Más de 12 mil familias en pobreza extrema
Se necesitan casi 3 mil millones de pesos para dotar al
municipio de 11 obras fundamentales. “Hay destinos turísticos que se han
caído por esos problemas”, admite el presidente municipal
Inés García Ramos
A un lado de los paradisiacos destinos, los
complejos residenciales y turísticos de primer mundo, donde los
visitantes se alojan en lujosas habitaciones y disfrutan de las playas
en Los Cabos, existen comunidades en rezago, sin agua potable ni
servicios básicos.
El presidente municipal Antonio Agúndez no tiene reparos
en admitirlo, incluso así lo expuso ante senadores, diputados federales
y locales durante una reunión en Loreto. El objetivo del encuentro era
la promoción turística de Baja California Sur, pero el alcalde aprovechó
la oportunidad para exponer la problemática en su municipio.
“Tenemos una economía emergente, con infraestructura
turística de primer mundo, pero también está el rezago social, tenemos
que abatir esa brecha tan amplia entre el desarrollo económico y el
social”, expone.
Entrevistado por ZETA al término del encuentro
donde compartió mesa con la secretaria de Turismo Claudia Ruíz Massieu;
los senadores priistas Ricardo Barroso e Isaías González; el gobernador
de la entidad, Marcos Covarrubias; legisladores locales, presidentes
municipales y empresarios de la localidad, el alcalde compartió la
principal problemática del destino turístico.
De entrada, admite que “es un problema que ha rebasado a
los gobiernos”, conforme la inversión en materia turística aumenta,
también lo hace la población, pero no los servicios. “En los últimos
diez años, hay más del doble de habitantes y eso ha complicado la
cobertura en servicios”, explica.
“El mesero que trabaja en los restaurantes más caros,
las mucamas de los hoteles más lujosos, regresan a sus casas para
encontrarse sin agua, ellos sufren esa carencia de servicios, aunque
todos los días acudan a sus trabajos”, añade.
Para atender, por ejemplo el déficit de 250 litros por
segundo en tuberías de agua potable, la propuesta es utilizar la
promoción y atracción de inversión turística para que el gobierno,
desarrolladores y sector social, empujen el mejoramiento de la calidad
de vida y bienestar de los ciudadanos.
Entre las buenas noticias, el presidente municipal
reconoce la inclusión de Los Cabos en la Cruzada contra el Hambre para
atender a las más de 12 mil 500 familias en pobreza extrema.
Siendo el único municipio beneficiado del programa en el
Estado, al alcalde se le cuestiona si Los Cabos tiene las comunidades
más pobres en la región:
“Es lo que nos dice la CONEVAL (Consejo
Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social) como parte
de los 400 municipios en el programa”, su respuesta.
Asegura
que con los recursos por recibir, no solamente se destinarán a dotar de
alimentación a los más necesitados; también a infraestructura urbana,
educación y salud.
El primer edil insiste en la urgencia de atacar el
problema que mantiene a sus gobernados sin agua hasta por diez días.
“Hay destinos turísticos que se han caído por eso, entonces, tenemos que
garantizar que el desarrollo se dé de manera integral, que todo mundo
tenga calidad de vida”, comenta.
A pesar que la cobertura de red hidráulica alcanza al 95
por ciento de la población, se practican los tandeos por la falta de
volumen. Refiere que hay comunidades sin agua durante tres o cinco días,
pero en las colonias de Cabo San Lucas, los residentes alegan más de
una semana sin el servicio.
El problema del agua
Aunque el acalde asegura contar con la infraestructura
necesaria para brindar el servicio, hay localidades como Cabo San Lucas
sin agua en el subsuelo y con escasos 40 litros por segundo para
abastecer a sus habitantes.
Mediante dos acueductos instalados y 200 litros
aportados por la planta desalinizadora, se busca abastecer a la
población completa. Por ejemplo, la batería de pozos se encuentra
localizada en el acuífero San José, y también abastece a Cabo San Lucas,
separados por 40 kilómetros.
Para continuar con la segunda etapa de la planta
desalinizadora, la cual permitiría, entre otros beneficios, lograr una
producción de 400 litros por segunda, se requieren más de 500 millones
de pesos de inversión.
De ahí que el proyecto fuera presentado ante autoridades
federales y estatales. “Necesitamos trabajar para la ampliación de la
planta desalinizadora con otros 200 litros por segundo, la iniciativa la
presentamos hace unos años en la Cámara de Diputados, lo volvimos a
presentar en 2012 con la Dirección General de CONAGUA”, insiste Antonio
Agúndez.
Un segundo proyecto para el abastecimiento de agua es la
“Línea Morada”, en San José del Cabo, y que mediante el tratamiento de
agua para su reutilización, entrega 60 litros por segundos adicionales,
pero solamente a ciertos desarrollos.
A pesar que el sector empresarial todavía no resiente
los efectos de la escasez de agua, el presidente municipal reconoce que
si no se trabaja en la solución, la sostenibilidad de los desarrollos
será afectada.
Y es que con una población de 263 mil habitantes – el 5
por ciento vive en pobreza extrema-, de acuerdo a los resultados del
Censo de 2010, la población demanda más servicios.
“A Los Cabos llegan familias del sur de México, Chiapas,
Guerrero y Oaxaca, vienen a buscar una oportunidad para mejorar su
vida, pero tenemos estos problemas”, refiere durante la entrevista.
Para solucionar las problemáticas en los arroyos San
Luchas, El Zacatal, San José, la Cuenca de Santiago y otros, se necesita
una inversión de alrededor de 3 mil millones de pesos. Difícil de
obtener en una sola participación, admite el alcalde, pero necesaria.
