Con gran despliegue, el martes 5 Televisa difundió la
noticia de que había llegado a un acuerdo con el periódico inglés The Guardian
para emitir un comunicado conjunto en el que anunciaban un acuerdo amistoso
para dirimir sus diferencias en torno a las acusaciones de que el consorcio
mexicano había realizado promoción subrepticia para beneficiar a Enrique Peña
Nieto. Medios y comentaristas ligados a la televisora dijeron que el rotativo
se había disculpado, lo cual explícitamente no es cierto. En su espíritu, la
postura del diario británico sólo podía entenderse como una hábil maniobra
diplomática para ahorrarse engorrosos litigios.
Jenaro Villamil
MÉXICO, D.F.
(Proceso).- Desde mediados de enero pasado, los directivos del periódico The
Guardian tomaron una decisión frente a la amenaza de un largo litigio en
tribunales británicos con el Grupo Televisa: era necesario llegar a un arreglo
con el consorcio dirigido por Emilio Azcárraga Jean para evitar el pago de una
fuerte sanción económica.
En Gran Bretaña, la
mayoría de los jueces ha favorecido en los últimos años a quienes promueven las
demandas por daño moral contra los grupos mediáticos. El mismo The Guardian fue
obligado mediante orden judicial a revelar en 1983 una fuente confidencial que
detonó el escándalo de la presunta instalación de misiles crucero
estadunidenses con armas nucleares en territorio británico.
En los últimos años,
a raíz del escándalo de espionaje telefónico y fabricación de notas por parte
del semanario News of the World, del magnate Rupert Murdoch –detonado y
documentado precisamente por The Guardian–, así como las demandas contra la BBC
y otros medios impresos británicos, los corporativos mediáticos prefieren
evitar las demandas, según confirmaron a Proceso dos despachos de abogados
conocedores de esta situación en el Reino Unido.
Frente a este
panorama, el martes 5 Televisa y The Guardian dieron a conocer un comunicado en
el que el periódico británico cede y acuerda con Televisa “resolver
amistosamente” sus diferencias, surgidas a raíz de la publicación de una serie
de reportajes que confirmaban lo que Proceso había documentado desde octubre de
2005: la existencia de un “plan de acción” y de contratos para promover al
entonces gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto, mediante entrevistas pagadas
y publicidad encubierta en programas de espectáculos.
Redactado con sumo
cuidado y en un tono amable y condescendiente con el Grupo Televisa, The
Guardian no desmiente la información publicada por su corresponsal en México,
Jo Tuckman, pero tampoco defiende el contenido de los reportajes publicados del
7 al 26 de junio de 2012, como sí lo había hecho anteriormente frente a una
andanada de airadas réplicas enviadas a la redacción del periódico británico
por Regina Moctezuma, responsable de comunicación corporativa del Grupo
Televisa.
En el comunicado
conjunto del martes 5, ambas empresas acuerdan arreglar la disputa mediante una
declaración conjunta en la cual The Guardian reitera que “no fue posible
verificar la autenticidad de los documentos en cuestión”, en clara referencia
al conjunto de archivos informáticos que hablaban de un “Plan de Acción” del
Grupo Televisa para favorecer a Peña Nieto.
“The Guardian
publicó estas acusaciones de buena fe, basado en el material entregado por una
fuente confidencial”, precisa la declaración conjunta. El periódico británico
afirma que “no tuvo la intención de sugerir que estos documentos constituían
una prueba concluyente de parcialidad o sesgo informativo por parte de
Televisa.
“The Guardian
reconoce que Televisa y sus periodistas buscan mantener los más altos
estándares editoriales y comprende que lo publicado haya causado profundo
malestar”, establece el diario.
El mismo día,
algunos programas radiofónicos y comentaristas vinculados a la televisora
mexicana editorializaron señalando que The Guardian “se disculpó” con Grupo
Televisa, pero en ninguna de las líneas del comunicado se habla de una
disculpa.
El ex canciller
mexicano Jorge G. Castañeda declaró en Radio Fórmula que “los buenos
negociadores que tiene Televisa en estos asuntos realmente pudieron llegar a un
muy buen acuerdo con The Guardian, que emitió una declaración que no es una
disculpa”.
Instituciones avaladas
El rotativo
británico también reconoce que “la cobertura de noticias políticas de Televisa
ha sido resuelta por el Tribunal Electoral Federal de México y cumplen con las
estrictas regulaciones de radiodifusión del país sobre imparcialidad política”.
