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Enrique Botello
En
septiembre de 2011, el Ayuntamiento de Enrique Pelayo Torres autorizó la tarifa
actual de 10 pesos. Ahora los transportistas exigen que aumente a 13 pesos. No
se descarta un paro general del servicio, mientras la autoridad argumenta que
el alza debe ser acorde a la calidad del servicio
La
intención del incremento a la tarifa del transporte público en Ensenada
mantiene en pugna a transportistas y autoridades. Los dueños de las unidades
del servicio público alegan aumentos en sus costos que se recrudecieron luego
del alza en los precios de los combustibles, en tanto la autoridad porteña
considera que subir el pasaje debe estar aparejado con la calidad del servicio
que se da, y ese desacuerdo está provocando que se amenace con paralizar la
movilidad, amén del inherente colapso económico.
Las
tarifas del transporte sufrieron su última modificación en septiembre de 2011.
Hace cinco años y ocho meses, el Ayuntamiento encabezado por Enrique Pelayo
Torres autorizó la tarifa actual, que es de 10 pesos. Ahora los transportistas
exigen se establezca en 13 pesos, ya que la actual no les permite siquiera dar
mantenimiento a las unidades y aclaran que hay algunas colonias que no reciben
el servicio de forma regular y sesgadamente amagan con parar totalmente en los
próximos días.
Esta
disputa por el costo del transporte ya se ventiló incluso en la Tercera Sala
del Tribunal de lo Contencioso Administrativo de Baja California, donde los
transportistas iniciaron querella luego de la negativa al aumento que
recibieron del XXI Ayuntamiento que encabezó Gilberto Hirata Chico, ya que
ellos consideran tener los argumentos suficientes para conseguirlo.
El
magistrado Roberto Vidrio Gutiérrez primero estimó válidos los reclamos de los
empresarios del volante y orden el incremento, luego multó al alcalde, síndico
y regidores actuales por no motivar su negativa al ajuste tarifario.
Un
primer indicio de que los transportistas están dispuestos a luchar por sus
demandas, se dio el miércoles 24 de mayo, cuando al menos unas 40 carpas, en
las que choferes comparten el espacio con mujeres y niños, fueron instaladas en
los accesos principales dl Palacio Municipal en lo que ellos denominan un
“plantón permanente” con el que esperan presionar al gobierno encabezado por
Marco Antonio Novelo Osuna.
Mientras
apoyados por varios grupos de taxistas, cinco gremios de transportistas -“Rojo
y Blanco”, “Amarillo y Blanco”, “Vigía”, “Brisa” y “Flecha Verde” de San
Quintín- se mantienen en plantón, la autoridad municipal sostiene que el tema
de la tarifa debe ser revisado desde el punto de vista de la calidad del
servicio y si éste merece el incremento o no, pero todo indica que ninguno de
los ediles, incluyendo los que integran la Comisión del Transporte, quieren
cargar con el peso de una medida anti popular.
La
tarde del 23 de mayo, fecha en que el Cabildo de la ciudad tuvo sesión
extraordinaria programada a las cinco de la tarde, pero iniciada a las seis,
desde las tres de la tarde transportistas se apostaron en las afueras de
Palacio Municipal, choferes con sus esposas e hijos, muchos hijos, así como
dueños y concesionarios del transporte, se congregaron para exigir que los
regidores incluyeran en el orden del día el tema de las tarifas al transporte.
Ese día, entre 200 y 300 personas se prepararon con pancartas y lanzando
consignas.
Inició
la sesión y, aun cuando -no sin contratiempos y empujones previos- los
manifestantes tuvieron acceso al recinto, la posición de los ediles, que
solicitaron receso para retirarse a deliberar en privado, no varió, pues
mientras la mayoría de los regidores, incluyendo a algunos del Partido
Revolucionario Institucional (PRI) se mantuvieron firmes en su negativa, los otros, también con algunos del PRI, que
sí estaban en favor del incremento al transporte, recibieron instrucciones de
las dirigencias de sus partidos para no avalar ninguna alza, pues no quieren
asumir el costo político.
