México,
DF.- El “lugar donde serena la noche”, Iguala, Guerrero, se volvió la cuna del
infierno. Disparos, gritos, desesperación y finalmente un olor a muerte,
impregnaron sus calles.
Su
nombre de origen náhuatl “yohualcehuatl”, quedó muy corto para el nivel de
violencia desatado irónicamente, por elementos de la Policía.
Bastó
un momento de tensión e intolerancia para derramar la sangre de inocentes.
En
total, seis personas fueron asesinadas de acuerdo con la Procuraduría General
de Justicia del Estado (PGJE), entre estudiantes de la Escuela Normal Rural
Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapan, elementos de un equipo de futbol y una mujer
que, ajena a todo, viajaba en un taxi.
HUBO UN ‘INCIDENTE’
El
procurador Iñaky Blanco Cabrera detalló que alrededor de las 21:30 horas del
viernes, elementos de la Policía Municipal Preventiva tuvieron un “incidente”
con normalistas, debido a que los estudiantes habían tomado tres autobuses de
la Central Camionera del municipio.
Ahí
los oficiales abrieron fuego contra los autobuses en los que se trasladaban los
normalistas. Uno de los vehículos llegó al Palacio de Justicia, donde los
estudiantes abandonaron la unidad que tenía rotas las ventanas.
Blanco
Cabrera destacó que después el Ministerio Público del Fuero Común recibió el
reporte de que en la avenida Periférico Norte, a la altura de una tienda de
autoservicio, había un autobús con estudiantes normalistas y en ese mismo lugar
había otros vehículos.
En
la zona donde estaban las unidades, con impactos de bala de rifle AR-15, se
encontraron dos cuerpos, que a decir de
los normalistas, se trata de sus compañeros; sin embargo la identidad de estas
personas aún no ha sido confirmada.
INFIERNO DESATADO
Informó
el Procurador estatal que otra agresión, registrada alrededor de la medianoche,
fue perpetrada por un grupo armado contra varios automovilistas, que
transitaban por la carretera Iguala-Chilpancingo, en el entronque de la
carretera que conduce a la comunidad de Santa Teresa.
En
el lugar fue agredido un autobús en donde viajaban los jugadores del equipo de
futbol de Tercera División Los Avispones de Chilpancingo, donde murió el
jugador David Josué Evangelista y resultó herido el chofer de la unidad, Víctor
Lugo Ortiz, quien perdió la vida posteriormente.
Trascendió
que los tripulantes de una camioneta cerraron el paso al autobús de la empresa
Castro Tours, en confusión con los que trasladaba a los normalistas. Detonaron
sus armas y las balas impactaron en la unidad, pero también en vehículos que
transitaban por el lugar.
En
este ataque también murió Blanca Montiel Sánchez, quien viajaba en un taxi.
Agregó que ayer, alrededor de las 11:00 horas, fue encontrado el cuerpo de un
individuo desollado sobre la avenida Periférico Norte.
OFICIALES, A INVESTIGACIÓN
Concentrados
desde ayer quedaron todos los elementos de la Policía Preventiva Municipal,
además les fue asegurado el armamento y patrullas, para efectuar las
investigaciones periciales.
Finalmente,
el Procurador de Guerrero destacó que los agentes están sujetos a
investigación.
En
la misma conferencia de prensa, el titular de la Secretaría de Seguridad
Pública (SSP) de la entidad, Leonardo Vázquez Pérez, detalló que más de 300
policías de Iguala fueron arraigados y que sus armas están siendo investigadas
para cotejar los calibres.
A CONTROLAR LOS ÁNIMOS
La
Policía Estatal en coordinación con el Ejército, Policía Federal y Policía
Ministerial, tomaron el control de la seguridad de Iguala.
El
Secretario de Seguridad Pública del estado informó que a partir de este sábado
toman el control de la seguridad. y permanecerán en el municipio igualteco
hasta que se considere necesario.
Asimismo,
dio a conocer que ya se realizan sobrevuelos con la unidad de la Policía
Estatal. “Estaremos coadyuvando con la seguridad de la ciudadanía y atendiendo
las llamadas de emergencia”, agregó.
Por
su parte, el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, instruyó a la PGJE,
realizar de manera puntual, clara y objetiva, y con estricto apego a la
legalidad, las investigaciones en relación a los hechos de violencia
registrados el viernes por la noche y la madrugada del sábado.
BOTEAR ERA SU OBJETIVO
Según
versiones de los normalistas, desde la mañana del viernes alrededor de 150
estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa llegaron a la cabecera de Iguala
para realizar una actividad de boteo. La intención era reunir dinero para
financiar la marcha del 2 de octubre, cuando se cumplan 46 años de la masacre
de estudiantes y obreros en Tlatelolco.
Ese
mismo día, rindió su segundo informe de labores como presidenta del DIF María
de los Ángeles Pineda de Abarca, esposa del alcalde, José Luis Abarca.
Al
terminar el evento, casi de manera simultánea con la retirada de los
normalistas que avanzaban sobre la avenida Juan N. Álvarez, rumbo a la
carretera federal que comunica con Chilpancingo, presuntamente varias patrullas
de la Policía Preventiva Municipal interceptaron la caravana integrada por tres
autobuses y dos vehículos más, los policías marcaron el alto, pero los jóvenes
se resistieron a detenerse.
Entonces
los municipales abrieron fuego contra las unidades. En el primer ataque, los
dirigentes de Ayotzinapa reportaron cinco heridos, cuatro con rozones de bala y
uno con una ojiva alojada en la cabeza, quien fue hospitalizado de urgencia en
condiciones graves.
SEÑALAN REPRESIÓN Y HOSTIGAMIENTO
LA JORNADA
Estudiantes
de la Normal Rural de Ayotzinapan, Guerrero, y maestros de la Coordinadora
Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), exigieron al Gobierno local,
estatal y federal, el castigo inmediato de los responsables del “ataque y
muertes de tres normalistas y tres civiles, ocurridos en la ciudad de Iguala,
así como la aparición con vida de detenidos y desaparecidos”.
En
conferencia de prensa, demandaron también el cese de todo acto de “represión y
hostigamiento, porque ya van cinco compañeros muertos desde 2011, y vemos un
ataque directo por parte de las fuerzas de gobierno y policiaca contra los
normalistas”.
Por
ello, lanzaron un llamado a todas las organizaciones sociales y de defensa de
los derechos humanos para que se sumen a la demanda para esclarecer los hechos,
y llevar ante la justicia a los responsables intelectuales y materiales de un
“ataque artero a jóvenes normalistas que realizaban una tarea de boteo para
recabar víveres y recursos”, indicaron.
Enrique
Enríquez, secretario general del magisterio disidente del Distrito Federal,
afirmó que los hechos “no fueron resultado de un enfrentamiento, porque ninguno
de los normalistas iba armado y no es una práctica del sector estudiantil.
“Fue
un ataque contra estudiantes normalistas que estaban perfectamente bien
identificados, pues llevaban varias horas haciendo boteo en la ciudad. Sería
ingenuo pensar que no los habían detectado”.
Los
estudiantes normalistas señalaron que la petición de la comunidad de Ayotzinapa
es que “cese este ataque, que no se produzcan más muertes y que los responsables
respondan por estos hechos, que no se encubra lo ocurrido”.
Informaron
que la comunicación con sus compañeros aún es “a cuentagotas, hay temor y es
muy difícil entrar o salir de Iguala”.
Indicaron
que las instalaciones de la Normal son resguardadas por la Policía Comunitaria
de Ixtla.
(ZOCALO/
Agencias/ 28/09/2014 - 03:00 AM)
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