Una
vez que los gobiernos de México y de Estados Unidos declararon muerto a
Heriberto Lazcano, el liderazgo de Los Zetas pasó a Miguel Ángel
Treviño Morales, el Z-40, La Mona o El Muerto. Pertenece a una extensa
familia de Nuevo Laredo, Tamaulipas, integrada por 13 hermanos, de los
cuales por lo menos seis han estado involucrados en el narcotráfico en
los últimos 15 años. En documentos de inteligencia de ambos países y
expedientes de cortes estadunidenses, Proceso encontró datos reveladores
sobre la vida, las actividades delictivas y la tragedia que envuelven
al clan Treviño. (Este reportaje se publicó en la edición 1878 del 28 de
octubre del 2012 en la revista Proceso).
MÉXICO, D.F.
(Proceso).- El Z-40 nació el 28 de junio de 1973 en Nuevo Laredo,
Tamaulipas, bastión de Los Zetas desde hace más de una década. Sus
padres son Rodolfo Treviño, quien ya tenía 49 años cuando Miguel Ángel
nació, y María Arcelia Morales, entonces de 34.
La pareja Treviño
Morales procreó una extensa familia: Juan Francisco alias Kiko Ozuna
(1955), Arcelia, Chelo (1957), Irma (1959), Alicia (1961), Rodolfo
(1963), María Guadalupe (1964), José (1966), Ana Isabel (1968), Jesús
(1970), Miguel Ángel (1973), Óscar Omar, Alejandro o El 42 (1976),
Cristina (1978) y Adolfo (1980).
De acuerdo con información de
agencias gubernamentales de inteligencia, tanto mexicanas como
estadunidenses, hasta 2007 María Arcelia Morales estaba viva; ahora
tendría 74 años. Residía en Nuevo Laredo, contaba con pasaporte para
visitar de forma legal a algunos de sus hijos y nietos que viven en
Estados Unidos y tenía a su nombre una camioneta Lincoln Navigator.
La
historia de los Treviño en el crimen se inició hace 19 años, con Juan
Francisco, alias Kiko Ozuna, el primogénito de la pareja Treviño
Morales.
El 29 de diciembre de 1993, en una revisión que el
servicio de aduanas de Estados Unidos realizó al azar, el vehículo de
Juan Francisco fue detenido y él negó en dos ocasiones que llevara más
de 10 mil dólares en efectivo. Al buscar en el auto se encontraron 47
mil 984 dólares, que le fueron confiscados.
Ese año la DEA y la
Patrulla Fronteriza habían emprendido una investigación sobre tráfico de
toneladas de mariguana de Nuevo Laredo a Texas, pero sólo tenían
algunas piezas del rompecabezas.
De acuerdo con el expediente criminal
3:95-CR-189-R, radicado en la Corte de Distrito Norte de Texas y del
cual se tiene copia, en octubre de 1994 el gobierno de Estados Unidos
acusó formalmente a Juan Francisco Treviño, a otro Treviño de nombre
Armando –se desconoce si es su familiar–, a Abraham Padilla (Benny),
Abel López, Fernando Quiroz (Vanna), Hipólito Ortiz (Polo), Óscar de
León (Pelón) y Edel Isaac de asociación delictuosa por poseer más de mil
kilogramos de mariguana con intención de distribuirla. En ese momento,
Miguel Ángel Treviño Morales tenía sólo 21 años.
El 18 de octubre
de 1994 Juan Francisco Treviño, Armando Treviño y Pedro Sánchez
comparecieron ante un funcionario judicial y, con base en la ley
vigente, pidieron un juicio rápido que debió llevarse a cabo en los 70
días posteriores a que voluntariamente se presentaron ante la justicia.
El
26 de mayo de 1995 Juan Francisco presentó una moción para que se
desecharan los cargos en su contra por no habérsele enjuiciado de manera
expedita. El 15 de junio de 1995 un tribunal de primera instancia
celebró una audiencia y desestimó los cargos que se le fincaron en
octubre de 1994.
Kiko Ozuna pensó que saldría inmediatamente de
prisión. No contaba con que días antes, el 7 de junio, la fiscalía había
iniciado una nueva acusación contra él por otra conspiración para
distribuir más de una tonelada de mariguana en territorio estadunidense.
Mientras esperaba el juicio expedito, la DEA obtuvo pruebas suficientes
para incriminarlo. Como en la mayoría de los casos, la agencia lo
consiguió a través de cómplices que se acogieron al programa de
informantes y testigos protegidos. Esas declaraciones hundieron por
completo a Juan Francisco.