El
presidente de la Unión de Transportistas Independientes del Municipio de
Ensenada (UTIME) Armando Gutiérrez Vega, explicó al pleno del XXII Ayuntamiento
que ellos ya hicieron lo que tenían que hacer: “Ya cumplimos con todo, sin
embargo, existen elementos económicos producidos por los aumentos de los
combustibles, de las refacciones, de las revisiones mecánicas, el aumento de
todos los servicios que nos dan ya están altos por lo que los costos son
elevados.
“Por
estas razones es que no hay una explicación lógica para fundamentar un solo
elemento en contra del incremento a la tarifa, ¿cómo pueden argumentar que no
procede?” ¡Esto es político!”, les espetó.
La
sesión de Cabildo resultó tan desordenada que tuvieron que suspenderla varias
veces para llamar al orden a los transportistas, quienes al final, literalmente
volvieron a ver a los regidores salir huyendo ante la protesta de los
manifestantes, quienes se quedaron igual que antes de iniciarla.
Algunos
choferes se quejaron de su líder, al que criticaron de proceder con tibieza
ante las autoridades. De hecho dicen tener la sensación de que “Novelo sí
quiere, pero no tiene la mayoría de votos”.
Muchos
choferes recordaron que el año pasado, durante la contienda electoral que
renovó la alcaldía y el Congreso del Estado, los partidos políticos y sus
candidatos los buscaron para pedirles su voto y respaldo logístico. Ahora dicen
sentir que esos funcionarios electos se olvidaron de ellos y esperan que no
vuelvan a buscarlos en época proselitista.
PRIMERO LA CALIDAD, LUEGO EL INCREMENTO
El
coordinador de la Comisión de Transporte y Seguridad Pública del Cabildo,
regidor Iván Duarte, de la fracción del Partido Encuentro Social (PES), explica
que los ediles “ubicamos el tema de tarifa dentro del contexto general de la
movilidad en el municipio, para evitar que se vea como si fuera solo un
ejercicio de costo y recuperación, donde dices ‘bueno mi operatividad hasta
este momento, por ejemplo, me cuesta por pasajero 11 pesos, entonces le subo a
13 y ya me queda una ganancia justa y un margen para modernización como dice el
Reglamento y la Ley’”.
Duarte
refiere a ZETA que el mecanismo tradicional para autorizar incremento en la
tarifa de transporte público respondía únicamente a las necesidades económicas
del transportista, pero no estimaba la calidad y eficiencia que entregaba al
usuario, y ese es el punto que ahora está como prioridad para la comisión que
encabeza, “donde la pregunta es sí se lo merecen o no -el aumento-”.
Abunda
que anteriormente “se hacía un ejercicio ahí medio subjetivo en el cual,
cumplías tus compromisos y dabas un servicio de calidad, pues te mereces la
tarifa; ahora, si no lo haces de manera
eficiente ni con calidad, entonces no te la mereces”.
Según
el regidor del PES, la actual administración está a favor de un esquema que
fomente la eficiencia en el tiempo de los traslados de las personas, que mejore
el trato que reciben los usuarios por parte de los choferes y que vaya
aparejada con las obras necesarias para evitar costos innecesarios como los que
origina el mal estado de las vialidades. En suma, una óptica global que no se
suscriba simplemente al costo del servicio y la promesa de mejora en las
unidades.
“’Ese
ejercicio lineal es el que nosotros requeríamos, si bien no eliminar o quitarlo
por completo del imaginario colectivo, pero sí completarlo con un ejercicio más
complejo en relación a la cuestión, primero el procedimiento institucional por
medio de la Unidad Municipal del Transporte (UMT), la cuestión de la flotilla,
de la apreciación ciudadana, servicio de calidad y eficacia por parte de los
operadores; cuestiones de vialidad, bacheo y otros como la sincronización de
semáforos para hacerlo eficiente en el tiempo de recorrido y los costos de
operación, o sea, hacer el esquema más complejo, y en esa maduración compleja
meter la tarifa, que sería como una situación de traslado de costos de
operación al usuario”, ejemplifica.
