Lilia
González / El Economista
La importación de
autos usados vía amparo (los que ingresan sin cumplir normas ambientales ni
trámites) aún no se ha detenido, y todavía faltan por resolver varios juicios
interpuestos en San Luis Potosí, Tijuana, Sonora, Ciudad Juárez, entre muchos
otros, pese a que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió que
el decreto por el que se regula la importación definitiva de vehículos usados
es constitucional, afirmó Guillermo Rosales, vocero de la Asociación Mexicana
de Distribuidores de Automotores (AMDA).
No obstante, la
industria automotriz confía en que la determinación de la autoridad judicial
–de la semana pasada- sirva como criterio para que aquellos juicios de amparo
en niveles inferiores a la SCJN, como lo es en las salas de distrito o de
circuito colegiado, sean resueltos en equivalencia a la Corte y se cree
jurisprudencia.
“Esta determinación
de la Corte es un gran avance porque permitirá entrar a discusión de fondo, y
(esperamos) desencadene el término de juicios antes de que termine al año, y
que caigan todos los amparos”, expresó el vocero de los distribuidores a El
Economista.
La semana pasada, la
Primera Sala de la SCJN echó abajo a cuatro amparos de más de 30, por los
cuales ingresa 96% de las unidades chatarra a México, sin cumplir las normas
ambientales ni requerimientos de importación definitiva, los cuales ya suman
258,983 unidades, equivalentes a 61% de la comercialización de vehículos nuevos
que acumulan 418,274 al mes de mayo.
La Secretaría de
Economía, que encabeza Ildefonso Guajardo, informó el viernes pasado, mediante
un comunicado, que las resoluciones de la SCJN orientarán el criterio conforme
al cual deberán resolverse los diversos juicios de amparo pendientes de
sentencia.
Esto, dijo,
beneficiará al importador de buena fe, quien tendrá certidumbre jurídica,
puesto que la regulación establecida en el decreto de vehículos usados sobre
los requisitos que deben cumplir los certificados de origen les permitirá
obtener el trato preferencial previsto en los tratados comerciales de los que
México es parte.
Con estas
resoluciones, agregó la dependencia, también se fortalecen las acciones del
gobierno para proteger el medio ambiente de las altas emisiones contaminantes
que generan los vehículos importados usados en malas condiciones o con
tecnologías obsoletas.
La importación
masiva de autos usados vía amparo representa un dolor de cabeza para la
industria automotriz porque le genera competencia desleal a la venta de los
nacionales nuevos, y peor aún, dañan al medio ambiente por incumplir la
equivalencia de la verificación de emisiones contaminantes.
De octubre del 2005
(cuando se adelanta la apertura a los autos usados de Estados Unidos) a mayo
del 2013, se han importado 6 millones 897,600 vehículos chatarra, equivalente a
91.5% de las ventas de la industria nacional.
lgonzalez@eleconomista.com.mx
(DOSSIER POLÍTICO/ Lilia González / El Economista /2013-07-15)
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