CHIHUAHUA,
Chih. (apro).- Con el miedo tatuado y casi dominado, niños, jóvenes,
empresarios, religiosos, maestros y amas de casa de la comunidad de Baborigame,
ubicada en el Triángulo Dorado, en el municipio de Guadalupe y Calvo, saldrán a
sus calles -donde cotidianamente les tiran cuerpos- para agradecer por la vida
y pedir paz para su tierra, para Chihuahua y para todo el país.
En
lo más recóndito de la Sierra Tarahumara, donde cada día el aire se impregna de
pólvora y esparce terror, la gente se unió. Hace unas semanas, conformaron el
Consejo Ciudadano de Baborigame.
Hoy
salen juntos todos los sectores que invitaron a las autoridades seccionales y
municipales a marchar por la paz, por la vida, por su vida, en la tierra que se
ha acostumbrado a cohabitar con la muerte.
“Desearíamos
que la sociedad se uniera con alguna actividad por la paz desde los diferentes
lugares donde se encuentren”, exhortaron en la invitación.
Los
pobladores de Baborigame estarán acompañados hoy por otras organizaciones
civiles de otras ciudades y por algunos medios de comunicación. Serán
resguardados por cuerpos policiacos.
La
marcha iniciará a las 9:00 horas (10:00 de la Ciudad de México) y durante el
trayecto a la plaza principal harán una serie de reflexiones y entonarán
canciones de paz.
“También
esperamos que esa marcha tenga frutos, que de ella surja algo nuevo que ayude
al pueblo a dar pasos hacia la paz y unirnos por la paz en Chihuahua, en
nuestro país”, añaden en la invitación.
El
Consejo Ciudadano logró conformar a comerciantes, maestros, jóvenes, a las seis
iglesias católicas y cristianas que hay en Baborigame, a familias completas que
se han organizado en comisiones para decidir acciones ciudadanas en conjunto.
“Te
invitamos a unirte a nuestro pueblo de Baborigame, para que a una voz, con el
propósito de dar gracias a Dios por la vida, también le pidamos que nos regale
paz, a nuestro pueblo, a nuestro país, a nuestras familias y a nuestro corazón.
Que Dios de la vida nos llene de bendición y nos ayude a ser promotores y
portavoces de paz”.
EL MÁS RECIENTE ENFRENTAMIENTO
El
último de los frecuentes enfrentamientos que se registró en el municipio de
Guadalupe y Calvo ocurrió este lunes, cuando quemaron por lo menos dos casas e
intentaban otras más.
Ese
día se suspendieron clases en el albergue-escuela que se encuentra cerca de
donde ocurrió la balacera. Oficialmente no hubo personas muertas, pero
trascendió que entre los mismos grupos levantaron cuerpos para llevárselos,
aunque se desconoce cuántos.
El
territorio de Guadalupe y Calvo, principalmente Baborigame, es disputado por
dos grupos delictivos del cártel de Sinaloa: Los Pintos (liderados por Héctor
El Pinto Román, de Badiraguato, Sinaloa) y Los Azules.
Durante
los últimos años, prevaleció en Baborigame el grupo de Los Pintos, pero hace
unas semanas ingresaron Los Azules, y con ellos los policías municipales, que
todo el sexenio pasado no pudieron entrar.
El
lunes, Los Pintos que han acosado a otras comunidades las últimas semanas,
lograron entrar nuevamente a Baborigame, de acuerdo con pobladores del
municipio.
De
marzo a la fecha, han asesinado por lo menos a 15 personas, principalmente
indígenas tepehuanes o tarahumaras, 13 de ellos en Baborigame y dos en
Coloradas de la Virgen, donde en enero mataron al activista indígena tepehuán,
Isidro Baldenegro Pérez.
La
mayoría de las víctimas mortales, fueron asesinados presuntamente por gente del
grupo de Los Pintos.
Las
víctimas mortales en Baborigame son: Celestina Soto Ríos en abril; Flavio Arnulfo
Fontes Carrillo, Rogaciano Molina Castillo, Erasio Molina Castillo y Yovel, de
13 años, el 4 de mayo; Alma Cleotilde Sánchez Peña, de 13 años, el 7 de mayo;
Leoncio Ramos Carrillo y Daniel Molina Chávez, el 18 de mayo; Guadalupe
Bustamante Chávez, José Luis Carrillo Esparza y Alberto Carrillo Esparza, el 26
de Mayo; Andrea Almanza Esparza, de 33 años, el 5 de junio; y Rubén Almodóvar
Chaparro, ayer 6 de junio.