Everardo Ramírez, presentado por la
fiscalía como testigo del gobierno, declaró en la Corte que un sujeto de
apellidos Tovar Ozuna le presentó a Juan Francisco Treviño, quien le
ofreció empleo. El trabajo consistía en transportar mariguana de Nuevo
Laredo a Dallas. El primer deber de Ramírez era almacenar la hierba en
su casa durante varios días y luego llevarla a la casa de Pablo de Luna.
“Al
siguiente mes, a petición de Tovar Ozuna, Ramírez estuvo de acuerdo en
almacenar y entregar mariguana que iba a ser transportada a Dallas. El
trabajo de Tovar para Juan Treviño era cruzar la mariguana por el río
(Bravo) a Ramírez. A su vez, Ramírez la llevaba a casa de Pablo de Luna,
donde era almacenada y luego transportada a través de una empresa de la
frontera”, señala el expediente judicial.
Ramírez declaró que
había participado en el tráfico de mariguana de Nuevo Laredo a Dallas
cerca de tres veces al mes durante año y medio.
Añadió que la mayor
carga de droga que almacenó fue de 600 libras (272 kilogramos) y que en
territorio estadunidense transportaban la droga en camionetas Suburban
que utilizaban los caminos privados de un rancho de gran extensión para
eludir los controles policiales. Frank Staggs, el dueño del rancho,
declaró que el cuidador de su propiedad era Armando Treviño.
Everardo
Ramírez también declaró que iba a encontrarse en un hotel de Dallas con
José Treviño Morales, hermano de Juan Francisco, quien se encargaría de
pagarle por sus servicios.
El gobierno de Estados Unidos se tardó años
en detectar y frenar las actividades delictivas de José, quien 17 años
después resultó ser la cabeza de la red de lavado de dinero de Los Zetas
en ese país a través del negocio de los caballos de carreras cuarto de
milla.
Otro delator clave fue Joe Chávez, quien trabajaba para
Kiko Ozuna. En diciembre de 1993 se acercó al agente especial de la DEA
Armando Ramírez para ofrecerse como informante. “Él tenía la sensación
de que esta cosa (la red delictiva) iba a derrumbarse”, se señala en el
expediente judicial.
El 24 de enero de 1994 Joe dio el pitazo al agente
especial de la DEA sobre un cargamento de mariguana que se iba a
entregar en Dallas el 26 de enero. El agente Ramírez, encubierto, ayudó a
Joe Chávez a cargar más de 463 kilos de mariguana en una Suburban anexa
a una casa móvil, en Laredo.
Cuando el cargamento llegó a Dallas
ya los esperaban unos agentes, que arrestaron a Riky Treviño y Abel
López. “Chávez declaró que la mariguana confiscada estaba destinada o
pertenecía a Juan Francisco Treviño Morales”, se afirma en los
documentos de la Corte. Eso fue suficiente para que el mayor de los
hermanos Treviño perdiera toda ilusión de salir de la cárcel.
El 1
de diciembre de 1995 Kiko Ozuna fue condenado a 22 años de prisión, que
se cumplen en 2017, cuando él tenga 62 años. Fue recluido en un centro
penitenciario cercano a Laredo y, de acuerdo con la sentencia, al salir
tendrá una libertad supervisada durante cinco años “en condiciones
normales y con cuatro condiciones adicionales”.
Juan Francisco
Treviño Morales sigue en prisión. Su hermano menor, Miguel Ángel, siguió
sus pasos y lo superó, hasta convertirse en el líder de una de las
organizaciones criminales más poderosas del continente: Los Zetas, a la
que el año pasado el gobierno de Barack Obama calificó de “amenaza
global” comparable con la Camorra de Italia, los Yakuza en Japón y el
Círculo de los Hermanos en Rusia.
El “Z-40”
Los primeros
rastros de la carrera criminal de Miguel Ángel Treviño Morales datan del
año 2000. La información de inteligencia obtenida señala que en esa
época era el encargado de la venta de droga al menudeo en la colonia
Hidalgo, en Nuevo Laredo, Tamaulipas, “además de llevar a cabo acciones
de secuestro, desapariciones y ejecuciones de las personas que no
pagaban su rescate”, se señala en los reportes.
Primero trabajaba
con Arturo Sauceda Gamboa, El Karis; Omar Lorméndez Pitalúa, El
Comandante Pita; Iván Vázquez Caballero, El Talibán, y Mateo Díaz López,
El Comandante Mateo. Pitalúa fue detenido en 2005, Díaz López en 2006 y
Vázquez Caballero en septiembre de 2012, mientras que Sauceda Gamboa se
encuentra prófugo.
Su ascenso en el mundo del crimen fue rápido.
Este semanario tuvo acceso a un documento elaborado por el FBI en 2005
con el título Los Zetas, una nueva amenaza para Estados Unidos. Ahí
aparece ya el nombre de Miguel Ángel Treviño Morales como uno de los
“operadores clave” del Cártel del Golfo en Nuevo Laredo. Se especifica
que trabajaba con Los Zetas, entonces brazo armado de dicho cártel.
