El jueves, 11, concluido el conteo de votos en consejos municipales y
distritales, Jacinto Pérez Gerardo hizo un recuento alegre de lo que
pasó en Sinaloa y lo compara con los comicios que se realizaron el mismo
día en otras entidades de la república. En Oaxaca, dijo, renunciaron
consejeros electorales de San Miguel Soyaltepec ante la violencia en la
zona… En Baja California, el PAN-BC demandará a consejeros electorales
por la apertura ilegal de los paquetes… En Puebla la violencia impide el
conteo en el Consejo Distrital 23 de Acatlán de Osorio…
“En Veracruz —sigue— un grupo de 3 mil 500 personas tomaron las
oficinas del Instituto Electoral… Por el contrario, en Sinaloa no se ha
presentado, hasta el momento, incidentes que afecten el curso del
proceso o la integridad física de candidatos, autoridades electorales o
ciudadanos”.
Al parecer se le olvidó u omitió deliberadamente lo que ocurrió en el municipio de Sinaloa y en Rosario.
—¿Cómo valoras lo que ocurrió en el municipio de Sinaloa? Mataron a un candidato, la coalición Unidos Ganas Tú suspendió la campaña, luego no registró representantes de casillas, ¿esto no mancha la elección?
—Nosotros lo vimos desde el punto de vista de la autoridad electoral,
escuchamos denuncia que hacía la coalición y sus candidatos, lo
consideramos como un foco rojo, sobre todo a partir de que matan a un
candidato a regidor suplente, pensando que podía traer problemas de
seguridad en el proceso, pero también valoramos que el Consejo Municipal
y Distrital no recibió nunca ninguna presión de parte de grupos
delincuenciales; traíamos 46 capacitadores recorriendo todo el municipio
sin ningún incidente… No advertimos desde aquí un ambiente de presión,
no digo que no lo hubo.
—¿Cómo asumió el Consejo cuando la coalición decidió no registrar representantes?
—El problema es que la coalición nunca presentó ni allá ni aquí una
denuncia formal sobre los hechos; cuando trascurre el plazo para el
registro de los representantes y no ocurre, lo ligamos con el retiro de
los candidatos, entonces supusimos que efectivamente había un problema
de seguridad y que por esa razón la coalición no estaba registrando para
no ponerlos en riesgo, pero ante el silencio de la coalición ante el
órgano electoral, no pudimos hacer nada.
—¿En este tema tuviste alguna presión del Gobierno del Estado?
—Ninguna, hubo pláticas, fui invitado a la Comisión de Equidad, y en
esa mesa se planteó el caso de Sinaloa y exploramos los aspectos
jurídicos de la cancelación de la elección, primero porque en la ley no
tenemos ningún elemento para dejar de hacer la elección, entonces
nuestra disyuntiva era: o cancelamos aun en contra de la ley o la
llevamos a cabo con los riesgos que esto implicaba.
“Finalmente era un problema de gobernabilidad y por ello teníamos que
participar todos, tanto la autoridades civiles como militares,
federales, estatales municipales. Entonces optamos por solicitar que se
garantizara la seguridad de la elección, buscando inhibir actos de
violencia el día de la elección.
—Como colofón, Esteban López declaró al día siguiente de la
elección que en Sinaloa había perdido el municipio y había ganado el
narco…
—La verdad no conozco la declaración, pero si él lo asegura debe tener los elementos.
La abstención también cuenta
Jacinto hace un ejercicio hilarante con la estadística de
participación ciudadana. Si quitamos Culiacán, dice, la votación fue del
59 por ciento. Claro, si hay dos personas en la mesa y uno se come un
pollo entero, la estadística dice que los dos se comieron medio pollo. Y
ahí están los números para el que quiera jugar. Lo cierto es que esta
vez votó el 46.75 por ciento.
Y que en los tres municipios que concentran el mayor número de votos,
Culiacán, Mazatlán y Ahome, el promedio de votación fue del 39.93 por
ciento.
—En un proceso estatal son los comicios más desairados, ¿cómo te lo explicas?
—Antes de emitir una opinión habrá que revisar los resultados
electorales, un factor que nos va a decir mucho son los votos nulos. Si
hay una situación de hartazgo de la ciudadanía, si hay un rechazo hacia
los partidos políticos o si existió lo que han llamado “voto de
castigo”, es algo que no se puede afirmar a priori, es algo que se tiene que medirse y eso se logra, medianamente, a través de encuestas.
“Tengo la idea de convocar a los partidos políticos y a las
organizaciones ciudadanas para que le entremos a una medición de esta
situación, que de verdad nos metamos a estudiar el fenómeno del
abstencionismo en Sinaloa y que lleguemos a conclusiones. Si no
reconocemos la existencia del problema y sus raíces, no lo vamos a poder
solucionar.
—Y a lo mejor ni encontrándolas…
—Claro, pero si ni siquiera conocemos la realidad, no podemos mejorar en este aspecto.
—El caso de Culiacán es histórico, con ese 33 por ciento.
—El caso de Culiacán, además de histórico es muy llamativo no solo
por el porcentaje que es bajísimo, una tercera parte de los electores. Y
llama mucho la atención porque se presentaban dos candidatos
aparentemente fuertes y que supuestamente traían un gran respaldo de
masas… y no se vio ese respaldo.
—Entre los dos candidatos obtuvieron los votos con los que ganó Melesio Cuen hace tres años… alrededor de 171 mil votos.
—Así es, efectivamente, una votación bajísima.
—Y entonces Sergio Torres llega con un respaldo social ínfimo…
—Obligado a legitimarse en el ejercicio del Gobierno municipal.
De acuerdo con los propios números del CEE, la de 2013 es la elección
que más baja participación ciudadana ha registrado, con un 46.75 por
ciento. En elecciones intermedias le sigue la de 2007, con el 48.14 por
ciento, luego la de 2001, con el 52.75 por ciento y más allá, la de
1995, con el 59.48 por ciento.
Y no se ocupa ser ingeniero para ver que de 1995 a la fecha, la tendencia es invariablemente a la baja.
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