A la policía europea parece interesarle más el combate
al anarquismo (que ellos equiparan automáticamente con terrorismo) que al
narcotráfico. Así lo demuestran un acuerdo de cooperación que en breve se
negociará entre la policía europea y el gobierno mexicano y el informe sobre
“las tendencias terroristas en la UE” que acaba de hacerse público. Un recuento
de atentados en Italia y México explicaría la alarma de la Europol.
Marco Appel/ Proceso
BRUSELAS (Proceso).-
La policía de la Unión Europea (UE), Europol, pretende que el acuerdo de
cooperación que negociará con el gobierno de Enrique Peña Nieto incluya el
intercambio de información sobre los grupos anarquistas que operan en México.
El pasado 4 de
octubre el Consejo de la UE aprobó que la Europol comience las negociaciones
del acuerdo con el gobierno mexicano. El principal componente del mismo sería
la lucha contra el narcotráfico, pero no el único.
Esa eventual
colaboración de las policías mexicana y europea contra los anarquistas
(tendencia a la que automáticamente califican de terrorista) se enmarcaría en
la política europea de combate al terrorismo, señala un documento de la Europol
fechado el 4 de abril de 2012 y cuya copia tiene Proceso.
El documento
precisa: “Hasta la fecha no ha existido cooperación entre México y la UE en
materia de lucha contra el terrorismo. Sin embargo México es relevante para
Europol porque ha habido reportes de la presencia de miembros de grupos
terroristas con base en Europa (por ejemplo ETA). México también es muy
relevante para Europol por los numerosos ataques anarquistas extremistas que
han sido cometidos allá (…) Con frecuencia (los autores) claman que fueron
perpetrados en solidaridad con anarquistas encarcelados en la UE”.
Según el documento,
la información que diera la policía mexicana al respecto se incorporaría a una
base de datos operacional con la que trabaja la Europol y que corresponde al
“terrorismo interno”. Su nombre oficial es Analysis Work Files Dolphin.
El 25 de abril de
2012 la Europol publicó su Reporte sobre la situación y las tendencias del
terrorismo en la UE, el más reciente y que corresponde a hechos ocurridos en
2011.
La Europol dedica
tradicionalmente un apartado de ese reporte al “terrorismo de izquierda y
anarquista”.
El documento señala
que en 2011 hubo 37 ataques terroristas –adjudicados a grupos anarquistas y
revolucionarios– en Dinamarca, Alemania, Grecia, Italia y España. En 2010 hubo
45 ataques de ese tipo. La mayoría, incendios provocados.
El reporte de la
Europol da cuenta de 23 ataques con bombas en 2010 y 11 el año siguiente. Esos
atentados causaron seis muertes en 2010 y una en 2011, en Grecia, cuando un
activista fabricaba un dispositivo explosivo en el sótano de un inmueble. En
Italia dos personas fueron heridas en dos atentados distintos en 2011.
LA FAI
En su reporte la
Europol hace hincapié en la actividad de la Federación Anarquista Informal
(FAI) de Italia. Explica que ese grupo reivindicó ataques en 2011 en su país y
en Grecia, Alemania y Suiza, y confirma que su modus operandi ha sido “durante
años” el envío coordinado de dispositivos explosivos por correo. Recientemente
la FAI comenzó a operar también en el Reino Unido.
La FAI se creó en
2003. Ese año y el siguiente envió una serie de cartas explosivas a diputados
del Parlamento Europeo en Bruselas y a dirigentes de otras instituciones
europeas, como el entonces presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, o
el del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, además de la sede de
Eurojust (órgano de cooperación judicial) y de la propia Europol en La Haya,
Holanda.
La FAI es uno de los
grupos anarquistas con más fuerza y determinación de Europa, como lo muestran
sus recientes actividades.
El 9 de diciembre de
2011 un explosivo –dentro de un sobre amarillo y acolchonado– estalló en la
oficina tributaria de Equitalia en Roma. La explosión destrozó el vidrio de un
escritorio y causó heridas en una mano y los ojos al director de la agencia,
Marco Cuccagna.
