“Agua que no
has de beber, déjala correr”,
Anónimo
Víctor Estupiñan
Munguía / Dossier Politico
Muchos dirían: sobre
todo por el acueducto Independencia,
para saciar la sed de los hermosillenses, en lugar de desperdiciarla por
evaporación o, dejándola correr al mar.
Esta construcción
narrativa conlleva valores morales y éticos que resuelven la postura por sí
misma, debido a su acondicionamiento de los juicios de valor que contienen.
Sin embargo, la realidad
concreta posee otros aspectos que se injertan desde la raíz, los cuales debemos
tomar en cuenta si queremos clarificarnos sobre la primera “guerra hídrica
sonorense”.
Ahora bien, sin
lugar a dudas, que desde que empezó esta primera guerra hídrica, lo que se ha
mantenido como constante hasta la fecha
es la confusión.
Los espacios de
intersección de los diferentes modelos de análisis o, de abordaje,
sobrepuestos, no permiten una objetividad integral.
Además debido en
gran parte a la falta de claridad en sus
premisas fundamentales y, al tratamiento político con esas cargas de “a
río revuelto, ganancias de pescadores”, de ambos partidos políticos y grupos de
poder, tanto de obregón y sur, como de Hermosillo.
Es decir, las hemos
encontrado mezcladas con datos de todo tipo e, incluso, expuestas con verdades
a medias y, otras, “a medias tintas”.
Lo anterior,
independientemente del error político en su génesis y, tratamiento posterior
por parte del gobernador Padrés Elías.
Así, partiendo y
aplicando una simple metodología jurídica podemos avanzar y, obtener la anhelada y básica comprensión lógica,
al ya tan politizado problema social,
que ha tomado tensiones y alturas inimaginables.
Amenazando
gravemente a la más o menos “hermandad regional” entre los del sur y los del
centro-norte-sierra. Misma que se había venido construyendo poco a poco, pese a
que existen estructuras psicológicas y perfiles muy profundas y definidas de dos tipos de sonorenses antagónicos.
Pero esa explicación
será para otra historia y análisis ocasional.
Lo que nos interesa
ensayar hoy, es dónde localizar y, en qué consiste la controversia jurídica y,
consecuentemente su manejable error social.
La cual todo parce
indicar que es la fuente madre que origina la mayor confusión interpretativa a
la problemática sobre el agua y, consecuentemente su guerra hídrica sonorense.
Por lo que me
permití formular 10 preguntas, mismas que nos facilitan la conducción en forma
sencilla al centro del problema en forma sintetizada, al mismo tiempo que
podemos ir trastocando formas perimetrales del mismo.
Sin ignorar que cada
grupo social posee sus interese y, de esa forma su percepción. Mucho menos
pretendo agotarlo o, ignorar que existen
muchos más aspectos y, enfoques distintos, que día a día se van involucrando
haciéndolo más complejo. He aquí:
1.- ¿De quién es el
agua en disputa?
Obviamente que de la
Nación, puesto que la Constitución Política Mexicana lo establece claramente en
su artículo 27
2.- ¿El agua en
disputa, es también de los Yaquis?
Sí, también es de
ellos el 50%; ya que precisamente la Nación como propietaria y, mediante el
Presidente Lázaro Cárdenas se las otorgó en 1937, junto con sus
correspondientes tierras.
Lo malo es que mucha
gente maneja como que el agua es sólo de la nación, sin realizar o tomar en
cuenta la operación histórica de Lázaro
Cárdenas a favor de los Yaquis.
3.- ¿El agua en
disputa es también de los terratenientes de Obregón?
No, para nada, ellos
no tienen ningunos derechos directos sobre el agua de la Nación y, el agua de
los Yaquis.
En todo caso la
explotan al igual que muchas tierras arrendadas por los integrantes de la
Nación Yaqui.
Queda claro que sin
ser los dueños se sienten como tales. Seguramente que están pensando en el
futuro y, en algunas estrategias rentistas de alto impacto, como las
inversiones extranjeras, la especulación de terrenos, tanto urbanos como
campestres y agrarios, etc., todo esto para seguir acumulando capital sin
límites.
Recordemos que son
los mejores exponentes sintetizados de
lo que se conoce como “sonorismo” (que equivale a “ganones”). El cual se
bautizó así en México por el Presidente de la República, Emilio Portes Gil, el
4 de septiembre de 1957(“…La Nación estaba cansada de sonorismo.”
4.- ¿Es legal el
trasvase para satisfacer una necesidad social como la falta de agua a los
hermosillenses?
Por supuesto que sí,
con la salvedad de que se debió de haber convenido la forma de su respectiva
indemnización a la afectación como propiedad (no como menoscabo a una necesidad
directa, puesto que sabemos que dicha cantidad de agua no impacta más de 1%), a
los dueños verdaderos del agua.
