Tras la peor masacre en un
centro penitenciario de Nuevo León, el gobernador Jaime Rodríguez reconoce el
autogobierno en la cárcel. Asegura que una riña entre cárteles rivales fue lo
que ocasionó el enfrentamiento
49 muertos dejó una riña en el Penal de
Topo Chico
72 reclusos fueron trasladados a
diferentes penales en México
Un intento de las autoridades
del Estado de Nuevo León por tomar el control del Penal del Topo Chico, desde
hace años bajo el poder del narco, desató la madrugada de ayer la peor masacre
penitenciaria en la historia de la entidad.
Hasta anoche la cifra de reos
muertos que dejó esta tragedia era de 49, pero es probable que se incremente en
las próximas horas por las condiciones graves que presentaban los reclusos
heridos trasladados al Hospital Universitario para su atención médica.
El gobierno de Jaime
Rodríguez “El Bronco” rechazó las versiones que aseguraban que durante la riña
hubo varios presos que lograron escapar de este reclusorio.
“Estamos viviendo una
tragedia derivada de la situación tan difícil que se encuentran los centros
penitenciarios”, dijo el gobernador de Nuevo León.
Un operativo encabezado por
Fuerza Civil del Estado para trasladar reclusos peligrosos –cabecillas del
Cártel de los Zetas- habría provocado un enfrentamiento entre internos que
pertenecen a grupos del crimen organizado y los policías estatales.
De acuerdo a fuentes consultadas
por Reporte Indigo, el control del Topo Chico era disputado por Jorge Iván
Hernández Cantú, alias “Comandante Credo”, líder del Cártel del Golfo, y Juan
Pedro Saldívar, alias el “Z-27”.
Ayer en la mañana se manejó
que uno de los capos reportados como fallecidos –muerte que había provocado la
violencia- había sido la de Jorge Iván Hernández Cantú, alias “Comandante
Credo”, líder del Cártel del Golfo.
Sin embargo, anoche Manuel
González, secretario general de Gobierno, aseguró que el “Comandante Credo”
seguía dentro del reclusorio. Lo mismo que Juan Pedro Saldívar, alias el
“Z-27”, su principal enemigo dentro de la cárcel.
El motín se registró en las
primeras horas del día de ayer en este centro penitenciario afectado –como en
la mayoría de las cárceles mexicanas- por la sobrepoblación de internos y por
el autogobierno que impone el crimen organizado.
LA MISMA HISTORIA
No es la primera vez que los
penales de Nuevo León son escenarios de masacres.
En el 2012, en el Cereso de
Apodaca, integrantes del Cártel de los Zetas masacraron a 44 reos identificados
con el Cártel del Golfo.
En ese motín se produjo
además la fuga de 37 internos.
Ayer después de la masacre,
la Comisión Estatal de Derechos Humanos informó de un traslado de reos del Topo
Chico al penal de Durango.
Sin embargo, en una
entrevista televisiva el gobernador rechazó que el Estado hubiera realizado
traslados de reos, aunque sí aseguró que los habrá.
TOPO CHICO SIN CÁMARAS
El Penal del Topo Chico
presuntamente carecía de un sistema de vigilancia interna, que era monitoreada
por el C5.
La unidad de comando está
conformada por militares, federales, policías estatales y municipales.
Una fuente del C5 reveló a
Reporte Indigo que la vigilancia de los reos era nula, por lo que los custodios
nunca se percataron del enfrentamiento entre reos.
“No se veía ni se escuchaba
lo que pasaba en el interior del penal… desde el año pasado el sistema estaba
caído y prácticamente no se sabía que sucedía en el interior”, dijo el
informante.
Aparentemente, se filtró
información en el interior del centro penitenciario entre los reos, quienes
aprovecharon para fraguar la matanza de 49 internos.
“La respuesta fue nula…
porque no se sabía que estaba pasando este día (ayer)”, dijo la fuente.
‘QUEREMOS VER A NUESTROS FAMILIARES’
El gobierno del Estado
difundió ayer una lista de 40 de los 49 internos que resultaron fallecidos
durante la riña.
Entre los muertos hay 5
hombres calcinados y 4 que no habían sido identificados hasta ayer por la
noche.
Entre la lista de los
muertos, está un líder zeta identificado como José Luis Rodríguez Huerta, “El
Puma”, quien fue detenido en 2012 con armas de grueso calibre en Apodaca, así
como Damián Emanuel González Juárez, integrante de Los Zetas y fue detenido por
el plagio del empresario Lorenzo Belden González.
Desde la madrugada y durante
todo el día de ayer se vivieron momentos de tensión en las afueras de este
reclusorio.
Decenas de personas –que
reclamaban información sobre el estado de sus familiares- protagonizaron
enfrentamientos con policías y autoridades penitenciarias.
“Queremos ver a nuestros
familiares… no nos dicen.. pinches polis… no valen madre”, gritaba uno de los
familiares que protestaron.
Los hechos violentos en el
Penal del Topo Chico provocaron condenas y críticas por parte de organizaciones
sociales.
La hermana Consuelo Morales,
representante Cadhac, exigió a las autoridades hacerse responsables de los
hechos que provocaron la muerte de los reos.
“Yo creo que tiene que asumir
la responsabilidad, que tiene que haber una investigación y una reparación de
estos hechos”, exigió Morales.
El director de Renace, Martín
Carlos Sánchez Bocanegra aseguró que la institución ya había advertido al
gobernador sobre la situación del Penal del Topo Chico.
“El Gobierno debe establecer
estrategias y pedir apoyo a la autoridad federal. No se debe estar pensando
solamente en el traslado de internos de un Estado a otro, sino trabajar en la
transformación penitenciaria de los penales en Nuevo León”.
(REPORTE INDIGO/ FÉLIX CÓRDOVA, JESÚS
PADILLA, MELVA FRUTOS /Viernes 12 de febrero de 2016)
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