Desencanto y rebelión, la ausencia de panistas en las urnas: Loaiza
No fue el futbol ni el calor: Luis Roberto Loaiza Garzón, ex
presidente estatal del PAN y ex diputado local, no acudió a las urnas el
domingo 7 de julio por la farsa que para él representó la alianza Unidos Ganas Tú, los negocios y migajas que cuates
y parientes de dirigentes de su partido tienen en el Gobierno estatal y
la regresión que representa el mandato de Mario López Valdez.
Él no lo dice, pero está indignado y molesto. Evita usar la palabra
protesta, pero su ausencia de las casillas electorales, la primera en
toda su vida política desde los 18 años, es un acto de desobediencia,
una manifestación frente al desencanto.
—¿Cuál es tu balance de la contienda electoral, de un PRI que no
tuvo los votos de otros periodos electorales, un PAN que se desmoronó y
una ciudadanía que no participó?
—Creo que la ciudadanía sí participó rechazando las opciones
presentes, y creo que lejos de desmoralizarnos nos hace sentir que hay
una ciudadanía en latencia para despertarla y emocionarla y que en los
próximos procesos sean quienes decidan. Veo que la gente está sin rumbo y
sin esperanza y no ve claro, está confundida, no ve claro cuáles son
los líderes que pueden mejorar las cosas en la entidad y el país, y se
ha perdida mucho la credibilidad en los partidos y en los candidatos y
el propio Gobierno ha sido quien descalifica las instituciones. Hay una
regresión.
—Para muchos tuvo un papel muy importante el desencanto provocado por el gobierno de Malova…
—Pues resultó una capirotada en la que convergieron muchas corrientes
pero nunca tuvo un perfil definido, era un colache de corrientes de
priistas malovistas, millanistas, labastidistas, panistas y perredistas
de dirigencia, de pedigrí, y nunca se le vio un programa consistente de
compromiso hacia la sociedad. No se ve que tenga una propuesta de mejora
ni en rendición de cuenta ni en transparencia, eso es lo que ha faltado
en esa coalición que da origen a este gobierno, que haya un proyecto
común. Y lo mismo se le vio a esta coalición, sin una propuesta de
mejora. Presumían que eran gobierno y entonces eso habló de continuidad,
y ahora reclaman traición.
—Y reclaman que hubo fraude de Estado y resulta que ellos, el PAN y el PRD, están en el Gobierno.
—Y la pregunta es: ¿ese fraude de Estado es por parcelitas o en todo
la entidad?, porque así como dicen que el Gobierno actuó para favorecer
al PRI, los priistas saben que en otros municipios ellos tuvieron que
concesionarle a cuates o a gente cercana a ellos, a Malova,
concesionaron esas candidaturas, y lo mismo en el PAN y el PRD;
entonces le elección de Estado, ¿dónde fue? ¿Fue para perjudicarlos o
también para beneficiarlos en algunos lugares?
—¿Que está detrás de todo esto, coraje, indignación, protesta?
—Es una manera de manifestarse también, de la ciudadanía, una cosa es
la apatía que me valga, pero no me da lo mismo. Ese día sufrí, sentí la
obligación de ir a votar, pero tengo conciencia, ¿y para qué va uno a
engordar el caldo, a inflar un número, convalidar una farsa?
Para mí en esta elección se dio una serie de arreglos previos, un
reparto de posiciones, de tal manera que el propio gobernador estuviera
contento con todos. Desgraciadamente para él parece que el juego no le
salió perfecto y la alegría de unos se convirtió en rencores y reclamos
de otros.
—¿No es doble moral de ellos, hablar de fraude, honestidad, o de
limpieza electoral si ellos están en el Gobierno, o cuando en los
lugares que ganaron también hubo irregularidades?
—Si no es una doble moral es una simulación o un jueguito y los que están participando saben el modus operandi
y lo siguen jugando para burlarse de la sociedad; creo que la prueba
más importante está por verse en los próximos meses: si el PRI es
mayoría en el Congreso y si el PRI es oposición, si van a trabajar
diferente o como lo mismo, a la par del Gobierno, y entonces la pregunta
sería el PRD, el PAN, el PT, ¿qué van a hacer?
—Pero todo está muy desdibujado, porque el PAN se oponía al
endeudamiento y ahora lo aprobó, y hay actos de corrupción, voracidad
frente a la obra pública y esta queda en unas cuantas manos y nadie dice
nada, entonces es parte del desencanto frente a un gobierno que no
cumple y frente a una oposición que no existe.
—Es una contradicción porque el PAN dice una cosa pero sus
funcionarios hacen otra, como los diputados que aprobaron el aumento a
las tarifas del agua… Así se fueron generando candidaturas, dijeron que
no iban a meter parientes, pero no fue así, los dirigentes burlan
estatutos a través de las alianzas, de una figura artificiosa, de una
alianza de nada.
—Entonce no es un partido, es un grupo de poder.
—Son camarillas de poder y así como te digo, ese funcionario o
dirigente panista que busca su proyecto de ascenso en la política, hay
otros que descaradamente vienen a hacer transas, negocios, a sentarse a
rescatar lo más pronto posible el dinero que el ciudadano difícilmente
encuentra en los trabajos lícitos y que la única opción es la
delincuencia o la política, que también es delincuencia pero impune.
—¿Crees que deberían tener vergüenza, reconocer qué está pasando, propiciar un dialogo interno y cambiar?
—Es una función del gobernante que debe encabezar esfuerzos para
encauzar esto hacia el bien común, deben ser ejemplo, la actividad
ordenadora de todo lo demás, pero si el propio Gobierno se ha encargado
con desfachatez de presumir esa simulación y habla de acceso a la
información pública y a las primeras de cuentas que pides información de
fondo, te salen que por seguridad pública no te la dan, y te rebelan
las transas con la compra de patrullas, las placas chinas… a la primera
que le rascas se encubren, y aquí va una crítica al área de
Transparencia y Rendición de Cuentas del Gobierno del Estado: que digan
cuáles son los resultados, ninguno, todas están en el cajón, no hay
investigación que termine en fincar responsabilidades.
—Esto de lo fractura entre PAN y el Gobierno puede ser ficticia,
porque los grupos tienen presencia, cotos de poder en el Gobierno del
Estado.
—La fractura del PAN con el Gobierno no es cosa de deseos, eso tiene
que ser una realidad, ya estaba rota antes de la elección. El PAN no
manda ni influye en las decisiones del Gobierno, esa es la verdad. Y la
otra, el PAN tampoco está subordinado al Gobierno, los que están
subordinados son algunos dirigentes por intereses personales, porque les
consiguieron chambita a un familiar, que son muchos los que tienen ahí
los cuates, a que les asignaron su cuota, su migaja, y ya con eso están
comprometidos.
Es una vergüenza que hablen ahora de un rompimiento cuando eso
siempre ha estado roto, en todo caso lo que deben hacer es separarse y
que les corran a sus parientes para que se porten como dirigentes de
partido y candidatos de una institución, no como lacayos del gobernador e
infiltrados en las diferentes organizaciones.
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