Es decir, haber
llegado previamente a un buen acuerdo con la Nación Yaqui.
5.- ¿El gobernador Padres Elías desacató la
ley al ignorar los respectivos amparos?
Sí, sin embargo, eso
es otro problema que se debe de ventilar como parte accesoria al problema principal.
En términos
generales las formas jurídicas son muy importantes y, su falta pueden causar la
nulidad o reponer el proceso. Sin embargo, por la naturaleza del problema de
falta de agua, el fondo es y sigue siendo el principal, sin dejar de lado que
se cumplan posteriormente con las formalidades legales del caso.
Pero el partido
tricolor se aprovechó de dichas faltas
formales para tratar una y otra vez empantanar el proyecto, mediante una serie
de juicios de amparos.
6.- ¿Existe una gran
corrupción en la construcción del Acueducto?
En caso de que así
sea, se deberá de aportar pruebas y, actuar en consecuencia, pero eso sería
otro problema truncado al principal.
7.- ¿El gobernador
está beneficiando a empresarios y capitalistas hermosillenses? Eso es otro
problema que se deberá de investigar y, aportar las pruebas pertinentes al
caso.
8.- ¿La desaladora
era la mejor opción?
Eso es otro asunto o
problema muy debatido.
9.- ¿El impacto
ambiental no fue debidamente evaluado?
Eso es otro problema
que deberá ser investigado y, actuar en consecuencia, si hubo responsables.
10.- ¿El gobernador
tomó en cuenta a los Yaquis para la realización del proyecto?
No, no los tomó en
cuenta, a pesar que son propietarios del 50 % del agua, de allí el “mazacote”
político que hoy se padece.
Esto fue un error
garrafal políticamente hablando, debido a que debió de haber consensuado desde
un principio con ellos y, no hasta ahora que se pretende negociar.
En otras palabras,
no previó y aseguró desde el principio la hegemonía en dicho proyecto.
La lectura que se
desprende es que, primero los ninguneó y, es hasta ahora que los toma en
cuenta, invitándolos “a sentarse” a negociar. Siendo demasiado tarde, puesto
que se ya se radicalizó dicho problema.
Para muchos
sonorenses el proceder del gobernador equivale a que primero fue el
desconocimiento o en su caso la soberbia y, luego la política. El conocimiento
popular lo traduce como haber puesto la carreta delante de los caballos.
Otro de los
principales problemas es que el gobernador pagó supuestos derechos a los
habitantes del lugar donde nace el agua.
Es decir, no se
dirigió a los verdaderos propietarios del agua como son los Yaquis, sino que se
precipitó erróneamente o, en su caso, sus asesores fallaron en sus
apreciaciones, pagándoles a los que no son propietarios.
Por tales motivos,
no tenía por qué haberles pagado, si no son propietarios legítimos, a menos que
se compruebe que también son yaquis.
Si es así, se
dispuso de dineros públicos, dinero de todos nosotros. Se malgastaron fondos, o
lo que es lo mismo, se derrocharon innecesariamente y, constituiría el delito de corrupción.
Por otro lado, como consecuencia de este
problema o lucha entre los del sur contra los del centro-norte; los demás
problemas sociales siguen avanzando y creciendo con multivitamínicos de
descuido, incapacidad para resolverlos y, omisión.
Graves problemas se
están esparciendo como malas yerbas como son la violencia social de ejecutados,
violencia intrafamiliar, el sobrepeso, obesidad, alcoholismo, drogadicción, el
bullyin, deserción escolar, la corrupción, el problema del transporte (el
cual muchos camiones criminalmente no prenden el aire, siendo los niños y los adultos mayores los más afectados),
delincuencia juvenil, falta de empleos, contaminación general, hambre, pobreza,
entre otros.
Lo demás es
mesianismo mediático (todos nos salvarán de no morir de sed a los
hermosillenses, desde el gobernador, alcalde, diputados y demás),
multi-política, campañas prematuras, protagonismos y heroísmos arrabaleros.
Mientras… nos siguen teniendo secuestrados mediática y
realmente “a PAN y agua”.
* Víctor M. Estupiñán Munguía: Pensador por
distracción Cósmica, contador de estrellas por insomnio creativo, pintor de
sueños por terapia humanista, especialista en transgredir las reglas
ortográficas de la Real Academia Española, con neurosis cultural debido a que
no puedo crear poemas que lleguen al corazón, víctima de la libertad,
democracia y ecocidio del capitalismo bárbaro, pero con licencia de la Madre
Naturaleza para cortar flores y olerlas.-
Miembro de
S.I.P.E.A. (Sociedad Internacional de Poetas, Escritores y Artistas)- Sonora-
“Por la paz del mundo” victor-79@live.com.mx
(DOSSIER
POLITICO/ Víctor Estupiñan Munguía / 2013-07-14)
No hay comentarios:
Publicar un comentario