lunes, 1 de febrero de 2016

NEGADA TRES VECES…


Lucero Sánchez, la “papa caliente” entre Gerardo Vargas, Melesio Cuen y Edgardo Burgos

Sin ningún padrino, sin trayectoria o relación política, sin siquiera ser militante, Lucero Sánchez López llegó sola al Partido Acción Nacional (PAN) y así, con sólo su aspiración, se convirtió en candidata a diputada local.

Por lo menos, esa es la versión que el ex dirigente estatal del PAN, Edgardo Burgos Marentes, defendió enérgicamente en una rueda de prensa en la que además deslindó al líder del partido Sinaloense, Héctor Melesio Cuen Ojeda, y al secretario general de Gobierno, Gerardo Vargas Landeros, de apadrinar a la legisladora relacionada con Joaquín el Chapo Guzmán.

Antes de la rueda de prensa convocada de forma urgente al mediodía del viernes, Edgardo Burgos Marentes no había emitido un posicionamiento oficial de lo ocurrido en el 2013, cuando la alianza PAN, PRD, PAS postuló a Sánchez López en el distrito 16 de Cosalá.

Pero tras una semana en la que el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN “castigó” al diputado Guadalupe Carrizoza por su relación con Lucero Sánchez y diversos actores políticos señalaron a Vargas Landeros como el artífice detrás de la candidatura de la diputada local, Burgos Marentes regresó al Comité Estatal al que renunció apenas a mediados de año pasado.

Acompañado de la diputada Yudith del Rincón, quien sin emitir una sola palabra se dedicó a asentir con su cabeza cada una de las expresiones de Burgos Marentes, el ex dirigente panista detalló paso a paso el proceso interno del PAN en 2013.

“Tumbo el mito: ni la trajo el diputado Carrizoza, ni me la presentó el secretario General de Gobierno, ni tampoco el maestro Héctor Melesio Cuen”, expresó.

“El PAN actuó siempre de buena fe, en ese momento no había señalamiento ni imputación alguna contra ella y si bien es cierto que fue candidata de la coalición, ella fue propuesta del PAN, a través de nuestra reglamentación y de nuestra convocatoria”, agregó.

La “papa caliente” al final fue aventada a las manos de la Comisión Nacional de Selección de Candidatos, la cual según Burgos Marentes, fue instalada en abril de 2013 por acuerdo del CEN del PAN para designar a los candidatos a diputados y alcaldes en Sinaloa.

En Cosalá, Lucero Guadalupe fue la única interesada en la candidatura del distrito 16, un distrito tradicionalmente priista. Fue así que Lucero presentó su documentación a través del Comité Estatal, el cual operó como órgano receptor y transfirió los documentos de Lucero hacia la Comisión de Selección de Candidatos, explicó Burgos Marentes.

En este proceso, dijo haberse reunido con Lucero en una sola ocasión; junto con el entonces candidato a alcalde, José Manuel Ceballos Padilla, y el presidente del comité municipal de Cosalá, Ricardo Soto Madueño, en un encuentro institucional que de acuerdo con Burgos Marentes tan sólo duró 25 minutos.

—¿Quién te presentó a Lucero? —se le cuestionó al ex dirigente.

—Nadie, ella se presentó en una reunión con un servidor, se les escuchó 25 minutos, como se les escuchó a ‘N’ candidatos y de ahí en fuera siguieron la ruta institucional.

La ruta institucional en 2013 consistió en presentar a la Comisión Nacional de Selección de Candidatos la documentación requerida, entre ellos copia de credencial de elector, carta de aceptación de candidatura, carta de aceptación y compromiso, carta de aspiración dirigida al CEN, carta bajo protesta y esperar la designación de la Comisión.

La documentación de Lucero antes referida fue entregada a los medios de comunicación durante la rueda de prensa de Burgos Marentes, sin embargo, a excepción de la copia del IFE, ninguna de las cartas muestra un sello oficial u hoja membretada y tan sólo cuentan con la firma de la legisladora.

En su exposición, Burgos Marentes admitió que en Sinaloa la narcopolítica es una realidad pero, defendió, no es el caso de su partido.

