Prof. Oscar Acosta Castro / Dossier política
En su novela “La
mala hora” Gabriel García Márquez describe la vida de un pueblo colombiano que
ha sufrido las consecuencias de las luchas políticas y cuando los discursos
prometían una era de paz empiezan a aparecer con un efecto devastador pasquines
pegados en las paredes afirmando lo que la gente dice. Es todo el pueblo y no
es nadie.
El Gabo de
Aracataca, explica en su libro el proceso que desencadenó la violencia en ese país sudamericano.
Dicha historia viene
a cuento cuando en la Sonora “gobernada” por Guillermo Padrés, este, echó por
la borda el bono democrático concedido en 2009 y su sexenio parece haber
finiquitado en tres años.
En efecto, al
ejecutivo de nada le sirvió su estrategia de polarizar el estado con la obra
hidráulica del Acueducto Independencia, pues con el alza desmedida de impuestos
y demás servicios gubernamentales se echó encima a la ciudadanía, la división
que había logrado entre algunos sonorenses, de manera involuntaria los vuelve a
unir, pero ahora en contra, dicho de otra
forma, las simpatías que había generado en Hermosillo por el acueducto,
las perdió por la ambición de querer obtener más dinero de los bolsillos de los
ciudadanos y no solo a los propietarios
de autos afectados con la Contribución al Fortalecimiento Municipal.
Olvidadizo de sus
promesas de campaña, Padrés y su Nuevo Sonora han asumido rasgos de querer
gobernar a espaldas del ente social y ejemplos sobran. Ahí está el caso de la
imposición de un personero suyo como presidente del Supremo Tribunal de
Justicia con Sebastián Sotomayor a
través de un marrullero procedimiento a espaldas del Congreso estatal, o la falta
de tacto y habilidad política para haber sacado avante el presupuesto de 2012,
o su apuesta a la polarización y al aplastamiento de la oposición en la
elección del año pasado y actualmente con su aferramiento de gravar a los
sonorenses con una cascada de contribuciones sin consenso y aprobadas mediante
su aplanadora en el poder legislativo local compuesta por los diputados del PAN
y sus aliados del PANAL más el voto a favor de Hilda Alcira Chang Valenzuela
del PRD.
Si en otros tiempos,
ante problemas que afectaban a grueso número de la población surgieron
manifestaciones sociales como el de las mujeres de blanco aglutinadas en el
movimiento “Vamos por Sonora, ahora es por la luz” que dirigió sus baterías en
torno a las tarifas eléctricas; el “Movimiento por la Justicia” que nació a
raíz de la tragedia de la Guardería ABC; el “No al Novillo” que tiene su
asiento en el sur de la entidad y que se constituyó para impugnar llevar adelante la construcción del Acueducto
Independencia, ahora los ciudadanos se han organizado en el movimiento “No más impuestos”, también llamados “los mal nacidos” y han
expresado sus inconformidades respecto de los gravámenes aprobados dentro del
paquete presupuestal para el 2013.
En su ensayo “¿Por
qué se rebelan los pueblos?” publicado en el periódico La Jornada el 11 de mayo
de 2010 el historiador Enrique Semo, sostiene que la modernización desde arriba
han fracasado porque las élites se olvidaron que el pueblo debe de participar
en los beneficios del desarrollo y al no darse tan importante premisa se
propiciaron movimientos como la independencia y la revolución.
“Platita y fuerza”
identificó como factores de gobierno un personaje de “Conversación en la
Catedral”, obra del premio nobel Mario Vargas Llosa, en dónde recreó la vida en
el Perú bajo la dictadura militar encabezada por el general Manuel Apolinario
Odría entre 1948 y 1956 que impuso un envilecimiento colectivo e hizo
desembocar a un pueblo entero en la frustración.
Como “coerción y
consenso” ubicó Michel Foulcoult a los elementos del ejercicio del poder, mientras
que los zapatistas del EZLN resumieron en “Mandar obedeciendo” su filosofía del
mando político.
De igual manera se
ha pretendido ejercer medidas coercitivas en contra de los líderes del
movimiento y aquellos actores que se han manifestado en desacuerdo con las
nuevas cargas fiscales. Así lo han demostrado las amenazas vía telefónica
recibidas por el diputado Miguel Pompa Corella, el intento de desacreditar al
exhibir públicamente a Rebeca Villanueva en unas imágenes en las que aparece
junto a sus hijas menores de edad, mal se vio el gobernador con esta acción, en
tal caso debió haber evitado la publicación de las fotos de las menores y otros
que también han recibido amenazas.
El pasado jueves 17
de enero, el congreso del estado fue prácticamente sitiado por los ciudadanos
inconformes y un gran número de taxistas, cuando sesionaban las comisiones de
hacienda y aún así, muchos diputados no entendieron el mensaje y por solo un
voto de diferencia, 9-8, se aprobó el dictamen sobre la revocación de la ley de
ingresos para que pasara al pleno.
En respuesta a la
resolución tomada por dichas comisiones, el gobernador desafía a la sociedad
sonorense y amenaza con hacer uso del derecho de veto si el pleno del congreso
modifica la Ley de ingresos aprobada.
Este es el momento
para que el gobernador Padrés se tome el tiempo necesario y reflexione si está
gobernando con los ciudadanos o en contra de los ciudadanos y determine si sus
asesores pretenden ayudarlo o hundirlo.
¿Será verdad que la
intención es entregar el gobierno al PRI el 2015?
Lo que debe de
quedar claro, es que ¡en Sonora la sociedad civil manda! y su clase política
acata. No hay de otra.
(DOSSIER POLITICO/ Prof. Oscar Acosta Castro /
2013-01-24)
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