Después
de Arturo Guzmán Decena, asesinado en 2002, y de Heriberto Lazcano,
presuntamente abatido por la Armada de México el 7 de octubre pasado,
Miguel Ángel se convirtió en el primer capo de Los Zetas que no provino
del Ejército sino directamente del mundo criminal, lo cual no significa
que carezca de entrenamiento o ignore las tácticas militares.
De
acuerdo con el estudio realizado por el FBI, los integrantes del Grupo
Aeromóvil de Fuerzas Especiales que abandonaron el Ejército para
enrolarse en el crimen organizado adiestraron al resto de la
organización criminal, además de aliarse con 30 exmilitares de los
Kaibiles, la fuerza especial antiguerrillera de Guatemala, conocida
internacionalmente por sus prácticas inhumanas y sanguinarias.
Según
el documento, Los Zetas establecieron campos de entrenamiento en un
rancho ubicado “entre Villa Hermosa y Río Bravo, Tamaulipas”, y el Z 40
debutó en el mundo del crimen en Nuevo Laredo, donde el grupo criminal
aplicó por primera vez el sistema de vigilancia con cámaras de video y
halcones.
De acuerdo con el citado reporte del FBI, cuando menos
desde 2005 el gobierno estadunidense tenía información de que Los Zetas
operaban en Coahuila, específicamente en Piedras Negras.
Entonces el
gobernador del estado era Enrique Martínez y Martínez, y el alcalde de
Piedras Negras era Claudio Mario Bres Garza, quien ya había gobernado en
el periodo 1997-1999.
Bres Garza fue elegido de nuevo en 2003 y
ocupó el cargo hasta mayo de 2005, cuando pidió licencia al Congreso del
estado. Fue sustituido por Mario Antonio Rincón Arellano. En septiembre
de 2005 hubo elecciones para gobernador, que ganó el priista Humberto
Moreira.
El FBI refiere que en 2005 el líder de la célula de Los
Zetas en Piedras Negras era un narcotraficante llamado Fernando
Villarreal, identificado como Z-40, sobrenombre que hoy utiliza Miguel
Ángel Treviño Morales.
“De acuerdo con el Centro de Inteligencia
de McAllen, Los Zetas operan en el área con la bendición de Rafael
Macedo de la Concha, procurador general de México”, se afirma en el
documento.
La primera averiguación previa en contra del Z-40 está
fechada en 2001, le sigue la PGR/SIEDO/UEIDCS/085/2003, y se abrieron
otras cinco en 2005. En una de éstas, la 176/DGDCSPI/05, Miguel Treviño
es señalado por una mujer como el que obligó a su esposo a trasladar un
tráiler cargado de cocaína.
En la parte de la información aportada
por agencias de inteligencia mexicanas, se establece que el 28 de abril
de 2005, durante una reunión entre funcionarios del FBI y del gobierno
mexicano, surgió por primera vez el nombre de Miguel Ángel Treviño,
Z-40, como un miembro importante de Los Zetas.
Actualmente el
gobierno de EU tiene varias acusaciones criminales abiertas en su
contra, una de ellas en la Corte del Distrito Sur de Texas
(5:08-cr-00244), en la que se le imputan 47 cargos que acumularían más
de 200 años en prisión. Y la más reciente la abrió en mayo de 2012 el
fiscal del Distrito Oeste de Texas por conspirar para lavar ingresos
provenientes del narcotráfico para Los Zetas mediante la compra,
entrenamiento y cría de caballos de carreras cuarto de milla en Estados
Unidos.
A sus 39 años, el Z 40 es el líder de la organización criminal considerada la más sanguinaria en México.
“Big Daddy Cartel”
No
sólo Juan Francisco y Miguel Ángel han ligado su vida a la delincuencia
organizada. De acuerdo con la información obtenida de agencias de
inteligencia y de expedientes criminales abiertos en Estados Unidos, sus
hermanos José, Óscar Omar (Alejandro), Jesús y Adolfo están o han
estado involucrados con el narcotráfico.
Entre la información
obtenida por Proceso se encuentra un amplio álbum familiar donde
aparecen los hermanos Treviño Morales en bodas, bautizos y reuniones. Se
muestran como una familia unida.
José nació el 23 de octubre de
1966 y vive desde hace años en Estados Unidos de forma legal, ya que
tiene el número de seguro social A# 091 596 819. Era un próspero criador
y corredor de caballos cuarto de milla hasta que el 12 de junio pasado
fue detenido con su esposa Zulema en su rancho de Lexington, Oklahoma.
