Badiraguato, segundo municipio del país
con 457 pistas de aterrizaje clandestinas
En Sinaloa las pistas de
aterrizaje clandestinas abundan. Badiraguato es el segundo municipio a nivel
nacional donde se detecta la mayor cantidad de aeródromos ilegales de todo el
país.
En ese municipio serrano, de
2004 a 2015, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) localizó y destruyó
457 pistas clandestinas, de acuerdo con información obtenida mediante la Ley
Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública.
El municipio con la mayor
cantidad de pistas en todo el país es Ensenada, Baja California, con mil 63; el
tercer municipio donde se han localizado más pistas es Tamazula, en Durango,
con 279.
Las pistas son usadas para
tráfico de drogas y para traslado de delincuentes, como ocurrió con Joaquín el
Chapo Guzmán Loera durante su fuga el año pasado cuando voló de San Juan del
Río Querétaro, a Culiacancito, según la Procuraduría General de la República
(PGR).
Informes de personal de la
PGR indican que los tres municipios con la mayor cantidad de aeródromos
clandestinos están ubicados en áreas estratégicas para los cárteles de la
droga: Badiraguato y Tamazula en el Triángulo Dorado, zona de cultivo de
mariguana y amapola, y Ensenada, justo en la frontera con Estados Unidos.
En Badiraguato, desde junio
de 2014, la Sedena creó el Mando Especial Badiraguato, un grupo de militares
con base en ese municipio que tiene dos misiones específicas: erradicar
cultivos de enervantes y destruir pistas clandestinas.
El grupo, que opera con
independencia de la comandancia de la Novena Zona Militar y depende
directamente de las oficinas centrales de la Sedena, trabaja exclusivamente en
los municipios que comprenden el Triángulo Dorado, en los estados de Sinaloa,
Durango y Chihuahua.
En el transcursodel año
pasado, en esa área los militares localizaron y destruyeron 67 pistas de este
tipo.
Las pistas aseguradas son
destruidas por método manual o con el uso de explosivos pero tan pronto las
inhabilitan, los grupos delincuenciales vuelven a construir más.
A nivel nacional los estados
de la región noroeste son donde se construyen la mayoría de las pistas.
En Sonora en 11 años
detectaron 2 mil 178 aeródromos ilegales, en Baja California mil 474 y en
Sinaloa 882.
En los tres estados se
destruyó el 63 por ciento de las 7 mil 205 pistas de todo el país.
En ese periodo, después de
Badiraguato, los municipios donde se detectaron más pistas son Culiacán y
Choix; sumaron 98 en cada ciudad.
En todos los municipios de
Sinaloa se han localizados pistas. Elota y Escuinapa es donde menos han
encontrado, ahí solo hubo una en cada municipio.
De acuerdo con personal de la
PGR en Sinaloa, la mayoría de las pistas detectadas son de tierra y muy pocas
de pavimento o asfalto.
Para habilitar las pistas,
cualquier lugares bueno. Se han detectado en predios agrícolas, bordos de
canales y sobre cerros.
La cantidad de pistas
ilegales en Sinaloa contrasta con los aeródromos legalmente construidos.
De acuerdo con la Dirección
de Aeronáutica Civil, de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en
Sinaloa, hasta el 12 de enero pasado legalmente tenían registrados 219
aeródromos, de los cuales apenas 57 están en operación.
En Badiraguato hay registro
de 36 pistas, pero solo cuatro mantienen operaciones en las comunidades de El
Limón, Las Salvias, El Vallado y Surutato, para servicio particular.
“TODO SINALOA ES ÁREA DE PISTAS”
Durante la presentación de
resultados del Ejército, en el estado durante 2015, el comandante de la Novena
Zona Militar, Rogelio Terán Contreras, reconoció que todo Sinaloa es un lugar
de pistas.
“Realmente todo Sinaloa es un
área de pistas, es muy difícil, osea una avioneta que venía y todos estábamos
dando seguimiento para ver dónde aterrizaba, aterrizó al pie de un canal y al
acudir a ese lugar vimos que toda esa parte se puede aterrizar.
“No es tan fácil controlar
los aeródromos aunque sí hacemos verificación, acudimos y estamos pendientes de
ello”, indicó.
Las pistas clandestinas son
fáciles de construir, un lugar plano y despejado es suficiente para que un
piloto pueda aterrizar.
