Agueda Barojas Ontiveros
Si de alguien se podía esperar algo
en el cabildo guaymense era precisamente del abogado y por lo tanto
gran conocedor de las leyes, Librado Navarro Jiménez.
De Librado se esperaba mucho primero por su profesión, luego porque
en campaña enarboló la bandera de Andrés Manuel López Obrador.
En campaña su tema siempre fue, el mal gobierno, el de los panistas claro está.
Y es que en ese momento en Guaymas, Sonora y en el país gobernaba el
PAN, por ello, su memoria que es tan corta, solo le dio para cuestionar a
los malos gobiernos recientes.
Pero como no es lo mismo decir que hacer, hoy Librado Navarro está perdido en su laberinto, como que quiere y no quiere salir.
Sabe que es parte y cómplice de un mal gobierno, pero teme perder
privilegios ganados a pulso en campaña, los que le una regiduría.
Por ello Librado no nos puede librar de este mal.
Él sabe todas las irregularidades que esta administración está
cometiendo. Conoce cómo se ha inflado la nómina y los privilegios de los
que gozan los foráneos.
Sabe que el alcalde acude al palacio sólo cuando es necesario y de sus repentinas desapariciones.
Librado Navarro no se atreve a romper el yugo quien sabe por qué, ya que ni privilegios tienen.
Si por algo es están enojados es por eso, pero no entienden que siendo serviles, menos los tendrán.
Tienen más privilegios los foráneos que ellos.
Hace dos semanas, lo comentamos vía twitter, él y otros regidores
hicieron berrinche a alcalde, amenazaron con romper el silencio, citar a
los medios a conferencia de prensa y revelar, lo que no necesitamos que
revelen porque ya sabemos.
El encuentro fue en el hotel Playas de Cortés; ahí el alcalde Otto
Claussen Iberri, la síndico Oralia Sánchez y el Secretario del
Ayuntamiento, Ramón L eyva, se reunieron con los “rebeldes”.
Ahí estuvieron Karla Neudert del PRI, Lino Ruiz del PRD, Roberto
Romero del PRI, Jesús Fajardo del PRI, Ariel Gastélum del PRI, Librado
Navarro del MC y Arturo Escalante del PRI.
La regidora del PRI, Mireya Acuña Gómez, se enojó porque no la invitaron. Quien le manda no haber hecho berrinche.
Un desayuno no compromete a nadie pero a Librado Navarro por lo visto
sí, porque después del desayuno, se olvidó de la conferencia de
prensa.
Si Andrés Manuel López Obrador lo supiera volvería a perder antes de
pasar la vergüenza de saber que prestó las siglas a oportunistas que
prefirieron la complacencia a romper el vicio que existe en el cabildo
de someterse al gobernante en turno solo por unas migajas, mientras
otros se llevan la tajada más grande.
(EL PORTAL DE LA NOTICIA/ Agueda Barojas Ontiveros /Lunes, 15 de Julio de 2013 10:1)
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