“Podemos avanzar de manera plurianual, una vez que las
participaciones federal y estatal quede registrada en la Unidad de
Hacienda. La obra en El Zacatal es la que urge más y no puede permitir
ganar terreno”, explica Antonio Agúndez.
11 proyectos, 3 mil millones de pesos
En la carpeta de proyectos presentada ante autoridades
federales, Los Cabos expuso 11 proyectos de pavimentación, construcción
de puentes y encauzamiento de arroyos. En espera por la falta de
inversión, se requieren casi 3 mil millones de pesos para todos. El
alcalde espera conseguir fondos suficientes para iniciar el
encauzamiento del arroyo El Zacatal.
Mediante la construcción de obras de defensa, protección
y encauzamiento pluvial del arroyo El Zacatal, el XI Ayuntamiento de
Los Cabos proyecta la colocación de concreto en el canal de tres
kilómetros de longitud en la localidad de San José del Cabo.
Con ello, se bifurcaría el recorrido de las aguas para
disminuir el riesgo generado por fenómenos meteorológicos y proteger las
zonas urbanas donde habitan más de 96 mil personas. La obra requeriría
de 14 meses y alrededor de 194 millones de pesos.
También ahí, se requiere la construcción del puente
vehicular para conectar la Carretera Federal Número 1 con el arroyo. De
dicha forma, se garantizaría la conexión vial en las principales
colonias, ya que en temporada de lluvias, se interrumpe la movilidad de
los habitantes por los escurrimientos.
De acuerdo a la ficha técnica del proyecto, 96 mil
habitantes serían los beneficiados, la obra tomaría ocho meses en
concluir, con una inversión de 233.5 millones de pesos.
También en San José del Cabo, se busca encauzar el
arroyo San José-El Saltillo, el municipio solicita la construcción de un
canal de concreto con una longitud de 7.6 kilómetros. Además, se
trabajaría en el revestimiento de los taludes con colchonetas de gavión
para evitar la erosión sobre el cauce.
De tal forma, los 96 mil habitantes de San José del Cabo
verían disminuidos los riesgos generados por los fenómenos
meteorológicos. Requiere una duración de 18 meses e inversión de 461
millones de pesos.
Otras obras requieren menor inversión, por ejemplo, el
encauzamiento del arroyo Santiago -también en San José del Cabo-
costaría 87 millones de pesos, tomaría 10 meses para concluirse y
beneficiaría a los 3 mil habitantes de la región.
En casos como los del canal entre el arroyo Salto Seco y
San Luchas, el sector empresarial se vería beneficiado. El objetivo del
proyecto es encauzar las aguas del arroyo San Luchas hasta integrarlo a
Salto Seco, mediante la construcción de un canal de concreto con nueve
kilómetros de longitud.
De esta forma, se brindaría protección contra
inundaciones -recurrentes- en las colonias de interés social a las
orillas y los desarrollos turísticos que ahí se ubican. Una segunda
ventaja, de acuerdo al documento, sería la recuperación de terrenos para
desarrollos de vivienda y turísticos.
También permitiría la interconexión de servicios e
infraestructura vial que se interrumpe por el cruce de los arroyos para
beneficiar a 133 mil 430 habitantes. La obra necesitaría dos años y
tiene un costo de 494 millones de pesos.
En el rubro de carreteras, se planteó la necesidad de
pavimentación del arroyo Nicolás Tamaral y construcción de puentes sobre
los arroyos Salto Seco y la boruca Cabo San Lucas. Para realizarlo, se
necesitan 84 mil metros cuadrados de concreto hidráulico, 16 meses de
ejecución de duración y una inversión de 425 millones de pesos.
De acuerdo al proyecto, la obra mejoraría la movilidad
urbana y reduciría los gastos generalizados de viaje, disminuiría la
contaminación y contribuiría a optimizar la imagen urbana, reduciendo
además el riesgo de los habitantes en temporada de lluvias.
En la ciudad de San José del Cabo, se busca la
pavimentación de la calle Margarita Maza de Juárez, precisamente sobre
el Centro de Convenciones G20. Con un área de 14 mil metros cuadrados,
se calculan 4 mil beneficiados a partir de la obra de seis meses de
duración y un costo de 29 millones de pesos.
Mientras la pavimentación de la calle Aguajito -de la
Carretera Federal a Bulevar Forjadores- en San José del Cabo, tiene como
propósito desahogar el alto tráfico de la ciudad y se estiman ocho
meses de obra, con inversión de 32 millones de pesos.
Por último, está la construcción de tres puentes
vehiculares. El primero iría del camino estatal Las Cuevas a La Ribera,
para garantizar el traslado vía terrestre que se interrumpe cuando
ocurren lluvias extraordinarias, situación que deja incomunicada a la
población de La Ribera con el resto del municipio.
Según estimaciones, se beneficiaría a 2 mil 500
habitantes con la obra de ocho meses de duración y con 178 millones de
pesos de inversión.
Para atender a la comunidad del arroyo Salto Seco, se
contempla la construcción de un puente vehicular desde la Carretera
Federal Número 1. Sería una obra complementaria al proyecto integral de
encauzamiento.
La obra de nueve meses de duración tendría impacto en el
transitar de 133 mil habitantes y un costo de 342 millones de pesos. En
Cabo San Lucas, se programa la construcción del puente vehicular en la
Avenida Leona Vicario, con costo de 160 millones de pesos y seis meses
de duración.
Durante 2012, Los Cabos destinó 200 millones de pesos a
obra pública, la misma cantidad está programada para ejercerse este
2013. La carpeta de los 11 proyectos, sin embargo, queda fuera de las
expectativas del municipio, por lo que solamente las participaciones
federal y estatal harán posibles las importantes obras.
(SEMANARIO ZETA BCS/ Inés Garcia Ramos/
junio 10, 2013)
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