El
coordinador de la Comisión de Transporte y Seguridad considera que los ediles
que tienen la responsabilidad de decidir si avalan o no el incremento a las
tarifas, vieron recortado su tiempo para analizar cuál debería ser el sentido
de su voto, debido a la resolución del Tribunal Contencioso Administrativo, que
les fijó plazos para que resolvieran una situación que mantenían en estudio.
Asegura que el voto en contra se dio principalmente porque se careció de
elementos para valorar de manera adecuada.
“Independientemente
de esa resolución que se va a dar por parte de una sala o de un órgano diverso
al magistrado del Contencioso, ese procedimiento jurídico nos marcó tiempos. De
tal manera que nos dijo, ‘en tres días denme avances, en tres días determinen,
en cinco días transmitan las constancias’, y eso nos obligó a hacer una
votación o abordar el tema en un tiempo diverso a que el análisis natural nos
representaba.
“Echamos
mano de lo que teníamos en ese momento”, abundó, “de los dictámenes y las
opiniones técnicas que teníamos, con la información con que contábamos en ese
momento, para poderle dar cumplimiento a ese ejercicio jurisdiccional. Y pues sale una negativa, la cual el tribunal
insiste que debería tener más elementos de fundamentación y motivación”.
COLAPSADOS
La
visión de la autoridad contrasta de forma abrupta con la que sobre el tema
tienen los transportistas, que en su decir “están colapsados” y se quejan de
que en el tema del transporte le falta de visión al gobierno municipal, ya que,
aunque ellos han cumplido con todos los requisitos que se han solicitado, no
tienen una respuesta afirmativa y la situación económica es caótica, y eso
arrastra otros problemas.
El
presidente de UTIME describe la situación: “El transporte está crítico, la
verdad esto está colapsado económicamente, nos colapsaron económicamente por falta de políticas económicas, por falta
de visión aquí del Ayuntamiento, entonces ahorita ya estuvo, ya se nos agotó la
paciencia, ya se no agotó el aguante económico, estamos quebrados y esto ya no
dio; necesitamos que resuelvan este asunto”.
A
su consideración, los regidores ya tienen elementos suficientes para aprobar el
aumento, pues “no pueden fundar ni motivar -su negativa-, no hay elementos
frente a los económicos, en contra de nosotros, todo está muy claro, no hay
cómo pueden decir que no hay que subir la tarifa, después de tanto tiempo y
aumentos de todos los costos, diésel, combustible… todo lo que influye para un
alza de tarifa”.
De
acuerdo a Gutiérrez Vega, los transportistas han aportado lo suyo para mejorar
el servicio mediante la adquisición de uniformes, presentando exámenes de
control de sustancias tóxicas, reemplazando las unidades por otras de un modelo
reciente, además de que les recordó a los ediles que “el peor servicio es el
que no hay”, y afirma, se mantiene en pie la posibilidad de un paro general del
transporte.
“Todos
los ediles saben que no hay ningún elemento que pueden ellos decir que no hemos
hecho, ¿uniforme? ya los hicimos; ¿antidoping?, se hizo, iniciamos el proceso
de modernización de unidades nuevas por usadas y semi nuevas, o sea, nosotros
ya cumplimos con todo, y ahí están los elementos económicos de los aumentos de
los combustible, los aumentos de las refacciones, el aumento de las revisiones
mecánicas; todos los servicios que nos dan ya están altos, los costos son
elevados, entonces no hay para dónde, no tienen cómo fundamentar un solo
elemento a favor, o cómo pueden argumentar ellos de que no procede una tarifa:
no lo hay, esto es político”.
(SEMANARIO
ZETA/ EDICIÓN IMPRESA/ JUAN CARLOS DOMÍNGUEZ/
LUNES, 29 MAYO, 2017 12:00 PM)
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