Redacción
El sábado 19 de
enero fue detenido por el Ejército José Ángel Carrasco Coronel y con su
detención se desdibuja más la estirpe de Canelas, Durango, que, bajo el
liderazgo de Ignacio Coronel Villarreal, llegó a controlar grandes franjas del
tráfico de drogas en México.
Andaba a salto de
mata. Perseguido por el Gobierno federal desde la muerte de Ignacio Coronel
Villarreal, tuvo que refugiarse en su tierra, Durango, y desde ahí operar para
su nuevo jefe en la mafia: Joaquín Guzmán Loera.
José Ángel Carrasco Coronel,
conocido también como el Changel y el Cero Cinco, nació en El Potrerito de
Carrasco, Canelas, Durango, el 3 de noviembre de 1969 y se incorporó a las
filas de Nacho Coronel desde muy joven, para quien trabajó primero en su tierra
y luego en Jalisco.
De acuerdo con
información de la Sedena, Carrasco Coronel dirigía desde Jalisco operaciones de
trasiego de drogas en Michoacán, Oaxaca y Chiapas, y de conexión con
narcotraficantes de Colombia, Venezuela, Panamá, Nicaragua, Belice, Cuba y
República Dominicana.
Ocupó cargos de
dirección en Jalisco pero la presión lo empujó a su tierra. A la muerte de
Coronel Villarreal y la de su hermano Mario Carrasco Coronel al día siguiente,
se quedó a cargo de la estructura de su tío. Formó el grupo criminal Nueva Generación
y enfrentó la guerra contra los Zetas, aliados con el cártel del Milenio, que
acosaban la plaza.
Pero se le acabó la
suerte. La noche del 18 pasado, un convoy en el que viajaba José Ángel Carrasco
se encontró con una patrulla del Ejército en las inmediaciones de El Espinal,
sindicatura de Sanalona.
No pudieron evitar a
la milicia y optaron por enfrentarlos. El Changel cayó herido con un impacto en
la cabeza y también otro de sus compañeros de apellido Meza. Los trasladaron a
la clínica del Issste, donde los militares instalaron una fortaleza.
Carrasco Coronel fue
identificado de inmediato, por eso las medidas de seguridad.
El otro cerco fue el
silencio. Oficialmente no se supo nada hasta días después, cuando el general
Moisés Melo García, jefe de la Tercera Región Militar, confirmó a la prensa el
nombre de Carrasco Coronel. Los dos fueron puestos a disposición de la PGR.
Aquella sospechosa liberación
Ya lo habían
detenido en Atlajomulco de Zúñiga, Jalisco, durante un enfrentamiento que
células del Nacho Coronel tuvieron con las fuerzas estatales y del Ejército
Mexicano, el 14 de marzo de 2009. Junto con él cayeron otras seis personas.
Las detenciones
ocurrieron cuando elementos de la Policía Estatal y de la 15 Zona Militar
arribaron a un casino donde habían reportado que varios hombres estaban
disparando armas de fuego. Eran Los Durangos, como se les conocía en la jerga
criminal.
En el enfrentamiento
murió un hombre llamado Alejandro Cháidez García y se aseguraron cinco armas.
Pero a los seis los
liberaron horas después. Tan fuertes eran los nexos de los Coronel con la
Policía Estatal que esta argumentó no haberles encontrado arma alguna al
detenerlos. Y entonces no había delito qué perseguir. Los dejaron en libertad
“bajo reservas de ley”.
El subsecretario de
Seguridad Pública federal de entonces, Francisco Niembro, ya estaba presumiendo
la detención del Changel, cuando le informaron que había sido liberado “por
falta de pruebas”.
Esa vez, los
detenidos junto con el Changel fueron Javier Carrasco Meza, de 43 años;
Valentín León Rodríguez, de 30; José Manuel García, de 34 y Ranulfo Beltrán
Rosales, de 24; Israel López Vizcarra, de 32 y un menor de edad cuyo nombre no
fue revelado.
Seis meses antes, en
septiembre de 2008, dos policías, que afirmaron representar a un centenar de
efectivos municipales y estatales, entregaron a la revista Proceso copia de una
carta que enviaron a la Presidencia de la República en la que denuncian que el
titular de Seguridad Pública de Jalisco, Luis Carlos Nájera Gutiérrez, y sus
principales colaboradores, estaban relacionados con la delincuencia organizada.
En el escrito
afirman que el funcionario asistió a una fiesta en San Juan de Ocotán, Zapopan,
acompañado de los directores de las policías Estatal y Preventiva, Alejandro
Solorio Aréchiga y Fernando Andrade Vicencio, respectivamente. Ahí, afirma el
escrito, los funcionarios se reunieron con capos como Juan José Esparragoza, el
Azul, el Matriz y Nacho Coronel.
Los señalamientos
fueron desmentidos por el funcionario.
Ese marzo de 2009,
la Procuraduría General de la República investigó por qué la Procuraduría de
Justicia estatal había dejado en libertad a Carrasco Coronel, pues se le
vinculaba con secuestros, la ejecución de empresarios y enfrentamientos con
otros grupos delictivos.
Las sospechas sobre
la liberación de los detenidos eran evidentes, pues el propio procurador del
estado de entonces, Tomás Coronado Olmos, aseguró que los detenidos habían sido
puestos a disposición de la Procuraduría, pero estos nunca llegaron a la
delegación de la PGR.
Durante el
enfrentamiento ocurrido en Sanalona la madrugada del sábado, también fue
detenido otro presunto narcotraficante de apellido Meza, según informaron a
Ríodoce fuentes de la Tercera Región Militar. Pero no se precisó si se trata de
Javier Carrasco Meza, el mismo que en 2009 había caído también en Atlajomulco.
