Camelia Muñoz/Zócalo
Saltillo, Coah.-
Oportunidades enriqueció a varios “oportunistas” que, valiéndose de que el
Partido Acción Nacional era quien gobernaba, ingresaron a uno o varios
integrantes de las familias de líderes de organismos políticos como
beneficiarios del programa social que está destinado a apoyar a las familias de
escasos recursos.
Casas con terminados
costosos, extensos terrenos de construcción y patios, negocios que van desde
minisúper hasta venta de lubricantes, es con lo que cuentan algunos
beneficiarios o ex titulares de los apoyos que de forma indebida se les entregó
y que llegaban en algunos casos a los 12 mil pesos bimestrales.
Zócalo Saltillo
constató que según el padrón de beneficiarios y de quienes han causado baja en
el mismo, las necesidades de varios no se configuran en necesidades urgentes,
ya que las características físicas de sus viviendas, solamente, así lo delatan.
Los casos están
relacionados con familiares de funcionarios públicos de los municipios de San
Buenaventura, Nadadores y Castaños, donde se ha detectado que las condiciones
que guardan los beneficiarios no tienen nada que ver con las necesidades de
muchas personas del mismo lugar u otros municipios por ser madres solteras,
tener hijos en la escuela o requerir de atención médica.
De acuerdo con la
investigación, hubo quienes recibieron cantidades importantes sin necesitarlas,
como es el caso de la síndico de Nadadores Eva Ríos Briones, quien junto con su
secretaria María de Lourdes Rodríguez Gaytán, recibieron aproximadamente 42 mil
pesos.
Margarita Tovar
Flores y Vanessa Y. Carrillo Tovar, son hermana y sobrina respectivamente del
responsable de Enlace Municipal de Oportunidades, Raúl Tovar. Ellas ingresaron
desde el 2009 al programa y habrían recibido alrededor de 20 mil pesos cada
una. Ambas residen en la colonia Lindavista, donde habitan una propiedad cuya
fachada, a simple vista, delata que disponen de una situación económica
desahogada.
Los acabados en la
vivienda no son usuales en el lugar y por ello se consideran que son de las
familias más acomodadas del lugar.
Cómo o porqué se
dieron estas situaciones no se sabe con certeza, porque en el estado existen
infinidad de casos que no necesariamente están relacionados con partidos
políticos o funcionarios municipales del albiazul. Lo cierto es que la
situación económica de muchos de beneficiarios resultó muy favorecida con los
recursos de un programa que fue diseñado para atender los problemas más
inmediatos de la población vulnerable, como las que Zócalo Saltillo ubicó en
los municipios de Viesca y Francisco I. Madero.
LOS OPORTUNISTAS
Alguien jamás
imagino que uno de los beneficiarios del programa Oportunidades pudiera
conseguir los recursos, alrededor de 38 mil 500 pesos, cuando en su propio
domicilio cuenta con una vulcanizadora y un comercio dedicado a la venta de
lubricantes con su propio apellido: “Infante”.
Se trata de Bertha
Alicia Infante Herrera, quien vive en la calle Galeana 302 colonia
Independencia Norte, en el municipio de Castaños.
Aún más, Infante
Herrera es esposa de Eulalio Cruz Veliz, líder del Partido Acción Nacional y
una de sus hijas es regidora en el mismo municipio.
A un lado de los
negocios se ubica su domicilio. Los tres en un extenso terreno donde fácilmente
cabrían varios cuartos como en los que viven las familias de la Laguna, una de
las cuales cuenta con tres cuartos: dos recámaras y un espacio que lo mismo
sirve de recibidor, como de cocina y sala.
Uno de los
municipios que concentra la mayor parte de los casos es San Buenaventura. Aquí
funcionarios actuales en la administración municipal demostraron que sus
ingresos no son suficientes para satisfacer sus necesidades y debieron de
recurrir a programas sociales, en lugar de promoverlos en beneficio de la
población.
Ejemplos son los de
la directora de Ecología, Alma Graciela Cortez Palos, quien con el folio
0503100010666802 obtuvo alrededor de 30 mil pesos. Su domicilio se ubica en la
colonia Eulalio Gutiérrez, ahí se alcanza a apreciar que se encuentra en
constante construcción y la fachada adquiere características que sobresalen del
resto de las viviendas que se ubican sobre la calle Coahuila.
Blanca Nohelia
Mancha Menchaca, directora de Limpieza en el municipio, recibía el beneficio
bajo el folio 0503100010572501 y obtuvo 28 mil pesos.
María Cecilia Valdez
Martínez, secretaria en la oficina de Obras Públicas, tiene el folio
0503100010582901 y aún se encuentra como familia activa. Cuenta con un vehículo
y su casa también se ubica en un amplio terreno de la colonia 18 de Febrero.
Ella aún recibe recursos por 11 mil 600 pesos cada bimestre.