“Para mi tranquilidad sabemos en Sinaloa quién maneja esas líneas y quién no, tengo claro que yo no manejo esas líneas de comunicación, relación, o acercamiento con la narcopolítica y el crimen organizado. Se dice y se sabe quienes manejan esas líneas en Sinaloa y no es el caso de un servidor”, señaló.

ENGARZADA…

LA DIPUTADA AUSENTE

Anabel Ibáñez
Lucero Sánchez López se ha convertido en la diputada incómoda. Su cubículo, localizado en la zona del Grupo Parlamentario del PAN, permanece ahí, pero sin actividad desde que el pasado miércoles 20 de enero fuera interceptada por agentes federales para trasladarla a la Ciudad de México a rendir declaración judicial.

A la puerta del espacio, que había ocupado en su calidad de diputada local, le fue arrancado el acrílico con su nombre. La acción podría considerarse normal porque el acrílico tenía el emblema del PAN, al cual ya no pertenece. Sin embargo, en el caso de Ramón Lucas Lizárraga, sigue el acrílico con su nombre, pese a que renunció al Grupo Parlamentario del PRD.

La diputada Lucero Sánchez López no ha asistido a las últimas tres sesiones ordinarias a las que convocó el poder legislativo,  a pesar de ser una de las actividades obligatorias para todo legislador.

La primera falta fue la del jueves 21 de enero. Las razones de su ausencia eran evidentes, pero no se cubrió el trámite legislativo de la falta. Ese día era sabido y ampliamente difundido por los medios de comunicación que la legisladora de Cosalá permanecía retenida en las instalaciones de la PGR para que rindiera declaraciones en la integración de dos averiguaciones. La primera por el uso de documentación falsa, y la otra en la indagatoria sobre la fuga de Joaquín Guzmán Loera.

La segunda falta fue la del martes 26 de enero. Ese día la mesa directiva recibió la solicitud de permiso por parte de la diputada para ausentarse de la sesión, un derecho que tienen los legisladores en caso de fuerza mayor.

La tercera falta se registró el jueves 28 de enero. Ese día la mesa directiva recibió de nueva cuenta una solicitud de permiso para ausentarse de la sesión. La misiva no precisaba motivo, pero no fue aceptado por el presidente de la mesa directiva, el panista Francisco Solano Urías, al  darse cuenta que no era la firma de la diputada Lucero Sánchez López. La solicitud se suscribía con las iniciales “P.A.” de una de sus asistentes. Ello motivó que el documento fue rechazado porque se consideró  que carecía de validez.

La diputada de Cosalá no solo se ha ausentado de las sesiones ordinarias, sino de todas las actividades legislativas y no ha acudido a su cubículo para desahogar sus tareas como integrante del Congreso del Estado.

El caso de Lucero Sánchez ha provocado un efecto dominó. La Comisión Permanente del CEN de Acción Nacional ordenó el lunes 25 la destitución de Guadalupe Carrizoza  Cháidez como coordinador del Grupo Parlamentario del PAN, cargo en el cual tenía escasos meses, cuando Adolfo Rojo Montoya asumió el cargo de la presidencia estatal del PAN en Sinaloa. Un hecho inusual, porque de acuerdo con los estatutos del partido, es facultad de los presidentes estatales el nombramiento de los coordinadores parlamentarios locales.

Rojo Montoya habría dicho el martes 26 que se le concedería a Carrizoza Cháidez el derecho de audiencia para exponer sus puntos de vista ante Federico Döring, quien había sido nombrado como delegado especial para investigar los hechos que llevaron al PAN a postular a Lucero Sánchez.

Antes de la llegada de Federico Döring a Sinaloa, Carrizoza Cháidez dejó de ser el coordinador y el mismo Adolfo Rojo Montoya, en su facultad que le rige los estatutos partidistas, se autonombró coordinador parlamentario del PAN.

Carrizoza Cháidez  quien había defendido con sus declaraciones a Lucero Sánchez y argumentado que la investigación de la PGR se había politizado y prestado a un show mediático, declaró sobre su destitución que era un militante disciplinado y respetuoso de las decisiones de su partido.


(RIODOCE/ Miriam Ramírez / 31 enero, 2016)

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