Reforma
México, DF.-
Acompañada de Miguel Ángel Yunes, la maestra Elba Esther Gordillo se abrió paso
hasta la oficina del vicecoordinador de los diputados del PAN, en el cuarto
piso del edificio H del Palacio Legislativo de San Lázaro. Preguntaba a gritos
dónde estaba Germán Martínez.
Era 22 de octubre de
2003. Ella militaba aún en las filas del PRI, y coordinaba al rebaño tricolor.
“Supe que operaron
al diputado Francisco Barrio y vengo a saludarlos y a ofrecer nuestra ayuda”,
soltó Elba Esther ante el diputado Martínez, que estaba a cargo de la bancada
debido a que Barrio convalecía en Houston tras la cirugía a corazón abierto.
Acompañado de la
diputada Margarita Zavala, esposa de Felipe Calderón, y del diputado Juan
Molinar Horcasitas, Germán invitó a la maestra y a Yunes a tomar asiento.
Platicaron largo y, al salir, posaron sonrientes para los fotógrafos.
Aliada de Vicente
Fox y Marta Sahagún, la maestra tomaba contacto por primera vez con los
calderonistas que conformaban el grupo de coordinación en la bancada panista.
Fue el primero de
muchos encuentros que pronto rindieron frutos: el 31 de octubre de 2003, PRI y
PAN aprobaron un nuevo Consejo General del IFE presidido por Luis Carlos
Ugalde, tras arduas negociaciones en las que Gordillo y Martínez decidieron
repartirse el instituto, ante la negativa del PRD a aceptar sólo dos
consejeros.
Un año después, Elba
Esther y Germán dieron forma a la bancada “elbiazul” con la que Fox trató de
sacar adelante la reforma fiscal que eliminaría la exención del IVA en
alimentos y medicinas. La maestra topó con la negativa de la mayoría del PRI,
rompió con Roberto Madrazo, fue destituida de la coordinación en una maniobra
ejecutada por Manlio Fabio Beltrones y Emilio Chuayffet y, a la larga, fue
expulsada del PRI.
Durante un año, en
aquella LIX Legislatura, la líder del SNTE fraguó muchos acuerdos con los
panistas. Algunos los pactaba en Los Pinos con Fox y Sahagún; otros,
directamente con los diputados. Pero quizás su alianza más importante fue la
establecida con el grupo de Calderón: Germán, Molinar, su esposa Margarita,
aquellos con los que en 2004 empezaba a construir su proyecto presidencial,
justo desde la Cámara de Diputados.
Cobijo foxista
La líder del SNTE
fue acogida por el PAN desde el arranque de la administración de Vicente Fox, a
quien había conocido desde 1994 en las reuniones del Grupo San Ángel, del que
también formaba parte Jorge Castañeda, amigo de Elba Esther y primer secretario
de Relaciones Exteriores de Fox.
De la mano de
Castañeda, Gordillo se convirtió en una discreta aliada de Fox desde antes de
los comicios del 2000. Iniciado el primer gobierno de la alternancia, la
maestra avaló el nombramiento de Reyes Tamez como secretario de Educación
Pública y poco a poco lo fue haciendo de su equipo, a grado tal que lo
convirtió en diputado de Nueva Alianza en 2009.
La maestra apoyó a
Marta Sahagún en la creación de la fundación Vamos México, y pactó con ella el
denominado “Compromiso Social por la Calidad de la Educación”, que fue firmado
el 8 de agosto del 2002.
Gordillo llegó a la
secretaría general del PRI en marzo del 2002 en fórmula con Roberto Madrazo, y
desde entonces abrió una línea de diálogo y colaboración con Los Pinos, que no
fue compartida por todo el PRI.
En 2004, cuando fue
destituida de la coordinación del tricolor en la Cámara de Diputados, Gordillo
encontró refugio en el foxismo para colocar a sus allegados: Miguel Ángel Yunes
fue nombrado secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y
después subsecretario en la Secretaría de Seguridad Pública. Tomás Ruiz, que
antes había ocupado la dirección de Banobras con Fox, fue invitado a la Lotería
Nacional.
Además de ellos,
otro elbista ya estaba colocado en el gobierno: Benjamín González Roaro, que
desde el 2000 fue designado titular del ISSSTE.
A pesar de su
rompimiento con el grupo de Madrazo, Gordillo se mantuvo en el PRI, en una
situación de cada vez más confrontación interna, hasta que en septiembre de
2005 fue orillada a renunciar a la secretaría general.