ACOSO CRIMINAL INCESANTE A INDÍGENAS
El
pasado 2 de abril, asesinaron Antonia Quiñones Martínez, una mujer indígena de
50 años, en el rancho Chapotito del ejido de Coloradas de la Virgen.
La
mujer iba acompañada de su hijo, quien recibió dos balazos, uno en el hombro y
otro en la pierna. Para el día siguiente, aún no llegaban los agentes ministeriales
para levantar el cuerpo y la gente de la comunidad tenía miedo de acercarse por
temor a la presencia de los agresores.
“Los
sicarios andan como si nada, pasan tirando balazos”, dicen pobladores
entrevistados que se han desplazado a otras ciudades del estado, a partir de
los últimos homicidios.
El
7 de abril, asesinaron a otra mujer indígena de 80 años. Un grupo de hombres
armados llegó al rancho Los Trillitos, que al parecer iban por un hombre, pero
dispararon contra varias personas. Juana Villa Torres estaba sentada y ahí la
asesinaron.
Ese
día, había una curación de una señora. Varios indígenas cercanos a la familia
se reunieron en “el picacho” de un cerro, donde se encuentra una casa en la que
realizan curaciones. “Ahí en el lugar ponen una olla con tesgüino, pinole y lo
que se necesita para la curación. Llegó el médico tradicional muy rápido, yo
creo que vio a los sicarios antes porque no quiso ni tomar tesgüino”, dijo uno
de los asistentes.
Momentos
después, llegaron cinco hombres vestidos como Los Pintos, con un paliacate
negro, chaleco negro. “Eran rarámuri, reconocieron a uno que se llama Sabino
Chaparro López y los otros cuatro son familiares, se apellidan Palma”, dijeron
los hombres desplazados.
Esa
banda logró llevarse, además, una batería para cargar las placas de energía
solar, dos inversores, un rifle calibre 22, dos celulares, la comida y la
vasija de tesgüino, ya que se dedican a robar, denunciaron.
En
ese mismo hecho, hirieron de gravedad a otra mujer de 55 años. Es Emilia Chávez
Martínez (viuda del excomisario de policía de la comunidad indígena de
Coloradas de la Virgen Elpidio Torres Molina, quien fue asesinado el 29 de
abril del 2016). Ella había ido al rancho Los Trillos y ya regresaba a su casa,
cuando le dispararon desde el cerro.
También
hirieron, no de gravedad, a José Molina, de aproximadamente 50 años. El dueño
de la casa logró huir, al parecer era a quien buscaban los delincuentes.
Después
de que asesinaron a su esposo, Emilia Chávez huyó de Coloradas de la Virgen,
dejaron todos sus animales. “Ahí dejaron tiradas las gallinas, los chivos,
todo, luego se comieron todo otros animales. Nomás se llevaron unos caballos
para allá arriba, a Trillitos”, relataron.
Emilia
Chávez había regresado a vender uno de sus caballos, luego de arreglar la venta
con el comprador, a quien se lo vendió “fiado” y ese día fue a cobrar, cuando
de regreso le dispararon.
Un
señor logró trasladar a la mujer hasta Guachochi y de ahí la llevaron a
Chihuahua, donde permaneció hospitalizada con heridas de consideración, pero
lograron salvarle la vida.
En
esa ocasión, hubo reacción rápida de la Fiscalía General del Estado, porque
algunos integrantes de la comunidad se encontraban reunidos con otras
organizaciones y autoridades federales y estatales, en la mesa de la revisión
de la alerta para derechohumanistas del mecanismo de protección federal.
FIESTA TRADICIONAL, DESPUÉS DE CUATRO
AÑOS
Los
últimos cuatro años, las comunidades de Coloradas de la Virgen y la de
Choréachi, que tienen medidas cautelares, no habían podido realizar la fiesta
de Semana Santa, ni siquiera podían bailar “yúmare”, el ritual con el que piden
la lluvia y la armonía de la naturaleza.
En
marzo pasado, la Corte Interamericana de Derechos Humanos dictó medidas
provisionales a la comunidad de Choréachi. La Fiscalía General del Estado les
dio apoyo a ambas comunidades y realizaron su festividad con protección
policiaca.
“La
Federación aún no cumple con su obligación de lo que se comprometieron ante la
Comisión Nacional de Derechos Humanos, ante la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos ni ante la Corte internacional de Derechos Humanos. Las
autoridades estatales y federales, Renato Sales de la Comisión Nacional de
Seguridad, se comprometieron a dar las medidas y la Federación no ha hecho
nada”, dijeron representantes de las comunidades.
(PROCESO/
REPORTAJE ESPECIAL/ LA REDACCIÓN/ 7 JUNIO, 2017)
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