En la demanda criminal 12-cr-00210, abierta en la Corte de Distrito
Oeste de Texas, fue acusado de lavar dinero para Los Zetas a través de
las empresas Tremor Enterprises, Tremor Enterprises LLC, Zule Farms y 66
Land LLC, dedicadas al negocio de los equinos.
Este caso,
destapado en junio por el gobierno de Estados Unidos, fue un festín para
la prensa internacional, ya que los caballos adquiridos con dinero de
Los Zetas ganaron importantes carreras en ese país, el Z 40 era socio de
las compañías y era copropietario de los animales de raza fina.
José
manejaba con ironía el negocio. Les daba a sus ejemplares nombres
relacionados con el narcotráfico: Corona Cartel, Coronita Cartel,
Morning Cartel, Number One Cartel, A Snowy Cartel y Big Daddy Cartel,
este último el más valioso de todos, según asentó la fiscalía en el
expediente del caso. Si durante años el boyante negocio no llamó la
atención de las autoridades de Estados Unidos, debieron hacerlo estos
nombres.
Tras el revuelo, el gobierno estadunidense embargó 463
caballos y en septiembre pasado el Internal Revenue Service (IRS,
equivalente a la Secretaría de Hacienda en México) subastó 99 caballos
de la cuadra de Los Zetas, por los que según la información oficial
obtuvo 32 mil 175 dólares. Cinco animales fueron excluidos del primer
evento a petición de José Treviño Morales, que les tenía un “apego
sentimental”, según el documento de la Corte; no obstante, ese lote de
caballos es también el de mayor valor económico.
El 5 de octubre
pasado la fiscalía informó a la Corte que entre el 1 y el 3 de noviembre
subastarían 384 cuarto de milla, incluyendo los cinco preferidos por
José.
En el expediente criminal sobre lavado de dinero se afirma
que Miguel Ángel Treviño entregaba el dinero sucio a su hermano José y a
su cuñada Zulema para que ellos se encargaran de la compra,
entrenamiento, alimentación de los animales, así como de inscribirlos en
las carreras.
La fiscalía afirma que el Z 40 es el responsable
directo del tráfico de cocaína de Sudamérica hacia Estados Unidos.
Puesto que entonces aún vivía Lazcano, a Miguel Ángel Treviño se le
considera uno de los dos líderes de Los Zetas.
“El 42”, Jesús y Adolfo
En
ese expediente surge el nombre del otro miembro del clan de los Treviño
involucrado con el narcotráfico: Óscar Omar, alias Alejandro o El 42,
de quien un rumor indicaba que fue abatido por la Armada de México en
Zacatecas el 23 de octubre pasado, pero esto no se ha podido confirmar.
Óscar
Omar Treviño nació el 6 de junio de 1976 y, según el expediente
criminal en el que aparece como coacusado, es uno de los mandos de Los
Zetas y se le atribuyen las operaciones para introducir droga y dinero
ilícito a Estados Unidos. También se le involucra en el manejo de los
caballos y de transferir fondos para ese negocio.
No es el primer
expediente criminal del hermano del Z 40 en el país del norte. En 2008
se abrió en su contra el expediente 08-cr-00244 en la Corte del Distrito
Sur de Texas. Se le acusa de formar parte del Cártel del Golfo y de Los
Zetas desde el año 2001 al menos.
La fiscalía afirma que El 42
trafica mariguana y cocaína de Nuevo Laredo a Estados Unidos y ha
rentado viviendas en Laredo, Texas, para que sicarios las utilicen como
casas de seguridad.
En cuanto a Jesús Treviño Morales, los
informes asientan que nació el 4 de octubre de 1970 y que para ocultar
sus actividades ilícitas se hacía pasar como ingeniero o contratista de
obras.
En 2004 fue acribillado con más de 50 disparos de AK-47 en
Nuevo Laredo. Su cuerpo fue encontrado en una construcción en Paseo
Colón y la calle Tamazunchale, según reportó entonces la prensa local.
En
la información de inteligencia obtenida se afirma que Jesús había
heredado el control de una célula de Los Zetas “pero no se ajustó a las
nuevas normas que rigen en el cártel” y fue asesinado por los propios
integrantes de la organización criminal que hoy encabeza su hermano
Miguel Ángel.
El más joven de los hermanos Treviño Morales,
Adolfo, fue asesinado el 18 de enero de 2006, cuando tenía 26 años. Su
cadáver fue abandonado al lado de un columpio en el parque ubicado en
Privada Gutiérrez y Arteaga, colonia Maclovio Herrera, de Nuevo Laredo.
El
Z 40 tiene un hermano llamado Rodolfo, 10 años mayor que él, quien se
dedica al transporte de carga. No hay registros de expedientes
criminales en su contra ni se sabe que el gobierno de México tenga
alguna indagatoria en su contra. En las fotografías familiares aparece
junto a Miguel Ángel y José.
/ 15 de julio de 2013)
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