Redacción/ Proceso
México, D.F.,
apro).- Petróleos Mexicanos (Pemex) anunció este martes la construcción del
gasoducto Tucson-Sásabe, para importar 770 millones de pies cúbicos diarios de
gas producido en Estados Unidos.
En la obra, para la
cual se invertirán 460 millones de dólares, participará la empresa japonesa
Mitsui Corporation ltd, compañía con la cual Pemex firmó un memorándum de
entendimiento y cooperación.
De acuerdo con
información difundida por la agencia Notimex, el director general de la
paraestatal, Emilio Lozoya Austin, aseguró que el proyecto tiene como objetivo
principal abaratar la energía y con ello hacer más competitivo y rentable el
financiamiento en México, además de que, aseguró, abrirá oportunidades de
inversión y empleo a lo largo del gasoducto.
Es un proyecto en el
que también participará una tercera empresa que por motivos de confidencialidad
no se puede revelar todavía, indicó Lozoya.
El director de Pemex
especificó que la construcción el gasoducto, que correrá de Tucson hasta
Mazatlán, disminuirá considerablemente el precio de importación de gas, porque
Estados Unidos es el país con el precio más bajo del mercado en el mundo.
El funcionario
federal indicó que para cubrir el déficit de gas en México actualmente, la
importación se realiza tanto de Perú como de Trinidad y Tobago, por lo que los
costos aumentan considerablemente.
“La diferencia de
precios es importante, el gas hoy en día estaba en el orden de cuatro dólares
por unidad BTU (unidad de medida de energía British Thermal Unit) en Estados
Unidos, mientras que en Asia, que es el precio que México está importando,
ronda en eso de los 18 dólares”, dijo.
“Es decir, cuando el
proyecto del gasoducto Tucson-Sásabe y el de Los Ramones se concrete, el precio
del gas y de la energía que México estará consumiendo será mucho menor”, afirmó
Lozoya Austin, quien admitió que el gobierno de Enrique Peña Nieto heredó el
problema de la falta de infraestructura en materia de gasoductos.
Informó que
actualmente el gasoducto Los Ramones es el proyecto principal de Pemex para la
importación desde Estados Unidos, mismo que deberá estar terminado para 2014.
Sin embargo,
advirtió que los beneficios tangibles en la economía doméstica no podrán darse
en tanto no se concrete una reforma energética.
Explicó que la importación
de gas hoy en día ronda entre el 10 y 15% del consumo nacional, por ello, para
que realmente tenga un impacto “en las casas, en los hogares y en la industria
nacional, tendríamos que producir mucho más gas a estos precios y esto sólo se
logra con una reforma energética”, apuntó.
(PROCESO/ Redacción/ 9 de abril de 2013)
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