Dos días antes la
FAI había enviado una carta-bomba al director ejecutivo del Deutsche Bank, Josef
Ackermann. La carta, que contenía una combinación de explosivo y metralla, fue
descubierta por los servicios de seguridad del banco. La dirección del
remitente correspondía a la del Banco Central Europeo, localizado a unas
cuantas calles de la sede del Deutsche Bank, en Frankfurt, Alemania.
En esa ocasión la
policía halló un mensaje de la FAI que advertía de tres ataques con bomba
“contra bancos, banqueros, rufianes y parásitos”.
El 7 de mayo de 2012
un hombre que viajaba en motocicleta le disparó a Roberto Adinolfi, ejecutivo
del grupo Ansaldo Nucleare, del consorcio aeroespacial y de defensa
Finmeccanica. La víctima fue herida de una pierna.
Días después, el 16
de mayo, la FAI –mediante una carta que publicaron periódicos regionales del
sur de Italia– amenazó al presidente del Consejo de Ministros, Mario Monti, y
anunció que preparaba nuevas acciones para vengar el encarcelamiento de ocho
anarquistas en Grecia.
En esa carta, de
tres páginas, el grupo reivindicó el atentado contra Adinolfi y se refirió al
de la agencia de impuestos Equitalia, que se ha convertido en un símbolo de la
crisis que atraviesa el país. La fuerte presión que ejerce la autoridad
tributaria sobre sus ciudadanos ha provocado numerosos suicidios.
La FAI advirtió en
ese mensaje que atacaría al Estado italiano, “igualmente a través de Equitalia,
hasta que cambie su política y comience a proteger al pueblo”, como respuesta a
las declaraciones de la ministra del Interior, Annamaria Cancellieri, en el
sentido de que el atentado contra la agencia tributaria se consideraba una
agresión al Estado.
La organización
clandestina agregó que cada suicidio provocado por la crisis económica sería
considerado un “asesinato cometido por el Estado”.
En ese momento la
policía italiana decidió reforzar la seguridad de varios magistrados de
Bolonia, Italia, que habían sido amenazados por anarquistas griegos por estar
implicados en la investigación sobre un paquete bomba enviado desde Atenas al
entonces presidente del Consejo italiano, Silvio Berlusconi, el 1 de noviembre
de 2010. El envío de ese material explosivo se atribuyó a miembros del grupo
griego Conspiración de Células del Fuego (CCF), ligado a la FAI.
También recibieron
protección policiaca ocho empresarios, entre ellos el director de Finmeccanica,
Giuseppe Orsi, quien fue detenido el pasado 12 de febrero por haber cometido
presuntos actos de corrupción en la venta de 12 helicópteros a la fuerza aérea
india cuando él era director general de la empresa AgustaWestland.
LA RED MEXICANA
Muchos grupos
anarquistas en otros países han revindicado –con el nombre de la organización
italiana– sus propias acciones: México tiene una “fracción” (la FAI Informal
México) con presencia en diversos estados.
La FAI Informal
México y otros grupos anarquistas mexicanos tienen una estrecha relación con
sus pares griegos. La actividad de estos grupos ha crecido desde hace unos
cuatro años, según el experto Jorge Lofredo, del Centro de Documentación de los
Movimientos Armados.
Los anarquistas
italianos consideran que la ofensiva más reciente del Estado contra ellos
comenzó en 2001 con la creación de grupos especiales policiacos para su
seguimiento. Los de México aseguran que la represión en su contra se endureció
en el Distrito Federal durante la Jefatura de Gobierno de Marcelo Ebrard
(2006-2012).
Los ataques
anarquistas en México son numerosos, pero muy pocos son divulgados por los
medios. Ese fue el caso del paquete explosivo depositado en un buzón de correos
que el 21 de febrero pasado estalló en manos de un trabajador del Servicio
Postal que lo sustrajo ilegalmente.
En un comunicado
fechado el 22 de febrero, el ataque lo reivindicó el grupo anarquista
Individualidades Tendiendo a lo Salvaje, uno de los más activos en México y
cuyos ataques contra “el sistema tecnoindustrial” apuntan a académicos y
científicos de centros como la UNAM o el Tecnológico de Monterrey. Este grupo
reivindicó el asesinato –cometido en Cuernavaca el 8 de noviembre de 2011– de
Ernesto Méndez Salinas, experto en biotecnología de la UNAM.