“The Guardian aclara
con gusto cualquier malentendido involuntario” que se haya generado, ya que
tanto el IFE como el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación
resolvieron que las acusaciones del Partido de la Revolución Democrática sobre
una cobertura parcial de Televisa, a favor de Peña Nieto, “fueron declaradas
sin fundamento”.
El comunicado
conjunto apareció el mismo día que el Consejo General del IFE debía discutir y
resolver el dictamen sobre el rebase de topes de gastos de campaña en los
comicios de 2012, mediante el cual eximía a Peña Nieto y al PRI de cualquier
violación al tope de 327.5 millones de pesos para los candidatos
presidenciales.
El dictamen original
de la Unidad de Fiscalización del instituto –que fue regresado por los consejeros–
establecía que en la campaña de Peña Nieto hubo cero gastos en producción de
radio y televisión. Proceso publicó durante la campaña que la mayoría de los
spots y promocionales del candidato presidencial priista se realizaron en la
empresa del productor de Televisa Pedro Torres, sin dejar ninguna prueba
contable.
En la “fe de
erratas” que la entidad fiscalizadora dio a conocer el miércoles 6 se indicó
que los gastos en producción de radio y televisión ascendieron a 44 millones
318 mil pesos, pero no desglosó con qué empresas se realizó. Según el mismo
reporte, Peña Nieto destinó 20.6 millones en páginas en internet, 93.9 millones
en espectaculares, 1.3 millones en diarios y medios impresos y 57.9 millones en
“gastos de operación de campaña”. En total, en gastos de propaganda, la unidad
acreditó un gasto de 280.3 millones de pesos.
Desde el pasado 16
de julio, los abogados del Grupo Televisa interpusieron ante el TEPJF un
alegato jurídico dentro del juicio de inconformidad presentado por la coalición
del Movimiento Progresista en contra de la resolución del IFE que concluyó que
eran “aseveraciones infundadas” las acusaciones de parcialidad y de compraventa
de espacios en la pantalla de Televisa, por parte de Peña Nieto.
En su extenso
alegato, Televisa reprodujo los comunicados y correos electrónicos que envió a
The Guardian desde el día en que se publicó el primer reportaje de Jo Tuckman.
En una de las partes
medulares de esos comunicados, dirigidos a Chris Elliot, editor de la
redacción, y a Alan Rusbridger, editor en jefe de The Guardian, Televisa le
reclama a este diario que su información “es la misma publicada en 2005 por el
semanario mexicano Proceso por el reportero Jenaro Villamil y el cual ha sido
negado y reprobado por todas las partes involucradas”.
Para Televisa, tanto
lo publicado por Proceso como las nuevas revelaciones de The Guardian, siete
años después, formaban parte de un “ejercicio especulativo”, basado en
“documentos que fueron falsificados”.
De acuerdo con el
columnista José Yuste, el Grupo Televisa también interpuso ante el periódico
británico dos cartas llamadas Protocol Letters, “que de haber llegado a un
juicio le hubieran provocado a The Guardian una fuerte sanción económica por
falta de veracidad”.
En su columna
“Activo Empresarial”, publicada en Nuevo Excélsior, Yuste afirmó que “sería la
primera vez que dentro de la prensa inglesa se prefiere llegar a un arreglo
extrajudicial, fuera de tribunales. No es para menos. The Guardian carecía de
pruebas que respaldaran sus acusaciones en contra de la televisora”.
La oficina de prensa
de The Guardian no confirmó ni negó la existencia de esos documentos con los
cuales Televisa habría presionado. A través de su cuenta en Twitter reiteró que
las respuestas están en el comunicado conjunto.
Tozudez
A pesar del “arreglo
amistoso” entre ambos grupos mediáticos, en las páginas online de The Guardian
–el quinto sitio más visitado en el mundo–, permanecen las notas originales
publicadas por Jo Tuckman, en especial los dos reportajes más polémicos: Archivos
informáticos sugieren que Televisa vendió cobertura a altos políticos
mexicanos, del 7 de junio último, y Escándalo en los medios de comunicación
mexicanos: una unidad secreta de Televisa promocionó al candidato del PRI,
publicado el pasado 26 de junio.
En el primer caso se
observa un link que dice “Lee la respuesta de Televisa” y remite al comunicado
original enviado por Regina Moctezuma a nombre de la empresa de Emilio
Azcárraga Jean.