Laurentina Falcón
Rico, esposa del ex presidente del PAN en ese municipio, Javier Valle, cuenta
con una vivienda que tiene amplio patio, según se logró apreciar al transitar
por la calle De las Flores, donde los vecinos indicaron que se trata de una familia
que sí goza de situación económica estable. Valle además está considerado como
parte de la planilla de regidores plurinominales para las próximas elecciones.
Su esposa habría recibido 27 mil pesos.
Otras personas
beneficiarias han sido identificadas como Lidia Marines Montelongo, quien
recibió 16 mil 500 aproximadamente.
En tanto Rosa
Enedelia Rodríguez Reyes, hermana de un candidato a regidor plurinominal del
PAN, Héctor Rodríguez, y cuñada de la actual directora de Áreas Verdes, obtuvo
43 mil pesos en todo el tiempo que estuvo como beneficiaria del programa
social.
Su casa parece una
de las residencias del pueblo y, como en las demás, hay acabados que
difícilmente pudieran tener familias de las zonas rurales de Coahuila, quienes
tratan de “estirar el recurso” lo suficiente para que les rinda el dinero.
DE OPORTUNISTAS A VERDADERAS OPORTUNIDADES
Doña Emilia Esquivel
no se anda por las ramas y de forma directa dice: “si no hubiera tenido
Oportunidades mis hijos no tendrían escuela”. Ella fue de las primeras
beneficiarias hace más de 10 años. Con el recurso logró sacar adelante a sus 5
hijos y dos nietos.
Ella radica en el
rancho San Miguel, de Francisco I. Madero. En el pequeño espacio que hace las
funciones de “recibidor” cuenta con dos mecedoras. En una de ellas se sienta y
comienza a platicar su historia desde que buscó la ayuda del Gobierno Federal.
“No, pues no me
acuerdo qué año sería, pero fuimos de la primera etapa. Vienen y me encuestan y
estuvimos en entrevistas y con esto pude sacar a mis cinco hijos de la
secundaria y dos de mis nietos, porque mi hija fue madre soltera”, manifestó.
Ahora sólo tiene una
hija de 13 años que estudia secundaria y a la cual le ofrece todo el apoyo que
se puede dar.
“Su dinero está
guardado, de aquí le damos para el transporte; son alrededor de 20 pesos para
que vaya al ejido Frontera a estudiar; también para hacer sus tareas que son la
mayoría de computadora. Ella quisiera que le compráramos una, pero no podemos”,
dice.
Con el apoyo de
Oportunidades también hace su mandado, pero lo más importante es que le
permitan que su menor hija Karen Yilem pueda concluir sus estudios.
Hubo un tiempo que
la dieron de baja. Ella no sabe porqué motivo, pero posteriormente volvieron a
reafiliarse.
“A mí me ayudó en
muchas cosas porque les compraba uniformes, la comida y cuando faltaba zapatos
o algo, pues yo ya tenía. Porque yo no malgastaba ese dinero, lo guardaba hasta
que se necesitaba. Ahora por ejemplo le están pidiendo uniforme de calor”,
expresó.
Doña Emilia
cuestiona que haya gente que reciba estos recursos sin tener una real necesidad
como la que ella tenía.
“Son egoístas porque
hay otras personas que necesitan más que ésas que tienen la manera o el modo. A
pesar que me las vi apurada, con lo poquito que me daban no completaba para
comprarles uniformes a todos mis hijos”, dice.
Recuerda que antes,
hace muchos años, cuando iba a recoger los apoyos, el coordinador les decía a
varias personas que era evidente que no requerían del apoyo: “ustedes vienen de
muy pico colorado y sí, pues ya les va a llegar Oportunidades para que se
vuelvan a comprar su colorete y a quien le caiga el saco, pues que se lo
ponga”, aunque no decía los nombres era conocido que desde ese entonces se
apoyaba a gente que no lo necesitaba.
“Si no existieran
estos programas mis hijos se hubieran quedado con la pura primaria y como Dios
me diera licencia los hubiera sacado adelante, pero hubiera sido difícil”,
dijo.
La historia de doña
Emilia es similar a la de muchas familias de las comunidades ejidales de
Coahuila, donde las condiciones climatológicas y sociales les impiden hasta
tener sus huertas familiares para sembrar algo de alimentos.
La fachada de su
casa contrasta con las grandes viviendas en las que viven las esposas de
funcionarios y políticos locales de los municipios de la región centro.
Verónica Hernández
Domínguez platica que cuenta con tres hijos y el programa le ha ayudado a tener
una buena alimentación. Ahora sólo recibe el apoyo por una de sus hijas que
tiene discapacidad visual.
“Yo soy una persona
muy pobre. Aquí ven mi casa cómo está”, dice mientras señala una estufa que
opera con carbón o madera, ya que no puede darse el lujo de cocinar con gas.
“Yo estoy muy
agradecida con lo que nos han dado porque mi casa es pobre. Sólo tengo una cama
y con lo que me ayudan no dejaría de comprar alimento para comprarme una cama.
Agradecida estoy de que me den alimento para mí y para mis hijos”, dice.
