Silvia Garduño
Distrito Federal— El
ex presidente Felipe Calderón llega hoy a Cambridge, Massachusetts, para
integrarse a la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de
Harvard, encargo que ha generado polémica.
Hasta ayer, más de
34 mil 300 personas se habían sumado a una petición en la página de internet
www.change.org para rechazar la incorporación de Calderón a esa universidad,
por los miles de muertos y desaparecidos ocurridos en el marco del combate
contra el narcotráfico emprendido durante su gobierno.
“Es reconocerlo,
inclusive en este centro (universitario), de que fue el más obediente y el que
mejor pudo aplicar y ceder ante la intervención, no solamente a través de
Iniciativa Mérida, sino intervención directa de las agencias norteamericanas y
de la política norteamericana hacia América Latina y en especial hacia México”,
indicó René Jiménez Ornelas, académico del Instituto de Investigaciones
Sociales de la UNAM.
En los últimos días,
el activista Javier Sicilia y el académico Sergio Aguayo enviaron una carta a
Harvard en la que señalaron que la incorporación de Calderón era incongruente
con los principios de la Escuela de John F. Kennedy, entre los que destacan el
respeto a la dignidad de otros y tomar en cuenta las consecuencias que las
políticas tienen en las personas.
Aguayo y Sicilia
advirtieron que si bien el ex mandatario tuvo varios logros, como las cifras
macroeconómicas, su responsabilidad en la tragedia humanitaria causada por la
estrategia contra el crimen organizado es cuestionable.
A su vez, el ex
embajador Héctor Vasconcelos advirtió que si el ex mandatario se incorpora a
Harvard, tendrá que devolver su grado académico expedido por esa universidad,
entre otras cosas, por considerar que Calderón emprendió una devastadora guerra
contra el crimen organizado que dejó más de 90 mil muertos, 25 mil
desaparecidos, decenas de miles de desplazados y una violencia generalizada en
zonas enteras del país.
En respuesta a la
carta enviada por Sicilia y Aguayo, el rector de la Kennedy School, David
Ellwood, defendió la incorporación de Calderón a la institución educativa pues,
explicó, abrirá oportunidades para la discusión y el debate entre el ex
mandatario y los estudiantes.
Ellwood enfatizó en
su respuesta que muchos estudiantes valoran enormemente la posibilidad de
entablar una discusión directa con un ex jefe de Estado, aun cuando no estén de
acuerdo con sus ideas.
Una semana antes de
su llegada, el director para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel
Vivanco, publicó un artículo en el diario estadounidense “The Washington Post”
en el que cuestionó que el embajador de Estados Unidos en México, Anthony
Wayne, reconociera avances de México en materia de derechos humanos cuando hubo
alrededor de 25 mil desapariciones el sexenio pasado, las que Vivanco definió
como sólo una cara del “nefasto legado” que dejó la estrategia del gobierno de
Calderón contra el narcotráfico.
A raíz de ese
artículo, estudiantes y académicos, algunos de la Universidad de Harvard, han
consultado a esa organización para documentar abusos y agravios ocurridos entre
2006 y 2012.
Pese a la polémica,
las organizaciones más importantes de derechos humanos en México han decidido
no pronunciarse respecto al tema y mantenerse al margen de la discusión.
Reforma consultó a
organizaciones como el Centro Prodh, a la Red Todos los Derechos para Todos y
Todas y a Fundar, Centro de Análisis e Investigación, y las tres indicaron no
tener un posicionamiento respecto del tema, y advirtieron que ni siquiera lo
están discutiendo.
En tanto,
especialistas en la relación México-Estados Unidos consideraron que la
incorporación de Calderón no debe ser tomado como algo extraordinario.
“Harvard tiene una
larga tradición de recibir a los Jefes de Estado, como Calderón, que hayan
estudiado en sus aulas, así que, si bien la gestión de Calderón tuvo aciertos y
errores que tendrán que juzgar los mexicanos, no hay nada de extraño en que lo
invitan a incorporarse por un año ahí”, indicó Andrew Selee, del Woodrow Wilson
Center.
Alejandro Hope,
director de seguridad del Instituto Mexicano de la Competitividad, coincidió
con Selee.
“No le veo mayor
problema a que pase un sabático allá. Con (el ex presidente Ernesto) Zedillo
hubo más o menos el mismo número de homicidios que con Calderón y nadie dijo
nada cuando se fue a Yale”, indicó.
(DIARIO DE JUAREZ/ Silvia Garduño/ Agencia Reforma |
2013-01-27 | 22:24)
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