Desde dentro del
tricolor, Gordillo organizó la fundación del partido Nueva Alianza, cuyo
registro le fue otorgado en 2005 por el IFE de Luis Carlos Ugalde.
También desde el PRI
planeó la candidatura presidencial de su ex compañero diputado Roberto Campa
Cifrián, como abanderado del Panal.
Se alió al grupo de
gobernadores disidentes del líder tricolor –conocido como Todos Unidos Contra
Madrazo, TUCOM– y lanzó la campaña “¿Tú le crees a Madrazo?”, y jugó
abiertamente en contra de su partido en las campañas del 2006.
Sin embargo, fue
hasta el 13 de julio del 2006 –cuando el PRI ya se había hundido al tercer
lugar en los comicios presidenciales–, que el PRI se decidió a expulsarla de
sus filas.
Aliada electoral
Durante el primer
año de la administración calderonista, el PAN hizo convenios electorales con
Nueva Alianza para las elecciones de gobernador en Yucatán, Baja California y
Michoacán. Sólo ganaron Baja California y, para el año siguiente, la maestra
diversificó sus alianzas, buscando acuerdos locales con el PRI en Hidalgo,
Coahuila, Nayarit y Quintana Roo, que le resultaron más redituables.
En 2009, Nueva
Alianza ganó con el PRI las gubernaturas de Campeche, Colima y Querétaro. En
San Luis Potosí el Panal se alió con el PAN y perdieron; mientras que en Sonora
se alió con el PRI, y ganó el PAN.
En 2010, el Panal
jugó con el PRI (y ganó) en Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Hidalgo,
Quintana Roo, Tamaulipas y Zacatecas.
Se alió con el PAN
(y perdió) en Tlaxcala y Veracruz. En esta última entidad con su colaborador
Miguel Ángel Yunes como candidato.
En Puebla, en
cambio, logró que la gubernatura la ganara su incondicional, Rafael Moreno
Valle, como candidato de una alianza PAN-PRD-Panal.
En 2011 la maestra
la jugó con el PRI en el Estado de México y arrasaron a la oposición. Además,
en una clara señal de rompimiento con Calderón, aprovechó un pleito con Yunes
para revelar el contenido de sus acuerdos del 2006 con el panista.
“Vino la sucesión y
llegamos al acuerdo de ir con el presidente Calderón por la Presidencia,
previos arreglos de orden político que no deben avergonzar a nadie, a mí no me
avergüenzan”, dijo en conferencia el 29 de junio. Y días después, Calderón tuvo
que admitir el arreglo, aunque explicó que las posiciones que le otorgó ya
venían “pactadas” desde el gobierno de Fox.
P
ese a todo, en
noviembre de ese año, la maestra impulsó la alianza Panal-PAN para las
elecciones de gobernador de Michoacán, donde la hermana del Presidente, Luisa
María Calderón, fue candidata. Esos comicios también los perdieron.
Gordillo había
pactado una alianza electoral con Humberto Moreira para apoyar a Enrique Peña
Nieto en los comicios del 2012, pero cuando Moreira tuvo que dejar el PRI por
el escándalo de la deuda de Coahuila, la nueva dirigencia priista rompió la
alianza.
Conocida su
animadversión hacia Josefina Vázquez Mota, la maestra tampoco pudo aliarse con
el PAN, por lo que terminó empujando la candidatura de Gabriel Quadri.
En las elecciones de
gobernador, concurrentes con la presidencial, el Panal se alió con el PAN en
Guanajuato, donde ganaron. Se alió con el PRI en Chiapas, Morelos y Tabasco, y
sólo ganó Chiapas. Y compitió con candidato propio (y perdió) en Jalisco y
Distrito Federal.
Siempre protegida
por Calderón, Gordillo acumuló en su sexenio más poder del que había tenido con
los cuatro presidentes con los que convivió.
Al final de los
gobiernos panistas Gordillo no sólo tenía un sindicato, tenía además un
partido, Nueva Alianza, que hoy cogobierna 20 entidades federativas, tiene una
bancada de 10 diputados federales, una senaduría (que ocupa su hija Mónica
Arriola); supera los 230 mil militantes, obtuvo más de un millón 150 mil votos
en las elecciones presidenciales del 2012, y este año recibirá prerrogativas
por casi 260 millones de pesos.
