Andrés Villarreal
() El asalto y agresión a Adrián López Ortiz, el director general de los periódicos Noroeste, no es una más de las 19 ó 24 historias diarias de robo de automóviles en Sinaloa (6,977 en 2013; 8,864 en 2012). El nivel de atención y difusión del caso y la rápida respuesta de la autoridad revelan otros muchos detalles del reaccionar del gobierno y de las relaciones con los medios de información en particular y con sus ciudadanos en general.
Las sospechas fundadas del periódico, luego de robos y ataques documentados —67 desde el 2010, según su cifra— y la autodefensa del gobierno de Mario López Valdez que desde el primer momento lo definió como un robo simple, como ocurren centenares al día en el estado, elevan ahora el asunto a una acusación directa de la empresa editorial al gobernador Malova o a alguien muy cercano. Acusación que la procuraduría de justicia no resolverá, porque no tendrá ningún interés de buscar conexión entre el asalto y agresión y los señalamientos periodísticos que Noroeste ha hecho a la administración actual.
Y sabemos que no es nueva esa línea editorial del Noroeste. Fue tanto o más dura con el gobierno de Juan Millán con Manuel Clouthier como director, o con Jesús Aguilar. Y no son los únicos que han mantenido una postura crítica y de denuncia al poder, hay otros casos particulares o empresariales —aunque no muchos, claro—, que son como siempre contadísimos y perfectamente ubicables.
Lo urgente se resuelve, según el gobierno, pero lo importante apenas empezaría, si no fuera porque el caso de Adrián López quedará con una explicación ministerial coja y manca.
Por eso, el caso del director de Noroeste no es uno más, porque desnuda a todos los actores: esa banda opera con otra banda más grande, y esa a su vez mantiene conexiones de protección con la propia autoridad —desde policías hasta proveedores de autopartes— pero no, eso tampoco formará parte de la averiguación previa, porque todo es un sistema interconectado que no vale la pena revelar.
MARGEN DE ERROR
() ¿Alguien les dijo a los ladronzuelos armados y drogados que el auto que querían era precisamente ese Áltima 2014 estacionado en el aeropuerto? Porque así operan las bandas, es por encargo de marcas y modelos. ¿Desde cuándo roban autos en Culiacán esos jovencitos de Navolato? Porque entre los delincuentes hay territorios y zonas de operación.
MIRILLA
() Ya está el Censo de escuelas, maestros y alumnos de educación básica y especial (aquí se pueden consultar los datos de todo el país y hasta por cada escuela: HYPERLINK “http://www.cemabe.inegi.org.mx/” \t “_blank” www.cemabe.inegi.org.mx ).
Ahora podría decirse que son datos lo que antes eran opiniones: son demasiados y con sueldos muy altos los profesores asignados a labores sindicales —se pagan con recursos públicos, no con las cuotas del propio sindicato; no encontraron en los planteles que deberían estar a otros muchos maestros y maestras, y siguen sin saber dónde están; muchas escuelas del país carecen de lo básico: agua potable, baños; muchísimas más no cuentan con las condiciones básicas de protección civil: salidas de emergencia, por ejemplo.
¿Y ahora qué, con ese mundo de información?
Porque mucha de ella, desperdigada en otras bases ya existía. O en cualquier caso bastaba con que cada director de escuela llenará un formato muy básico para saberla. Eso, claro, en el caso de que quisieran saberla los gobiernos federal y estatales.
PRIMERA CITA
() No perdamos el foco. La primera impresión, y la más escandalosa por tratarse de sueldos hasta de 100 mil pesos o más, llevaría a pensar que el problema está en los maestros y maestras que están perdidos, de “aviadores” o en labores sindicales. Pero no, más importante sería y la labor más fina de todo esto, una política pública nacional en materia educativa que desde el nivel federal se impulse, pero que los estados trabajen igualmente en las particularidades de su región.
Aquí, nos gustaría ver sentados en una PRIMERA CITA, a Francisco Frías, Salomé Rodríguez, José Silvino Zavala Araujo, Juan Alfonso Mejía, Rosalba Echevarría, Daniel Amador, Héctor Cuen…y nadie más. Y de ahí que surgiera una agenda de los cinco puntos de urgencia en Sinaloa y las cinco posibilidades de actuación inmediata con lo que se tiene.
Que se revele quién se opone a qué temas y cuáles son esos intereses.
DEATRASALANTE
()“Arresten a los sospechosos de siempre” ordena el Capitán Renault a sus policías en la película Casablanca (1942) cuando era Rick —Humphrey Bogart— quien acababa de disparar y asesinar al mayor Strasser en el aeropuerto de la ciudad que da nombre a la película y a la leyenda de amor. Lo demás, ya sabemos, el intento de impedir la huida de Ilsa Lund —Ingrid Bergman— con alguien que nunca será Rick no se da, y el avión parte…¿Qué tiene que ver con los sucesos recientes en Sinaloa? Nada, absolutamente: “Arresten a los sospechosos de siempre” (PUNTO).
(RIODOCE/ Columna de ALFABETO QWERTY: REDACCION de Andrés Villarreal/ abril 6, 2014)
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