Jenaro Villamil
MEXICO, D.F.,
(proceso.com.mx).- La noche del viernes 11 de enero, César Rivero Mendoza, “El
Guayabo”, de 17 años, y su amigo Felipe de Jesús Martínez Mendoza, de 22 años,
acudieron al Living, el sitio de moda entre los jóvenes homosexuales de la
Ciudad de México. Fueron con otros dos amigos a divertirse, bailar y
socializar.
Horas después de una
riña que ocurrió al interior de la disco de música electrónica, los cadáveres
de César y Felipe de Jesús fueron encontrados con huellas de tortura en la
colonia Agrícola Oriental, de la delegación Iztacalco, muy lejos de la calle
Bucareli, de la delegación Cuauhtémoc, donde se ubica el Living.
Los periódicos
Reforma y La Razón le han dado seguimiento a este caso que parece exhibir una
peligrosa complicidad entre el personal de seguridad del Living y presuntos
agentes policiacos.
De acuerdo con el
expediente de la Fiscalía de Homicidios de la PGJDF, a los dos jóvenes los
retiraron a la fuerza del sitio tras un enfrentamiento con otros siete
muchachos, quienes los retaron a golpes porque “no les gustaba cómo bailaban”
las dos víctimas.
En la calle, los
jóvenes decidieron hacer las paces. “Nos dijeron que a paráramos la bronca, que
cada quien se quedara con sus madrazos… les dijimos que sí, pero en ese momento
llegó la patrulla”, mencionó uno de los amigos de las víctimas, según la averiguación
previa de la PGJDF.
La patrulla a la que
se refieren era la 03094, conducida por el agente Luis Guillermo Flores
Capetillo. Junto al agente viajaba un tipo identificado como “Alex”,
administrador o gerente del Living. Detrás de la patrulla, un automóvil Nissan
blanco se acercó. Bajaron cinco hombres armados que amedrentaron a los jóvenes.
Se llevaron a César y a Felipe de Jesús.
A pesar de la
resistencia de los siete jóvenes y de las dos víctimas, los hombres armados del
Nissan y el agente Flores Capetillo no hicieron caso, amedrentaron y
prácticamente raptaron a los dos jóvenes.
Horas después, sus
cuerpos fueron encontrados sin vida en Iztacalco. Sólo dos amigos que lograron
escapar fueron a denunciar los sucesos. Según la información de La Razón,
quienes raptaron a los jóvenes los entregaron en la delegación Gustavo A.
Madero a otro grupo que ya los esperaba.
Hasta ahora, el
agente Flores Capetillo se encuentra detenido y arraigado por la PGJDF, como
presunto cómplice de los dos crímenes.
La gerente de
relaciones públicas del Living, Gabriela Ruiz, desvinculó al gerente “El Alex”
de los sucesos. “No conoce a estos chavos, tampoco a ningún policía. La
patrulla que nosotros vimos que llegó fue una de los uniformados, los de azul
(policías preventivos), si ya después llegó otra de judiciales, eso no
sabemos”, afirmó Ruiz a Reforma.
Ruiz insistió ante
el periódico que el problema “no fue dentro del Living” ni ellos llamaron a
ninguna patrulla para que se los llevaran. “Nosotros en cuanto vimos que había
un problema afuera bajamos la cortina del lugar, y eso se puede constatar con
las cámaras de la Ciudad de México”, insistió la publirrelacionista.
Estos crímenes
anteceden a otros dos sucesos violentos ocurridos el sábado 19 de enero en el
sitio de encuentro Sodome y en la calle República de Cuba, donde se ubican
varios bares gays.
En el Sodome un
grupo no identificado ingresó al sitio a robar. Llegaron elementos policiacos,
pero no evitaron que los lockers de los clientes fueran abiertos y se llevaran
propiedades y dinero.
En la calle
República de Cuba ocurrió otro enfrentamiento, a las puertas del sitio “La
Purísima” y junto a un bar de rock. Elementos policiacos llegaron y se llevaron
a un joven. Se ignora cuál fue el origen y el desenlace de esta riña.
Tomado de: www.homozapping.com.mx
(PROCESO/ Jenaro Villamil/ 25 de enero de 2013)
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