XALAPA, Ver. (Apro).- Los
padres de los cinco jóvenes que fueron ‘levantados’ el pasado 11 de enero por
policías estatales en Tierra Blanca ofrecieron al Cártel de Jalisco Nueva
Generación (CJNG) su entrega inmediata a cambio de la vida de sus hijos.
“Yo ofrecí lo que ellos
quisieran, y si querían yo me entregó con tal de que ellos regresen. Si nos
debemos de entregar los cinco padres, lo haremos. Ya lo hemos platicado, sin
remordimiento a nada ni a nadie, y lo que ellos (los captores) quieran. Si
quieren a los cinco padres, los cinco nos entregamos”, narra vía telefónica
Bernardo Benítez, padre de Bernardo Benítez Arroniz y tío de José Benítez, dos
de los jóvenes desaparecidos.
Señala, asimismo, que ante el
estado de anarquía y la falta de resultados que vive el estado, “tenemos que
acudir a cualquier cosa”, por lo que si el “cambio” resuelve la aparición de
sus muchachos, no dudaría en “entregarse”.
El pasado 27 de enero la
Fiscalía General del Estado (FGE) y su directora de investigaciones
ministeriales, María del Rosario Zamora, informaron a los padres que hubo una
inspección ocular en el rancho “El Limón” de Tlalixcoyan –de donde se
extrajeron vestimentas que están siendo analizadas–; que se realizó otra
diligencia de la Gendarmería Nacional en la comunidad de Vicente en Oaxaca, muy
cerca de Tuxtepec, y que el fin de semana “se peinó” el municipio de Tierra
Blanca, sin resultados concretos.
“El jueves ya nadie llamó. El
viernes ni el MP (agente del Ministerio Público) llegó. Desgraciadamente no
tenemos ninguna información, ya nadie se comunica, ya no sabemos ni qué pensar,
hay momentos en que sentimos que empiezan a bajar los brazos o que no nos
quieren decir”.
Bernardo Benítez asegura que
el ambiente en las afueras del Ministerio Público de Tierra Blanca –donde
permanecen resguardados los padres de los cinco jóvenes ‘levantados por
policías estatales– es cada vez de mayor desolación, desesperación, impotencia y
frustración.
“Aunque pudiéramos salir de
aquí, no somos investigadores, no somos ni de la ciudad de Tierra Blanca.
¿Dónde empezamos a buscar? Si solo sabemos que se los llevaron policías
estatales. Créame que hay mucha impotencia y tristeza”, dice el padre de
Bernardo Benítez Arroniz, de 25 años de edad, quien desapareció junto con su
primo José Benítez de la O, de 24; Mario Arturo Orozco Sánchez, de 27; Alfredo
González Díaz, de 25, y Susana Tapia Garibo, de 16.
DESTAPANDO LA CLOACA…
En el primer mes de 2016 se
contabilizaron 30 ejecuciones del norte al sur de Veracruz, diez de las cuales
ocurrieron de forma sistemática en las inmediaciones de Xalapa (Emiliano Zapata
y Banderilla) entre el sábado 23 y martes 26, sin contar los restos humanos de
12 personas localizados en una fosa-basurero del municipio de Emiliano Zapata,
más las bolsas con restos humanos de tres personas halladas en el municipio de
Maltrata.
Frente a ello, salta a la
vista la incompetencia de los cuerpos de seguridad pública y procuración de
justicia, que continúan inmersos en un proceso de depuración de sus elementos.
En la Secretaría de Seguridad
Pública (SSP) ya fueron dados de baja 3 mil 900 policías, según cifras de su
titular, Arturo Bermúdez Zurita, pero sólo 186 de esos elementos fueron puestos
a disposición de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de
Delincuencia Organizada (SEIDO) por presuntos vínculos con el crimen
organizado, de acuerdo con la página de transparencia de la dependencia
federal.
En lo que va del sexenio, en
la FGE se ha reportado 370 bajas, según la solicitud de información 00124615 en
poder del reportero.
Los despidos y renuncias
incluyen a 44 agentes del Ministerio Público y ocho subprocuradores, 23 peritos
–entre criminalistas y forenses–, 41 policías ministeriales, seis elementos de
la Policía Ministerial Acreditable y 18 de la extinta Agencia Veracruzana de
Investigaciones (AVI), entre ellos el jefe de grupo de la AVI y otros empleados
administrativos.
A una veintena de esas
personas se les fincó un Procedimiento Administrativo de Responsabilidad, y la
consignación de los mismos se mantiene en secreto.
