La corrupción y los
malos manejos financieros son moneda de cambio en muchas federaciones
deportivas cuyos directivos, en colusión con las autoridades de la Comisión
Nacional de Cultura Física y Deporte, utilizan en su beneficio los recursos
públicos destinados al equipamiento de los deportistas, quienes a final de
cuentas carecen de los elementos indispensables para su entrenamiento y
desempeño.
Raúl Ochoa y Beatriz Pereyra/ Reportaje
Especial
MÉXICO, D.F.
(Proceso).- El presidente de la Federación Mexicana de Ciclismo (FMC), Edgardo
Hernández, solicitó a la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade)
1.8 millones de pesos para adquirir equipo destinado a los ciclistas que
compitieron en los Juegos Panamericanos de 2011 en Guadalajara. Pero de esa
suma sólo erogó 300 mil pesos y se desconoce cómo gastó el resto del dinero,
que incluso ya dio por “comprobado”.
La mayor parte del
equipo no se adquirió y esto hizo que 18 pedalistas compitieran con sus propias
bicicletas o con las que les prestó la Asociación de Ciclismo del Estado de
Jalisco. Entre los afectados están Daniela Gaxiola, Rubén Horta, Óscar
Carrasco, Fernanda Jurado, Mayra Rocha, Ingrid Drexel, Sofía Arreola y Enrique
Aldapa.
Según el documento
que Hernández presentó ante la Conade para comprobar el destino de un millón
812 mil 500 pesos, se adquirieron bicicletas de pista y ruta, cascos, lentes,
asientos, pedales, cadenas, tubulares, llantas, manubrios, cámaras, cables y
ánforas entre otros accesorios. Justificó la erogación con dos facturas de un
proveedor cuya razón social es Gutiérres (sic) Rodríguez: la número 227 por un
millón 553 mil 100 pesos y la número 228 por 259 mil 400 pesos. Ambas datan del
26 de marzo de 2012.
Llama la atención
que en el documento –acompañado de copias fotostáticas de las facturas, toda
vez que “los comprobantes originales quedan bajo resguardo de la FMC”, dice una
nota al pie del oficio FMC/COM/182/2012– aparece en dos ocasiones la firma de
Hernández: en calidad de presidente de la federación y también como
“corresponsable general del manejos de los recursos federales”. Ello significa
que el titular de la FMC solicita y ejerce los recursos al tiempo que se
fiscaliza a sí mismo.
El oficio incluye la siguiente leyenda:
“Manifiesto bajo
protesta de decir verdad que el ejercicio, manejo y aplicación de los recursos
federales otorgados por ‘LA CONADE’ se llevó a cabo con estricto apego a las
disposiciones normativas que regulan el ejercicio del gasto público federal. La
documentación original comprobatoria que respalda las erogaciones consignadas
en el presente informe cumplen con los previsto en los artículos 44 del
Reglamento de la Ley de Presupuesto, Contabilidad y Gasto Público Federal, 29 y
29-A del Código Fiscal de la Federación, y se conservará dentro del periodo
legal establecido en dicho ordenamiento, de los contrario no será considerada
como comprobatoria de los gastos que ampare”.
Esos recursos
comprobados en mayo de 2012, siete meses después de que fueron autorizados,
salieron del Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento (Fodepar-Cima). La
Conade depositó el dinero en la cuenta número 0165827698 de Bancomer a nombre
de la Federación Mexicana de Ciclismo, A.C.
De acuerdo con un
documento del que Proceso tiene copia, el dinero fue tramitado y aprobado el 13
de octubre de 2011, un día antes del arranque de los Juegos Panamericanos de
Guadalajara.
El funcionario de la
Conade que autorizó los recursos federales es Rogelio Valdez Mendoza, con el
cargo de enlace administrativo de Grupos de Apreciación y Precisión. Y aunque
también aparece el nombre de Vladimir Ortiz, director de Alto Rendimiento, su
firma no está en el documento. Ello significa que algún funcionario de mayor
rango autorizó la salida del dinero.
Ligereza
En enero de 2012
Daniela Gaxiola le dijo al subdirector de Calidad para el Deporte de la Conade,
Alejandro Cárdenas, que necesitaba una bicicleta para competir y pidió una. El
funcionario no le preguntó por qué no la tenía o por qué la federación no le
daba una de las que supuestamente se adquirieron meses atrás. Cárdenas autorizó
170 mil pesos para la bicicleta de la sinaloense.
Información recabada
por este semanario indica que el material deportivo en el que Hernández gastó
300 mil pesos no corresponde con la lista de artículos que autorizó la Conade.
Compró placas keo, casetes, líquidos, barras, piñones, tornillos, discos y
otros accesorios que no están incluidos en el documento aprobado el 13 de
octubre.
