Staff/ El Diario
Varios vecinos del fraccionamiento
Las Estancias abandonaron sus domicilios debido al temor que les generó la
balacera ocurrida la noche del jueves, donde un hombre se pertrechó en una
vivienda para enfrentar a decenas de policías municipales.
Al menos un par de
casas, de las 25 que forman esa comunidad que está bardeada y cuenta con una
pluma de acceso, ya se encontraban solas ayer al mediodía, mientras que otros
vecinos analizan irse al menos durante algunos días.
Habitantes del
sector que fueron entrevistados el mediodía del viernes, expresaron que no sólo
tienen temor de que haya más personas armadas en las inmediaciones del
complejo, sino también de la Policía Municipal.
“Los agentes se
metieron a una casa que estaba sola y se llevaron muchas cosas, hincaron y
esposaron a los guardias de seguridad y se llevaron un radio y un celular que
estaban en la caseta de vigilancia”, dijo una mujer que solicitó que su
identidad quedara en reserva por temor.
Otros testimonios
recogidos en el lugar afirmaron que los ocupantes de la casa 1015, eran un
hombre de 45 a 50 años y otro más joven, quienes tenían poco de haber rentado
la vivienda.
“La dueña la acababa
de arreglar para rentarla, les cobraba tres mil pesos al mes, quién sabe qué
vaya a hacer ahora”, dijo una habitante del sector.
La casa donde se
atrincheró el abatido Jesús Rodrigo Fierro Ramírez, de 43 años, apodado el
‘Fierro’, ‘Tocayo’, ‘Pelón’ o ‘Peña’, quien pertenecía al Cártel de Sinaloa, de
Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, mostraba ayer las huellas que dejó la batalla.
El humo manchó de
negro la pared exterior, mientras que más de 100 agujeros acusaban los lugares
donde pegaron los proyectiles.
Los entrevistados
indicaron que los residentes de esa vivienda se ostentaban como agentes
ministeriales, que el mayor viajaba en una pick up que daba la impresión de
estar blindada, mientras que el más joven usaba otro vehículo de color dorado.
El fraccionamiento,
ubicado en el cruce de las calles Júpiter y Quintas del Valle, al oriente de la
ciudad, lució ayer desolado.
Los guardias de
seguridad señalaron que no estaban permitiendo el paso de nadie, por
indicaciones de los elementos de la SSPM que se quedaron a resguardar el
inmueble durante toda la madrugada.
Sin embargo, los
oficiales municipales se retiraron durante la mañana y ya no regresaron,
indicaron los vigilantes.
Aunque declinaron
hablar sobre lo que había acontecido, dijeron que los habitantes del lugar
estaban muy asustados y salieron de sus casas con evidentes signos de temor.
Sólo unas cuantas
personas caminaban en torno al sitio, algunas se pararon en la acera de
enfrente para observar la escena de la batalla del jueves por la noche.
“Todo empezó como a
las 10 y media o las 11, llegaron como 100 policías y comenzó la balacera,
estábamos muy asustados”, dijo una mujer que llevaba un paraguas y que no quiso
revelar su identidad.
Durante la refriega,
cientos de personas no pudieron llegar a sus domicilios, ya que la calle
Júpiter fue cerrada a la circulación desde su cruce con la avenida Manuel Gómez
Morín.
Esa arteria conduce
a decenas de fraccionamientos que se extienden por el sector, por lo que sus
habitantes quedaron atrapados adentro, mientras que otros tuvieron que esperar
para ingresar a sus domicilios.
“Tuve que esperar
como dos horas, me estuve estacionado y le hablé a mi familia, estaba asustado
porque hasta allá (en la avenida Manuel Gómez Morín) se oían los balazos”, dijo
un residente del área que se identificó como Joaquín.
Añadió que su esposa
estaba muy asustada y que se había metido al closet con sus dos pequeños hijos,
ya que los estruendos sonaban como si se hubieran hecho en el exterior de su
vivienda, que se ubica a un kilómetro del enfrentamiento.
Otro afectado, quien
se identificó como Armando, dijo que su esposa no durmió durante toda la noche,
presa del miedo. “Yo pude llegar hasta como pasadas las dos de la mañana”,
contó.
“Creíamos de veras
que todo esto ya había pasado, que ya no habría tanta balacera, pero lo que
vivimos ayer (el jueves) fue terrible, no sé que podríamos hacer para sentirnos
seguros”, exclamó.
Todos los
entrevistados señalaron que desconocen lo que ocurrió, que sólo observaron como
fueron llegando las unidades de la SSPM y escucharon las detonaciones.
Un vecino de
Estancia Santa Fe se comunicó por teléfono a la Redacción de El Diario para
comentar que alrededor de la una y media de la mañana todavía no podía ingresar
a su domicilio.
“Mis niñas están muy
asustadas, están junto con mi esposa, todavía están llorando”, dijo.
El hombre indicó que
no conocían a los habitantes de la vivienda donde se concentró el fuego.
(Staff/El Diario/26 DE ENERO 2013)
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