Carmen y sus hijos estaban solos en su caso cuando inicio una
balacera en la zona dorada de Tampico por lo que tuvieron que esconderse
en el ropero.
El domingo a las 3 de la tarde, Carmen y sus hijos estaban solos.
Su esposo había salido de la ciudad, cuando grupos armados rompieron el
silencio de la casa en una colonia cerca de la llamada zona dorada de
Tampico, el área comercial más importante del sur del estado. Inició la
balacera.
Ráfagas constantes se escucharon cerca de esa casa. "Nos
tiramos al suelo, qué miedo. Después nos dirigimos a uno de los closets
y ahí nos resguardamos", dijo Carmen. Al terminar la balacera, llamó a
sus familiares para decirles que estaban bien. "Estábamos en el ropero".
Desde
el fin de semana y hasta este martes, las balaceras entre grupos
criminales en los municipios de Tampico, Madero y Mier han causado la
muerte de 21 personas, según el Grupo de Coordinación Tamaulipas.
Denisse
se ha quejado desde el lunes por los enfrentamientos e inseguridad que
se vive en Tampico: "Mañana iré a la escuela a ver si no me balacean en
Tampico".
"A los alumnos les dan la opción de faltar. A nosotros nos obligan a ir a trabajar"
Esta mañana, cuando Denisse caminaba por la calle, vio
una persecución entre camionetas en la colonia unidad nacional. "Varia
gente se quedó parada en el semáforo del cruce de la avenida Monterrey
con Chiapas", en ciudad Madero.
La joven dice que el
ambiente en las calles es igual; sólo los comercios cierran más
temprano. "Mucha gente no puede detener sus actividades por este tipo de
situaciones aunque sus vidas peligren. Creo que tienen en mente que
deben seguir con sus vidas con todo y la situación que hay ahorita".
Explicó que entre su familia evitan estar en la calle.
A pesar de
que el gobierno de Tamaulipas informó a estudiantes y padres de familia
que el servicio educativo continuará prestándose de "manera normal",
Denisse no lo considera de esa forma: en algunas escuelas los alumnos no
se presentan por decisión de sus padres.
"A los alumnos les dan
la opción de faltar. A nosotros nos obligan a ir a trabajar", se queja
un maestro que asiste a la escuela.
A las 7 de la mañana del
lunes, el 50 por ciento de los estudiantes había asistido a clases en
las primarias, pero conforme pasaron las horas se vaciaron. Los padres
de familia fueron a las escuelas para llevarse a sus hijos.
Durante
el primer bimestre de 2014, Tamaulipas ocupó el primer lugar en
secuestros en el país. Hubo 62 víctimas de las 330 reportadas en México,
según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad
Pública.
En homicidios, esa entidad registró víctimas 245 durante
enero y febrero, mientras que en el delito de extorsión hubo 72
afectados en ese mismo periodo.
Sea de noche o de día, ocurren las
balaceras. Carlos sólo había escuchado rumores. Hace algunos meses que
llegó a Tampico para quedarse a vivir. El domingo, mientras él estaba
con sus compañeros escuchó varias detonaciones. La primera vez que le
tocaba sentir la fama del Tamaulipas violento.
"De repente muy
cerca se escucharon las balas, una tras otra, muy rápido. Yo los veía a
todos tranquilos, pero a mí me latía mucho el corazón". Le hablé a mi
familia, pero no sabían nada, y mejor no le conté", dijo.
El
alcalde de la ciudad de Tampico, Gustavo Torres Salinas, dijo en una
entrevista para MILENIO Televisión que los asesinatos ocurridos en
Tamaulipas durante el fin de semana fueron producto de enfrentamientos
entre miembros del cártel del Golfo.
"De repente muy cerca se escucharon las balas, una tras otra, muy rápido. Yo los veía a todos tranquilos, pero a mí me latía mucho el corazón". Le hablé a mi familia, pero no sabían nada, y mejor no le conté".
En Tampico hay alarma. En las calles hay menos tráfico.
"La gente está muy inquieta", explicó un sacerdote que desde el sábado
ha visto personas que prefieren refugiarse en sus casas para evitar
encontrarse con un enfrentamiento armado.
El padre dijo que en Tampico hay mucho rumor: "dicen que las balaceras son por el control del territorio para distribuir droga".
El
párroco explica que la situación estaba tranquila antes de este fin de
semana. Las personas salían, iban a restaurantes, al cine; ahora ya no.
Agrega que en sus misas trata de calmar a la gente: "les digo que no hay que estar con las personas no indicadas y que oren".
"El
sábado las misas estuvieron llenas", resalta el padre. Los católicos
dejaron de ir en la noche. "Quizá por el cambio de horario", reflexiona.
"Nos
agrada que los militares vigilen, así no dejan a la población
desamparada", pero el paso de los helicópteros y las camionetas con
militares a bordo causan inquietud en la población.
El sacerdote
pone en duda las cifras oficiales. "Hablan de 17 muertos, otros de 15; a
quién le constan. Nadie ha visto los cadáveres, sin embargo, hay mucha
inquietud, rumor y vigilancia".
"La violencia por primera vez se oye más. Hace rato pensé que los niños tronaban cohetes... eran balas", lamentó.
(MILENIO/ Jesús Badillo /
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