MÉXICO,
D.F. (proceso.com.mx).- El gobierno federal investiga los presuntos nexos del
alcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez con el grupo delictivo denominado
Guerreros Unidos, afincado en ese lugar de la zona norte de la entidad donde
este viernes policías municipales y sicarios asesinaron en diferentes ataques
armados a seis personas, entre ellos tres normalistas de Ayotzinapa, un
adolescente futbolista y dos civiles.
Reportes
oficiales consultados por Proceso refieren que la esposa del edil perredista,
María de los Ángeles Pineda Villa, es hermana de Alberto Pineda Villa El
Borrado, ex operador del extinto capo Arturo Beltrán Leyva y de Salomón Pineda
El Molón, actual jefe de una célula al servicio del grupo Guerreros Unidos.
En
la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDCS/0241/2008, iniciada durante la
administración del ex presidente Felipe Calderón, El Borrado es señalado como
enlace entre altos funcionarios de la SIEDO -ahora SEIDO- con el cártel de los
Beltrán Leyva, “quienes recibían información sobre las investigaciones en su
contra a cambio de pagos superiores a los 450 mil dólares mensuales”, publicó
Proceso en 2009.
Alberto
Pineda Villa, quien fue asesinado junto a su hermano Mario Pineda por órdenes
del propio Arturo Beltrán, es originario del municipio de Zirándaro de los
Chávez, ubicado en la región de Tierra Caliente y familiar del actual diputado
federal perredista, Catalino Duarte Ortuño, señalan los informes federales.
La
muerte de Arturo Beltrán en 2009, provocó un rompimiento en su estructura que
mantuvo una hegemonía absoluta en el corredor Acapulco-Cuernavaca, bajo el
manto protector de autoridades de los tres niveles de gobierno.
Durante
estos años han surgido varios grupos encabezados por exoperadores de Beltrán
Leyva que mediante una estrategia de terror, muerte, impunidad y corrupción
están reclamando un espacio de lo que fue el feudo del extinto capo conocido en
Guerrero como El Botas Blancas.
Los
grupos criminales que operan en la zona norte de Guerrero y el sur de Morelos
rompieron con la pandilla de Los Rojos y de esta forma surgió la banda
Guerreros Unidos, dirigida por el narcotraficante Mario Casarrubias y afincada
desde hace cuatro años en Iguala, señalan los reportes oficiales.
En
conferencia, el comisionado nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido
García, informó que Mario Casarrubias había sido detenido durante la madrugada
del 29 de abril de este año en la ciudad de Toluca, en el Estado de México.
Rubido
García señaló que Guerreros Unidos “están relacionados con una célula delictiva
dirigida por Salomón Pineda Villa El Molón”, el hermano menor de la esposa del
alcalde perredista de Iguala, quien estuvo preso en el penal federal de
Tamaulipas y salió libre apenas el año pasado.
A
pesar de que el gobierno federal tiene indicios de los nexos de los cuñados del
alcalde de Iguala, José Luis Abarca, con el narcotráfico, el gobernador Ángel
Aguirre Rivero y la dirigencia estatal del PRD han emprendido una defensa a
ultranza del edil, un próspero empresario que forma parte de la tribu Nueva
Izquierda.
Ello
a pesar de los constantes señalamientos públicos en contra de Abarca Velázquez,
quien ha sido acusado de asesinar al dirigente perredista Arturo Cardona y dos
activistas en 2013.
Incluso,
la semana pasada, el diputado local priista Omar Jalil Flores Majul denunció
públicamente el ambiente de terror que se vive en Iguala y aseguró que no
existen garantías para circular libremente por las noches en esa ciudad
controlada por la delincuencia.
La
advertencia de Flores Majul se hizo evidente durante la noche del viernes y la
madrugada de este sábado cuando policías municipales y civiles armados
asesinaron a tres normalistas de Ayotzinapa cuando los estudiantes pretendían
llevarse un autobús.
Posteriormente,
fue atacado el autobús donde viajaba el seleccionado del equipo de futbol de
Tercera División Avispones de Chilpancingo donde fue asesinado un adolescente y
el chofer de la unidad.
Ambos
ataques dejaron un saldo trágico de seis muertos y al menos 21 personas
lesionadas.
Hasta
el momento, 22 policías municipales de Iguala están detenidos en la sede de la
Procuraduría local en Acapulco para deslindar responsabilidades ante la
masacre.
(PROCESO/
LA REDACCIÓN/ 28 DE SEPTIEMBRE DE 2014)
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