El nivel del Changel
Bendición o castigo,
lo cierto es que con la caída de sus jefes, el Changel se hizo cargo de grandes
operaciones de trasiego de drogas desde Sudamérica, tanto para ser trasladada a
los Estados Unidos, como para ser vendida en la zona metropolitana de
Guadalajara.
El 9 de agosto de
2012, la Sedena informó sobre la detención de uno de los operadores de Carrasco
Coronel, en Tapachula, Chiapas.
Dijo la Defensa que
el 7 de agosto de 2012, Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano realizaron una
operación de precisión en Tapachula, Chiapas, y detuvieron a Sergio Armando
Barrera Salcedo, el Checo, presunto operador en México del trasiego de cocaína
y precursores químicos para el cártel del Pacífico.
Sergio Armando
Barrera Salcedo, informó la Sedena en un comunicado, recibió drogas
provenientes de América del Sur y los transportó a través del territorio
nacional, por lo tanto, una operación de precisión se realizó en Tapachula,
donde Salcedo Barrera y otras seis personas fueron detenidas. También se
incautaron mil 100 kilogramos de cocaína, un kilo y medio de cristal, siete
armas largas, dos armas cortas y equipo de comunicación.
Según la misma
información, Barrera Salcedo, el Checo y/o el Chiapaneco, comenzó su actividad
criminal en Huatulco, Oaxaca, bajo las órdenes de Ismael Zambada García y
estuvo a cargo de recibir cada mes, por mar, dos toneladas de cocaína
procedentes de América del Sur.
Explica el
comunicado que en 2008, tras la ruptura entre Joaquín Guzmán Loera y Arturo
Beltrán Leyva, este último tomó el control de la plaza a través de Martín
Gerardo Hernández Esparza, el Kalimba, quien bajo el mando de Arturo Beltrán,
expulsó a Salcedo Barrera de Huatulco, lo que le obligó a esconderse en la
ciudad de Guadalajara, Jalisco.
“En la actualidad
—dijo la Sedena—, trabaja con la autorización de José Ángel Carrasco Coronel
(a) el Changel, líder del “cártel del Pacífico” en Jalisco y Colima, así como
de Nemesio Oceguera Cervantes, líder del cártel de Jalisco Nueva Generación”.
Estirpe aniquilada
Un día después de la
caída de Ignacio Coronel, el 29 de julio de 2010, en Guadalajara, el ejército
mató en un supuesto tiroteo ocurrido en Rinconada de Los Novelistas, en el
poniente de Guadalajara, a Mario Carrasco Coronel, el Gallo, sobrino y presunto
sucesor de Nacho. Era hermano de José Ángel, detenido el sábado 18 en Sanalona.
Cuando mataron a
Mario, el Changel asumió parte de la estructura criminal que había dejado su
tío al morir. Fue cuando se forma lo que llaman Nueva Generación, un grupo
criminal que entró inmediatamente en guerra con los Zetas para defender la
plaza.
Arriba de él solo
quedó Martín Beltrán Coronel, alias el Águila, quien fue detenido en mayo de
2011. A partir de entonces, el Cero Cinco quedó a cargo de las operaciones del
cártel de Sinaloa en Jalisco, aunque ya muy desdibujado el poder de los
Coronel.
En enero de 2010,
antes de la muerte de Nacho Coronel, habían sido capturados otros parientes del
capo: Ernesto Coronel Peña, Juan Jaime Coronel y Juan Ernesto Coronel Herrera.
Y pocos días después, el 18 del mismo mes, fueron capturados en la región de
Chapala varios individuos, entre ellos el operador de zona de Coronel, Gael
Carbel Aldana.
Otro hecho que marcó
la etapa más convulsionada de los Coronel, fue el ocurrido cerca de Puerto
Vallarta. El 3 de abril, fue levantado en Bahía de Banderas, Nayarit, el hijo
del capo, Alejandro Coronel de solo 16 años. Su cuerpo apareció calcinado. Tres
días después, en Tepic, más de 100 hombres armados levantaron a una docena de
personas que horas más tarde aparecieron muertas en San José de Castilla,
municipio de Jalisco, Nayarit. Fueron encontrados diez hombres calcinados y
cuatro cuerpos más con el tiro de gracia.
Esto acentuó la
guerra entre las fuerzas de Nacho Coronel y los Zetas que seguiría después de
que Nacho fue abatido por el Ejército.
El 23 de noviembre
de 2011, tres camionetas fueron abandonadas en la ciudad de Guadalajara,
Jalisco, con 23 cuerpos en su interior. El hallazgo se realizó en la Glorieta
de los Arcos del Milenio, muy cerca de la Expo Guadalajara, donde se realiza
año con año la Feria Internacional del Libro.
El 9 de mayo 2012,
otras 18 personas fueron asesinadas y desmembradas y los restos abandonados en
una carretera cercana a Guadalajara.
Las dieciocho
cabezas, extremidades y otras partes de los cadáveres aparecieron este
miércoles en dos vehículos en la localidad de Ixtlahuacán de los Membrillos.
Once de los cuerpos habrían sido congelados para su conservación.
La matanza, se
especuló, habría sido una respuesta a los asesinatos cometidos el pasado
viernes en Nuevo Laredo, Tamaulipas, donde aparecieron días antes 23 cadáveres
mutilados.
Según las
autoridades, en una de las camionetas apareció un narcomensaje firmado por los
Zetas y el cártel del Milenio, que están aliados en Jalisco, donde arremeten
contra los capos del cártel de Sinaloa: Joaquín el Chapo Guzmán, Ismael el Mayo
Zambada y José Ángel Carrasco Coronel, el Changel, a quienes acusan de recibir
protección del Gobierno.
(RIODOCE.COM.MX/ Redacción /Lunes 28 de enero de 2013)
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