)
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