De acuerdo con un piloto con
más de 30 años de experiencia consultado por Ríodoce, una pista legal requiere
de por lo menos 700 metros de largo, pero una clandestina puede ser construida
con 300 metros de largo y cuatro de ancho y eso basta para aterrizar una avioneta.
En las pistas clandestinas
que por lo general apenas tienen el mínimo de largo, solo pueden aterrizar
determinado tipo de avionetas como las Cessna 206 y 210; para otro tipo de
aeronaves de mayores dimensiones es una misión complicada.
Tampoco es necesario que el
trayecto para el aterrizaje esté pavimentado, en cualquier terreno plano se
puede aterrizar. La única diferencia que existe entre las pistas pavimentadas y
las de tierra es que en las segundas las llantas se desgastan más rápido,
señaló.
Según el piloto, en las
pistas ilegales no cualquier piloto puede realizar un aterrizaje, pues se
requiere de pericia que dan las horas de vuelo.
“No cualquier piloto puede
aterrizar, tiene que tener un entrenamiento, una capacidad, bastantes horas de
vuelo para que sepa bien donde va entrar y el tipo de habilidad que se requiere
para maniobrar la avioneta; entre más horas tenga de vuelo más experiencia
adquiere”, mencionó.
CIELO SIN VIGILANCIA
Además de la facilidad para
construir pistas clandestinas, los delincuentes tienen otra ventaja para
realizar vuelos ilegales: la autoridad carece de control del espacio aéreo.
La Fuerza Aérea Mexicana, los
llamados soldados del aire, no tiene infraestructura para vigilar todo el
territorio nacional.
Según el Programa Sectorial
de la Secretaría de la Defensa Nacional 2013-2018, la vigilancia del espacio
aéreo solo tiene cobertura en el 32 por ciento del territorio nacional, además
el Sistema de Vigilancia Aérea es antiguo.
“Los componentes del SIVA que
tienen más de 10 años de servicio, requieren ser modernizados y renovados. Para
tal fin, se tiene contemplado que durante la presente administración se
incremente la cobertura del espacio aéreo nacional del 32 por ciento al 72 por
ciento”, indica el documento.
“La SEDENA, para contar con
mayor cobertura de vigilancia del espacio aéreo, requiere herramientas que le
permitan detectar con mayor anticipación los eventos y aeronaves de dudosa
naturaleza, así como la integración de señales generadas por componentes de
detección modernos como son los Sistemas Aéreos No Tripulados, Radares de
Detección de Largo Alcance, Comunicaciones Satelitales y nuevas Plataformas
Aéreas, con la finalidad de reaccionar de forma oportuna. Tomando en
consideración que el actual C4I ya es insuficiente para dichas actividades”.
La Sedena manifiesta que
iniciará la modernización de sus equipos a partir de este año y en el Proyecto
de Presupuestos de Egresos de la Federación contempló la adquisición de cinco
radares tridimensionales de largo alcance, para detectar vuelos clandestinos,
con un costo de mil 827 millones de pesos.
El equipo de detección de
vuelos de “dudosa naturaleza” estará destinado para la vigilancia del espacio
aéreo en la zona norte del país.
“El radar actualmente cubre
la porción sureste del país para atender las necesidades de vigilancia y
control del espacio aéreo nacional, ocasionando que en la parte norte de la
República Mexicana no existan medios de detección que coadyuven a dicha vigilancia,
reflejando que existan gran cantidad de tráficos ilícitos que llevan a cabo
sobrevuelos en esa porción del país”, señala.
Con los radares que la Sedena
pretende adquirir, la vigilancia abarcará los estados de Baja California, Baja
California Sur, Sinaloa, Sonora y Chihuahua, donde se concentra la mayor
cantidad de pistas clandestinas del país.
Con los nuevos equipos, la
dependencia estima que para 2017 aumentará la cobertura de vigilancia al 72 por
ciento del espacio aéreo del país.
RECUADROS
Pistas Destruidas 7 mil 205
MUNICIPIOS
Ensenada, Baja California 1,063
Badiraguato, Sinaloa 457
Tamazula, Durango 279
ESTADOS
Sonora 2,178
Baja California 1,474
Sinaloa 882
(RIODOCE/ Alejandro Monjardín/ 31 enero, 2016)
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