Entre las bajas mencionadas
destacan las de Bertoldo Reyes Campuzano y Jorge Yunis Manzanares,
presuntamente involucrados con el crimen organizado, según la investigación
ministerial 947/2012 VER-FIEAFTVS-10 (Proceso 1881), así como la de Fernando
Vázquez Maldonado, señalado por madres de desaparecidos por “entorpecer” las
investigaciones.
Una renuncia “sui generis”
fue la del exsubprocurador Arturo Herrera Cantillo, quien dimitió al cargo dos
días después de dar parte a la prensa sobre la existencia de una narcofosa en
el rancho “El Diamante” del municipio de Tres Valles, muy cercano a Tierra
Blanca.
En esa numeraria, contenida
en la solicitud de transparencia que hizo este reportero, se añade que cinco
elementos de la FGE fueron dados de baja por presentar documentos falsos –no
especificaron quienes–, 11 porque no aprobaron los exámenes de control y
confianza, y 17 servidores públicos de la Fiscalía fueron despedidos porque ya
no se presentaron a trabajar. Uno dio positivo en consumo de drogas.
EL NEGRO HISTORIAL DE MARCOS CONDE…
La desaparición de los cinco
jóvenes oriundos de Playa Vicente se convirtió en un escándalo que acaparó la
atención de la prensa nacional, pero también reavivó otras desapariciones
forzadas ocurridas hace dos años en la región de La Antigua y el Sotavento,
donde Marcos Conde –exdelegado de la SSP, hoy en la cárcel por su presunto
involucramiento en la desaparición de los cinco jóvenes en Tierra Blanca–
fungió como el máximo mando policiaco en 2012 y 2013.
El pasado 25 de enero, medio
centenar de familiares de personas desaparecidas –entre ellos policías
municipales ‘levantados’ por policías estatales– tomaron las instalaciones de
la FGE para exigir la renuncia del titular de la SSP, Arturo Bermúdez Zurita, y
para cuestionar la poca eficacia del fiscal Luis Ángel Bravo Contreras, tanto
en la consignación de policías involucrados en desapariciones, como en los
nulos resultados para encontrar a sus seres queridos.
Martha González, quien busca
a su hijo Luis Alberto González, y Rosario Sayazo, que lucha para localizar a
su esposo, Juan Carlos Montero –ambos policías municipales ‘levantados’ en la
comunidad El Arenal, en Úrsulo Galván– exigen a la FGE “investigar” al entonces
delegado de la SSP en la región, Marcos Conde.
Y es que mientras Conde
estuvo a cargo de la delegación de la SSP en esa región del Sotavento, el
agente del Ministerio Público Investigador adscrito al programa “Veracruz
Seguro”, Pedro Huesca Barrada, fue ‘levantado’ por policías estatales en abril
2013.
Además el reportero de nota
roja del ‘Diario de Cardel’, Sergio Landa, se encuentra desaparecido desde
enero de ese año, y el 1 de diciembre de 2012 también se dio a conocer la
“desaparición forzada” de ocho jóvenes en la comunidad El Modelo, perteneciente
a Úrsulo Galván. Los familiares responsabilizaron a policías estatales, cuyo
jefe era Conde.
La protesta de familiares
desaparecidos fue vistosa. Con lonas, mantas y cartulinas hicieron un tendedero
gigante para “sellar” los accesos a la fiscalía, y muchos empleados
administrativos no pudieron entrar al inmueble, hasta que llegó el titular Luis
Ángel Bravo para recibir a los inconformes.
Pese a las aristas tangibles
que ilustran que más de un centenar de elementos de la Policía Estatal Acreditable
de Veracruz se divide entre servir a Los Zetas y al CJNG, por encima del
interés ciudadano, el gobernador Javier Duarte se centra en su discurso
triunfalista y de disculpas.
Por ejemplo, en su última
rueda de prensa dijo que la lamentable desaparición de cinco jóvenes que venían
de un fin de semana turístico en Veracruz-Boca del Río a manos de la policía
era “una cosa que salió mal” por 99 cosas que se hacen bien.
Anteriormente Duarte se había
quejado de que el aparato mediático se centrara en el tema de la violencia e
inseguridad en la entidad. “No lo tomen como reclamo, porque luego dicen que
Duarte regañó a la prensa, pero hoy en la mañana hablé con ustedes de siete u
ocho temas. Les juego doble contra sencillo de que el tema mañana va a ser la inseguridad.
El tema es tan morboso, es tan atractivo y recurrentemente atrae por el morbo,
por eso les pido a mis amigos (de la prensa) que ampliemos nuestros
horizontes”.
(PROCESO/ NOÉ ZAVALETA/ 1 DE FEBRERO DE
2016)
No hay comentarios:
Publicar un comentario