El presidente de la
FMC comprobó el gasto de 314 mil pesos con dos facturas: una de Bicicletas
Gámez y otra de Forza Motor Sport, ambas de Guadalajara. El concepto del gasto
incluyó refacciones, cascos y tubulares y el pago a personal que colaboró en
eventos de la federación.
Esas dos facturas no
forman parte de la comprobación del gran total de 1.8 millones de pesos que
Hernández presentó en mayo de 2012 ante la Dirección de Operación Fiduciaria y
Mercadotecnia que hasta hace unos días encabezaba Alejandro Ballesteros y donde
labora Irene Hernández. Según Alejandro Cárdenas esta mujer es muy exigente y
“todos los presidentes de federaciones se quejan porque es tan estricta que no
les acepta nada” (Proceso 1881).
A pesar de que Irene
Hernández es “muy estricta” en la revisión de documentos, ella y su jefe,
Alejandro Cárdenas, validaron la comprobación de 1.8 millones de pesos, sin que
se verificara en los inventarios la existencia de las ocho bicicletas de
persecución con palancas 172.5 (con costo total de 280 mil pesos, según la
petición del titular de la FMC), las seis de velocidad (210 mil pesos), una de
contrarreloj (70 mil pesos) y una BMX de montaña (22 mil pesos) que debieron
haberse comprado junto con los cascos, lentes, asientos y refacciones para los
que Edgardo Hernández solicitó el dinero.
Tampoco existe la
certeza de que el material en que gastó 314 mil pesos se haya destinado a las
bicicletas.
La reportera llamó a
la oficina de Hernández y a su celular para solicitarle una entrevista. No
respondió ni se comunicó después, pese a los mensajes de correo de voz que se
le dejaron.
Quien sí atendió fue
Gabriel Cano, ex secretario de la FMC y también ex director de las selecciones
nacionales de ciclismo. La reportera le pidió pruebas de la existencia de las
bicicletas y del material deportivo adquirido cuando aún formaba parte de la
federación.
Antes de interrumpir
abruptamente la comunicación, Cano sólo alcanzó a decir que no sabía nada de
las bicicletas y agregó: “Para salir de dudas propongo que se haga una
auditoría a la federación”.
Permanencia
También en 2011
Hernández solicitó recursos federales a la Conade para la Vuelta a Guerrero. El
9 de febrero de ese año la entonces directora de Alto Rendimiento de la Conade,
Blanca Beristáin, y Rogelio Valdez Mendoza aprobaron la aplicación de dos
millones de pesos que según el oficio del Fondo Nacional del Deporte y de la
Conade se gastarían en “pago de jueces, cronometraje, renta de vehículos, renta
de vallas, pago de vigilancia, hidratantes y energizantes, abastecimientos,
combustible, reconocimientos, peaje, material de promoción y alimentos” del 23
al 27 de febrero para 113 deportistas.
Hernández justificó
los dos millones de pesos con una sola factura, la número 425 de un proveedor
con razón social Ramírez Martínez para el evento que tuvo lugar en “la ciudad
de Guerrero (sic), Guerrero”. Además de esta pifia, al presidente de la FMC
también le fallan las cuentas con todo y que es contador de profesión, pues no
desglosó por rubro el costo de cada uno de los servicios contratados.
Pidió recursos
federales para un evento que sólo duró dos días (26 y 27 de febrero) y no
cinco. Como se realizaron circuitos, no fue necesario utilizar vehículos para
el traslado del personal de organización. Tampoco se requirieron vallas, pues
sólo se montó un arco de metal y una carpa, además de que el evento recibió
apoyo del municipio de Iguala donde se efectuó la competencia que, finalmente,
se llamó Gran Premio de la Bandera Nacional y no Vuelta a Guerrero.
En la hoja de
comprobación Hernández incluyó conceptos que no aparecen en la aprobación de los
recursos como vestuario deportivo, kit de participación y reconocimientos.
No hay evidencias de
a quién se le entregó ese vestuario ni el material deportivo que supuestamente
se compró. Una simple factura de un proveedor desconocido en el ciclismo mexicano
bastó para que en el área “más estricta” de la Conade validara la comprobación.
El martes 22 habrá
elecciones en la Federación Mexicana de Ciclismo y todo indica que Edgardo
Hernández no tendrá ningún problema para reelegirse como presidente.
Hasta el cierre de
esta edición tampoco había comprobado 4.2 millones de pesos (de un total de
14.2 millones) correspondientes al ejercicio fiscal 2012. Por ello, de acuerdo
con la ley no podrá recibir más recursos federales para operar en 2013.
(PROCESO/ Raúl Ochoa y Beatriz Pereyra/25 de enero de
2013)
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