Jenaro Villamil/ Proceso
MÉXICO, D.F.
(apro).- Calificada por sus críticos como el “mayor rescate financiero en la
historia del país”, el Senado aprobó la reforma constitucional a los artículos
73, 79, 117 y tres transitorios para regular y transparentar las deudas de
estados y municipios, cuyo monto ascendió a 434 mil 761 millones de pesos, de
acuerdo con el cierre del 2012.
La reforma
constitucional ordena la creación de un registro público único de empréstitos y
obligaciones, instituye el Sistema de Alertas “para el seguimiento sobre el uso
del endeudamiento público”, prohíbe que los recursos de la deuda se utilicen
para gasto corriente y ahora sólo será para el concepto de “inversión
productiva”.
Al mismo tiempo, la
reforma, que incluyó la dictaminación de seis iniciativas de las diferentes
bancadas, faculta al Congreso para expedir leyes en materia de responsabilidad
hacendaria y coordinación fiscal, que tengan por objeto el manejo sostenible de
las finanzas públicas.
La reforma del
Senado mantiene la facultad de los congresos locales para definir los montos
del endeudamiento de cada entidad o municipio, pero sólo podrán aprobarlos por
mayoría calificada (dos tercios) y no por mayoría simple.
Son cinco las
entidades que registran un “problema grave” de sobreendeudamiento. Ante esta
situación, la solución fue “regulemos a corto plazo, para no dejarle deuda a la
siguiente administración”, advirtió el senador del PRI, Raúl Cervantes Andrade,
presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, que dictaminó junto con
otras dos comisiones la iniciativa.
“Generamos el
problemario (sic) constitucional y legislativo que teníamos que desahogar y
abrimos un procedimiento, abierto a los expertos de la Conago, a las
organizaciones de los presidentes municipales, a la academia, a las
calificadoras, a las instituciones bancarias y a la problemática del régimen de
contabilidad gubernamental”, argumentó Cervantes.
Por su parte, el
senador perredista Alejandro Encinas argumentó que se incorporaron principios
constitucionales fundamentales que permitirán condiciones favorables para el
crecimiento económico y el empleo.
Presidente de la Comisión
de Estudios Legislativos, Encinas también destacó que por primera vez se le
otorgan facultades al Congreso para expedir leyes en materia de
responsabilidades hacendarias; y el Senado asumirá responsabilidades en la
fiscalización y seguimiento de los recursos públicos.
El senador del PAN,
Carlos Mendoza Davis, destacó que los acuerdos alcanzados para aprobar esta
enmienda constitucional cerrarán “el círculo perverso de una federación
eficiente y estados deficientes”.
A su vez, el
senador, Armando Ríos Pitter, del PRD, apuntó que existe “un problema
virreinal” en los estados, donde los congresos locales votan los montos del
endeudamiento “a modo de la voluntad del gobernante en turno”.
Al argumentar a
favor de la iniciativa, Ríos Pitter destacó como uno de los puntos más
destacados la creación de un Registro Nacional de Deuda, que cada tres meses
permitirá la revisión de cómo se comporta la deuda de cada una de las 32
entidades federativas.
“ES UN GOLPE AL FEDERALISMO”: MARIO DELGADO
El senador del PRD y
ex secretario de Finanzas del Distrito Federal, Mario Delgado, fue el más
crítico en la tribuna con la aprobación de la reforma, ya que, a su juicio,
“abre la puerta al mayor rescate financiero de la historia” porque abre
peligrosamente una definición de endeudamiento en la que “puede caber todo” y
hay muchos pasivos ocultos.
Delgado también
consideró que la reforma es un “golpe al federalismo” porque permitirá que la
Secretaría de Hacienda tenga una “tarjeta de crédito para los estados,
convirtiendo la deuda pública de éstos y los municipios en una variable
política cuando debería ser una variable económica”.
Delgado criticó que
se “legisló a ciegas” porque no se recibió la información adecuada por parte de
las autoridades de Hacienda; y sostuvo ante el pleno: “No hay en este recinto,
un legislador que sepa a cuánto ascienden los pasivos de los estados y
municipios del país, ni qué características tienen”. El pretexto, abundó, fue
“el secreto bancario”.
El senador
perredista criticó la definición de deuda para “inversión productiva” porque,
tal como quedó la reforma, se abre la posibilidad de que la deuda de organismos
y empresas públicas, y hasta de fideicomisos, se convierta también en deuda de
los estados.
El senador del PT,
Manuel Bartlett, adelantó que los otros cuatro legisladores de su bancada
votarían en contra; y coincidió con Delgado en que esta reforma atenta contra
la soberanía de los estados.
“El problema del
endeudamiento en los gobiernos de los estados es la falta de un federalismo
fiscal. Mientras no haya auténtico federalismo fiscal, no hay federalismo y no
se remedia el problema”, sentenció Bartlett, ex gobernador de Puebla.
El panista Jorge
Luis Preciado Rodríguez también criticó la minuta y anunció su voto en contra.
Argumentó que no fueron incorporadas las propuestas del PAN y criticó que esta
reforma permitirá que los estados adquieran deuda para pagar deuda, de acuerdo
a las tasas de interés en ese momento.
(PROCESO/ Jenaro Villamil/ 16 de abril de 2013)
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