El investigador
Sergio Aguayo calculó que tan sólo en los tres primeros años del sexenio de
Calderón, Gordillo tuvo bajo su control indirecto presupuestos por más de 345
mil millones de pesos, a través de las dependencias en las que el panista
colocó a políticos vinculados a ella (Enfoque, 13 de diciembre de 2009).
Este tipo de
señalamientos, desde diversos sectores sociales, fueron constantes. En el
sexenio se denunció el enriquecimiento de Gordillo, su estorbo para la
modernización de la educación, la opacidad con la que se manejan las cuotas
sindicales del magisterio, excesos como el regalo de las Hummer o la
realización de costosos eventos con presencia de figuras internacionales como el
Dalai Lama. Pero Calderón decidió no tocarla.
Nunca en su
administración se abrió alguna investigación a sus cuentas personales, o a las
del sindicato.
Aliada de principio
a fin, todavía el pasado 21 de agosto, al arranque del ciclo escolar 2012-2013,
la maestra apareció con Calderón en una ceremonia oficial, autoelogiándose por
haber pactado una alianza que, según ellos, acabó con la venta de plazas de
maestros. El PAN ya había perdido la Presidencia, y Gordillo consolaba a
Felipe, diciendo que su obra perduraría.
Ella lo llevó al
poder y él le pagó con posiciones políticas, además de impunidad total.
Alianza calderonista
A partir de su
primer contacto, en otoño del 2003, Germán Martínez y Miguel Ángel Yunes se
convirtieron en artífices de la relación entre Felipe Calderón y Gordillo. Y en
2005, ambos coordinaron la ayuda del magisterio a la precampaña del michoacano
en el proceso interno del PAN.
Gordillo aceptó
ayudar a Felipe para derrotar a Santiago Creel y, según una conversación
telefónica que fue filtrada a la prensa en el otoño del 2005, sugirió que el
artífice de los apoyos fuera su yerno, Fernando González, quien trabajó en esas
labores con el coordinador de la precampaña calderonista, Juan Camilo Mouriño.
Calderón evitó hacer
públicos sus tratos con Gordillo, e incluso renegaba de ella y acusaba a Creel
de ser él quien estaba recibiendo apoyos corporativos del magisterio.
Pero el 22 de
octubre del 2005, justo un día después de haber ganado la candidatura
presidencial del PAN, Calderón se reunió con Gordillo y 200 dirigentes
seccionales del SNTE en las instalaciones deportivas que tiene el sindicato en
Cuajimalpa. Un encuentro organizado por Germán Martínez y el yerno de la
maestra.
Y un mes más tarde,
el michoacano tuvo que admitir públicamente que buscaría hacer una alianza con
Elba Esther: “por más que se satanice, pues nada más son un millón 200 mil
maestros, y además son líderes en las comunidades. No es falta de escrúpulos,
es hacer política como se hace en todo el mundo”, respondió al ser cuestionado
sobre sus acuerdos con Gordillo, a quien antes él y su equipo despreciaban y
criticaban (Reforma, 26 de noviembre de 2005).
Durante la campaña,
Gordillo mantuvo sus contactos con Mouriño y con el dirigente del PAN, Manuel
Espino, para apoyar a Calderón. En pleno conflicto postelectoral, se hizo
pública una conversación telefónica en la que Gordillo pedía al gobernador
priista de Tamaulipas, Tomás Yarrington, movilizar el voto en favor del
panista.
La alianza con
Calderón quedó al descubierto y, al formar su gobierno, el panista comenzó a
pagarle facturas:
Miguel Ángel Yunes
fue nombrado director del ISSSTE; Roberto Campa Cifrián, secretario ejecutivo
del Sistema Nacional de Seguridad Pública; Francisco Yáñez, director de la
Lotería Nacional, y su yerno Fernando González Sánchez, subsecretario de
Educación Básica de la SEP.
Benjamín González
Roaro llegó a la Cámara de Diputados postulado por el PAN, y Rafael Moreno
Valle fue palomeado por Calderón para ser senador panista por el estado de Puebla.
Calderón y Gordillo
sellaron su pacto en mayo del 2008, cuando la SEP y el SNTE firmaron la Alianza
por la Calidad Educativa.
Cada 15 de mayo, Día
del Maestro, y al arranque de cada ciclo escolar, Calderón aparecía sonriente a
lado de su aliada y protegida. Los tres secretarios de Educación que tuvo
durante su administración fueron sometidos por la maestra: Josefina Vázquez
Mota, Alonso Lujambio y José Ángel Córdova Villalobos.
(ZOCALO/ Reforma/03/03/2013 - 04:03 AM)
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