La FAI Informal
México y otros grupos anarquistas han realizado acciones recientes: El viernes
5 el Grupo Revolucionario Insurreccionalista Tendiendo a la Anarquía-Emile
Henry-Federación Anarquista Informal (FAI)/Frente Revolucionario Internacional
(FRI) reivindicó la quema, el 18 de enero en Oaxaca, de un camión de pasajeros
de la línea Tucdosa; el “sabotaje” de cuatro cabinas de Teléfonos de México y
el envío de “una bomba incendiaria de fabricación casera”, el 29 de marzo, a
una sede del PAN.
Esta última acción,
señalaron los anarquistas, la efectuaron en solidaridad con las radios
comunitarias y las comunidades que se oponen a los megaproyectos eólicos en el
istmo de Tehuantepec. El explosivo fue desactivado por la policía.
El pasado 6 de marzo
un grupo de jóvenes anarquistas anunció que había celebrado una “actividad
solidaria” (una concentración) frente a la embajada de Italia en México.
Protestaron por la detención de varios de sus compañeros en Europa, en
particular ocho de ellos en Italia, uno en Suiza y otro en Alemania, como
resultado del operativo policiaco Osadía, el 13 de junio de 2012. Algunos de
los capturados eran blogueros del sitio en internet Culmine.
También expresaron
en esa acción pacífica su solidaridad con dos anarquistas más detenidos en
Italia el 27 de agosto de 2012 y manifestaron su apoyo a los anarquistas
griegos del grupo CCF encarcelados en su país.
Antes la fracción
del Distrito Federal de la FAI Informal México y otra de las CCF reivindicaron
el incendio de dos bodegas de productos farmacéuticos en San Juan Xalpa,
Iztapalapa, el pasado 18 de septiembre.
Los anarquistas
mexicanos mencionaron en un comunicado que el propósito de dicha acción fue
expresar su solidaridad con su compañero Mario López, con Gabriel Pombo da
Silva y Marco Camenisch, encarcelados en Alemania y Suiza, respectivamente; con
los prisioneros de las CCF en Grecia y con los detenidos del 13 de junio de
2012 en Italia.
López fue capturado
el 29 de junio de 2012 tras detonar un explosivo en Coyoacán, encarcelado en el
Reclusorio Sur y liberado bajo fianza el 29 de diciembre pasado.
El 21 de agosto de
2012 la FAI Informal México y las CCF asumieron la autoría de otro incendio
provocado, esta vez el de la empresa Plásticos Viga, en Apodaca, Nuevo León, y
otro en el Museo de la Revolución Mexicana en el centro de la ciudad de Puebla.
Esas acciones,
indicaron, fueron para solidarizarse con el “anarcoecologista” Braulio Durán,
preso en León, Guanajuato, por presuntamente haber prendido fuego a un cajero
automático de HSBC el 17 de septiembre de 2009; con Mario López y de nuevo con
los anarquistas presos en Italia tras la operación Osadía.
Pero el atentado más
evidentemente cercano al movimiento anarquista italiano fue el de la madrugada
del 12 de diciembre de 2011 contra el Instituto Italiano de Cultura, en
Coyoacán. Fue reivindicado por la Célula Anarquista Revolucionaria Gabriella
Segata Antolini y las Células Autónomas de Revolución Inmediata-Práxedis G.
Guerrero (CARI-PGG)/ Fracción de la FAI Informal México.
Estas mismas
organizaciones hicieron estallar el 18 de septiembre de 2012 un artefacto
explosivo en una sucursal de BBVA-Bancomer en la colonia Obrera del Distrito
Federal. En abril y mayo de 2012 CARI-PGG envió dos paquetes explosivos a la
embajada griega en México, el primero a nombre del entonces procurador
capitalino Miguel Mancera.
En el comunicado de
reivindicación del ataque al Instituto Italiano de Cultura en México los
anarquistas expresaron nuevamente el apoyo a sus compañeros presos en Italia y
en particular a Federico Buono, un anarquista detenido el 15 de junio de 2011
en Milán en posesión de dos bombas caseras.
Los anarquistas
mexicanos señalaron que ese atentado contra el instituto cultural –dependencia
del gobierno italiano– fue también para afirmar su “presencia” en la FAI y el
FRI.
(PROCESO/ Marco Appel/ 29 de abril de 2013)
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