MÉXICO,
D.F. (apro).- Qué oportuna es la captura del sanguinario
narcotraficante Miguel Treviño Morales, el Z-40: En medio del escándalo
por el espionaje que Estados Unidos practica cotidianamente en México
desde que Vicente Fox y Felipe Calderón se le arrodillaron, una postura
renovada por Enrique Peña Nieto.
No se trata, obviamente, de algo
fortuito. Tampoco es casualidad que la noticia se haya conocido primero
en ese país, a través del diario The Dallas Morning News, ni menos que
la captura haya sido ejecutada por elementos de la Marina Armada de
México.
Se trata de una maniobra tramada desde Estados Unidos, no
sólo para “matar” mediáticamente el insolente intervencionismo del
gobierno de ese país en el nuestro, como puntualmente informa esta
semana la revista Proceso, sino sobre todo para
reactivarlo con Peña, que con la captura de El Z-40 da su principal
golpe criminal en lo que va de su sexenio.
La detención del máximo
jefe de Los Zetas, caracterizados como los más crueles entre los
cárteles de la droga, se oficializó más de 17 horas después de ocurrida
—de las 3:45 a las 21 horas—, y sólo después de que el diario texano la
difundió pasadas las 5 de la tarde.
Y a la pregunta de un
compañero de si en la investigación y captura del Z-40 participaron
agencias de Estados Unidos —la DEA, por ejemplo—, el subsecretario de
Normatividad de Medios de la Secretaría de Gobernación, Eduardo Sánchez,
informó que la investigación fue “prácticamente” del gobierno de Peña,
iniciada desde el arranque del sexenio.
Más allá de detalles hasta
hilarantes —un helicóptero de la Marina “detuvo” la camioneta pick up
en que viajaba el narco con dos acompañantes—, el operativo y la
detención tienen todo el sello de Estados Unidos, incluida la
participación de la Marina en la detención del sucesor de Heriberto
Lazcano.
Los servicios de inteligencia de Estados Unidos han sido
desplegados en todo el país desde que, en el año 2000, Fox autorizó ese
intervencionismo que luego se profundizó con Calderón a través de la
Iniciativa Mérida, ambos con el mismo operador: Genaro García Luna, el
gran espía del panismo y, al mismo tiempo, un facilitador para la
intromisión estadunidense.
Tal como lo refieren Jorge Carrasco,
Jesús Esquivel y Mathieu Tourliere en el semanario que está en
circulación, en este arrodillamiento intervino, además de García Luna,
un personaje clave: Eduardo Medina Mora, director del Centro de
Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y secretario de Seguridad
Pública de Fox, y luego procurador general con Calderón y actual
embajador en Estados Unidos.
En diciembre de 2005, mucho antes de
que México y Estados Unidos comenzaran las negociaciones de la
Iniciativa Mérida, el Departamento de Estado inició el proceso de
licitación para la compra de un equipo capaz de “interceptar, analizar y
usar la información captada de todo tipo de sistemas de comunicación
que operan en México”.
El consentimiento de Fox para el espionaje
de Estados Unidos en México fue resultado de la Alianza para la
Seguridad y la Prosperidad en América del Norte, firmada en marzo de
2005 por Estados Unidos, Canadá y México a iniciativa de Washington,
luego de los ataques de Al Qaeda en territorio estadunidense en
septiembre de 2001.
En noviembre de 2010 (Proceso 1776),
Carrasco y Esquivel —este último corresponsal en Washington y autor del
revelador libro La DEA en México— acreditaron que, con el pretexto de
la “guerra” contra el narcotráfico, Calderón permitió la invasión de
espías gringos a México.
Más aún: nueve agencias de inteligencia
se instalaron en un edificio en el número 265 de Paseo de la Reforma, a
un costado de la embajada de Estados Unidos, con agentes del Pentágono
—lo que siempre ambicionó Estados Unidos—, del Departamento de Justicia,
de Seguridad Interior y del Tesoro.
La Oficina Binacional de
Inteligencia (OBI), creada por la Iniciativa Mérida, hizo que Estados
Unidos abriera, también, tres oficinas “satélites” en Ciudad Juárez,
Tijuana y en la zona militar de Escobedo, Nuevo León.
Así, la captura de El Z-40 no sólo no es fortuita. Estados Unidos la manejó, así haya sido con discreción…
Apuntes
Los
Zetas se debilitan, en apariencia, pero el que se fortalece es el
Cártel del Pacífico, con Ismael El Mayo Zambada al frente, muy por
arriba de El Chapo Guzmán, que estaría cómodamente en Estados Unidos…
Comentarios: delgado@proceso.com.mx y Twitter: @alvaro_delgado
/ 16 de julio de 2013)
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