Otro caso es el de
Santa Teresa Fernández Mejía, quien muy sincera dice: “si llegaran a quitarme
Oportunidades, pues estaré siempre agradecida por lo que han hecho de mi
familia”, dice.
Y es que poco a poco
ha logrado ampliar su casa donde habita con su esposo y dos hijos de lento
aprendizaje, a quienes debe llevar dos días a una escuela de educación especial
que se ubica en la cabecera municipal de Viesca.
Ella habita en el
ejido Villa de Bilbao y afirma que desde hace 14 años recibe este tipo de
apoyos.
“Yo podría trabajar
para sacar a los dos niños adelante y con lo poco que me dan sacamos para
calzado, ropa y pagar su escuela. A los niños, de 13 y 10 años, se les tiene
que pagar en las dos escuelas y comprar el material también. Aunque si
estuviera trabajando no podría estar con ellos. Realmente es un gran orgullo
que nos permite seguir adelante si lo podemos aprovechar”, dice.
La historia de
Natalia Juárez Ramírez es similar. Ella tiene a una niña en secundaria y un
joven que estudia la prepa, su padre está enfermo y tiene un hermano también
con retraso mental.
Ella tiene tres años
en el programa y bimestralmente recibe 3 mil 600 pesos del programa. Se
encuentra separada de su esposo y es quien se hace cargo de su familia y aunque
estuvo trabajando en una maquila debió dejar el empleo para estar con su
familia.
Se dedica a elaborar
también tamales para cubrir los gastos de su familia, debido a que el padre de
los menores no trabaja por un problema de salud.
Su hija Rubí
Guadalupe es beneficiaria directa de este programa y afirma que de no contar
con el dinero, sería difícil seguir estudiando y por ello dice que son apoyos
que deben aprovecharse, pero destinarse a quienes lo necesitan. Desde la mesa
que también es el punto de reunión de la familia, ella se dedica a estudiar.
“Es de gran apoyo y
es cierto que no teníamos antes esa atención y ahora debemos ir dos veces al
año a que nos pesen, pero además nos organizan para ayudar en la comunidad.
Natalia explica su
historia, mientras que un pájaro pequeño ingresa a su cocina y picotea la olla
que está encima de la estufa. Es un espacio pequeño, pero ella no se queja.
“Yo me he preguntado
que si no existiera el programa ¿cómo le hubiera hecho para vestir a mis
hijos?”, se cuestiona.
HAY QUE VALORAR LOS CASOS
El coordinador de Oportunidades,
Shamir Fernández, sostiene que el reordenamiento del programa se lleva a cabo y
recordó que quienes han causado baja fue por disposición de las anteriores
autoridades, pero que ellos llevarán a cabo.
“Estamos depurando
el programa según lo que establecen las normas de operaciones que permiten
ayudar a más de 60 mil beneficiarios y los estamos revisando todos y cada uno”,
dice.
Considera que es una
medida inadecuada que haya funcionarios como beneficiarios de este programa.
“No puede ser
posible que un funcionario o una persona que tiene un ingreso adecuado para
vivir cómodamente haya estado o reciba el beneficio, cuando hay gente que no lo
tiene y lo requiere”, expresó.
En entrevista dijo
que incluso no se descarta, si resulta procedente, que se establezcan denuncias
por los casos donde haya pruebas que se actuó con alevosía y ventaja.
Der las más de 6 mil 500 familias que han causado
baja, el coordinador identificó a 4 mil 734 personas que recibían el apoyo,
pese a que sus condiciones económicas no lo ameritaban.
SAN BUENAVENTURA
Alma Graciela Cortez Palos, directora de Ecología de
este municipio gobernado por el PAN, $30,000.
Blanca Nohelia Mancha Menchaca, directora de Limpieza,
recibió $28,000 aproximadamente.
María Cecilia Valdez Martínez, secretaria en Obras
Públicas, recibe el beneficio y aparece en el status como Familia Activa.
$11,600
Margarita Tovar Flores, hermana del enlace municipal
de Oportunidades, Raúl Tovar, recibió $19,000.
Vanessa Y. Carillo Tovar, sobrina de Raúl Tovar,
recibió $20,000.
Laurentina Falcón Rico, esposa del ex presidente del
PAN en ese municipio y actual candidato a regidor plurinominal, Javier Valle,
recibió $27,000
Lidia Marines Montelongo recibió $16,500.
Rosa Enedelia Rodríguez Reyes, hermana del candidato a
regidor plurinominal del PAN, Héctor Rodríguez, y cuñada de la actual directora
de Áreas Verdes. Recibió $43,000.
NADADORES
María Eva Ríos
Briones, síndico Fiscalizador y su secretaria, ambas identificadas con el
Partido Acción Nacional, recibieron $42,600.
CASTAÑOS
Bertha Alicia
Infante Herrera, esposa de Eulalio Cruz Véliz, dirigente del PAN en ese
municipio y con una de sus hijas como regidora, cuenta con un negocio de
vulcanizadora y recibió $38,500.
(ZOCALO/ Revista Visión Saltillo/ Camelia Muñoz/ 29 de
Abril 2013)
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