En la misma
secuencia de reportajes se reproduce un extenso artículo de Martin Hodgson, del
pasado 8 de junio, titulado Los archivos de Televisa, ¿cómo sabemos que eran
genuinos?
En este mismo texto,
The Guardian admitió que “no ha sido posible confirmar la autenticidad de esos
documentos”, pero advirtió que “las fechas en las cuales los documentos fueron
creados y modificados y los nombres bajo los cuales fueron guardados,
corresponden a los eventos referidos en ellos”.
En defensa del
trabajo de su corresponsal en México, The Guardian agregó que “habló con una
segunda fuente que antes trabajó en Televisa” y confirmó lo publicado.
“La fuente –que no
tiene simpatía especial por Andrés Manuel López Obrador– dijo que la venta de
contenido político fue una práctica extendida, particularmente la promoción de
clientes políticos en programas televisivos de entretenimiento. The Guardian
también habló con un político que describió en una ocasión cómo Televisa le
ofreció desarrollar un guión para una telenovela adaptado a sus necesidades”,
abundó en su respuesta del 8 de junio.
“Es imposible decir
cuándo y dónde fueron creados estos archivos digitales, pero por su cantidad y
variedad y por los personajes mencionados sugieren autenticidad”, indicó.
Acerca de la
reiterada acusación del Grupo Televisa de que los documentos citados por The
Guardian son los mismos publicados en 2005 por Proceso, Martin Hodgson aclaró:
“Uno de esos
documentos vistos por The Guardian parece ser una versión digital de una
propuesta impresa para Peña Nieto que fue publicada en 2005 por el semanario
informativo Proceso. La fuente de The Guardian no entregó a Proceso ese
documento.”
En la misma versión
digital de The Guardian están las notas sobre los cables de WikiLeaks donde
analistas del Departamento de Estado citan a un funcionario del Estado de
México que en 2009 les mencionó la relación “especial” de Peña Nieto con
Televisa y la estrategia para promoverlo en las encuestas.
Proyecto Handcock
Uno de los
reportajes más polémicos publicados por Jo Tuckman fue el del 26 de junio
último que hace referencia a la existencia de una “unidad secreta” dentro de
Televisa, llamada “el equipo Handcock”, encargada de realizar videos
promocionales sobre Peña Nieto desde 2009 y en contra de sus rivales.
El reportaje cita a
dos fuentes confidenciales según las cuales el equipo “trabajó en
semiclandestinidad dentro de las oficinas de Televisa”, con acuerdos de
confidencialidad, y se formó un grupo de empresas externas contratadas por
Televisa para producir videos y otros materiales destinados a la web, bajo la
coordinación de Alejandra Lagunes, entonces directora general de Televisa
Interactive Media y responsable del manejo de redes sociales durante la campaña
presidencial de Peña Nieto.
Este reportaje que
confirma los vínculos de Televisa con el equipo peñista ni siquiera fue
mencionado en el comunicado conjunto con The Guardian. El texto aparece
completo en la edición digital del periódico británico.
El mismo 26 de
junio, el portal www.aristeguinoticias.com difundió los videos elaborados por
este equipo secreto para fortalecer a los candidatos a diputados federales del
PRI en Toluca, Ecatepec, Cuautitlán, Naucalpan y Metepec.
Varios de esos
videos son producciones de “guerra sucia” en contra de los adversarios del PAN
en Toluca, Metepec y Cuautitlán, y su objetivo era difundirlos en redes
sociales como Youtube o Facebook.
Según los contratos
citados por Jo Tuckman, el equipo Handcock utilizó a subsidiarias de Televisa,
como Comercio Más de C.V., que encargó a la empresa Zares del Universo, del
comediante Facundo Gómez, la elaboración de estos videos.
“Televisa ha
rehusado reunirse con The Guardian para discutir las acusaciones. Primero
ignoró nuestra petición sobre sus comentarios al respecto y más tarde propuso
una reunión de consejeros legales presentes. Cuando The Guardian envió una
lista de ocho preguntas con un pequeño documento de ejemplo adjunto, un
portavoz canceló la reunión diciendo que los documentos no se habían enviado
‘en el momento adecuado’”, redactó Tuckman en su reportaje.
(PROCESO/Jenaro Villamil/ 12 de febrero de 2013)
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