Un
agente de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza utiliza una cámara de
infrarrojo frontal, o FLIR (por su sigla en inglés), desde la cabina de un
helicóptero. Credit William Widmer para The New York Times
ROMA,
Texas — Desde un cobertizo compacto y portátil en las afueras de esta ciudad
fronteriza, Jonathan Hoyt tiene un amplio campo de visión. Su computadora está
enlazada a cámaras y equipos de vigilancia que le permiten ver balsas de
plástico en el costado mexicano del río Bravo a casi 3,8 kilómetros de
distancia, y lo hace solo moviendo una pequeña palanca de mando.
Jonathan
Hoyt utiliza una cámara FLIR de vigilancia desde un cobertizo. Credit William
Widmer para The New York Times
Hoyt,
un agente de la Patrulla Fronteriza, está usando equipo que el Departamento de
Defensa llevó desde Afganistán, donde fue utilizado para rastrear a los
talibanes. Es parte de un potente arsenal que también incluye torres, drones y
aerostatos: dirigibles gigantes unidos al suelo que pueden elevarse hasta a
1500 metros. Helicópteros con poderosos sensores infrarrojos y cámaras de video
también patrullan las alturas.
Los
agentes de fuerzas de seguridad dicen que desplegar este tipo de tecnología ha
dado como resultado una decena de miles de arrestos en una frontera que sigue
siendo una vía primaria para transportar droga y migrantes que cruzan a Estados
Unidos de manera ilegal.
Agentes
de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos arrestaron a
un hombre que cruzó el río Bravo el mes pasado. Credit William Widmer para The
New York Times
Un
grupo de hombres en un campo cerca de la frontera se dispersaron mientras un helicóptero
se elevaba por encima. Credit William Widmer para The New York Times
Helicópteros
remodelados UH-1N Huey del Cuerpo de Marines, ahora utilizados para la
seguridad fronteriza, en un hangar en McAllen, Texas. Credit William Widmer
para The New York Times
A
pesar del llamado del presidente Trump para construir un muro enorme con el fin
de asegurar la frontera —algo de lo que el representante Henry Cuellar, un
demócrata de Texas, se burló por ser una “solución del siglo XIV para un
problema del siglo XXI”— la lucha contra la inmigración ilegal y el tráfico de
drogas en la frontera entre México y Estados Unidos se ha convertido cada vez
más en un asunto de alta tecnología.
Trump
ha propuesto un aumento de 2,9 mil millones de dólares para la seguridad
fronteriza, pero casi el 60 por ciento de ese incremento se destinaría al muro
fronterizo.
“Drones
Predator, aerostatos y torres llenan los espacios que se encuentran a lo largo
de la frontera, donde la Patrulla Fronteriza no tiene personal”, dijo David
Aguilar, un ex comisionado interino de la Oficina de Aduanas y Protección
Fronteriza de Estados Unidos, quien ahora es director de Global Security and
Innovative Strategies, una firma de consultoría en Washington. “Les da una
vista de lo que está sucediendo en la frontera”, dijo Aguilar, y “también les
permite desplegar recursos y responder a las personas que cruzan la frontera o
trafican drogas”.
Un
aerostato anclado cerca del río Bravo. Los dirigibles pueden elevarse hasta
1500 metros. Credit William Widmer para The New York Times
Eso
puede verse fácilmente desde el escritorio de Hoyt. Hace poco, movió su palanca
de mando y acercó la toma para ver a decenas de personas en el costado mexicano
del río Bravo. Transmitió la información a los agentes que se encontraban cerca
del río, quienes se trasladaron de inmediato para atraparlos en el lado
estadounidense.
El
equipo se entrega al Departamento de Seguridad Nacional según el programa del
Departamento de Defensa establecido para reutilizar el equipo militar usado
anteriormente en Afganistán e Irak.
El
Departamento de Seguridad Nacional también utiliza más de 12.000 sensores a lo
largo de la frontera, cientos de lectores de matrículas en los puertos de
entrada y escáneres gigantes de rayos X para observar trenes y camiones. La
agencia planea agregar drones más pequeños con reconocimiento facial, y equipo
adicional que puede capturar información biométrica.
La
tecnología combinada crea lo que algunos expertos del Departamento de Seguridad
Nacional dicen que es un muro virtual en algunas áreas de la frontera, el cual
puede ser tan efectivo como uno físico con un costo mucho menor.
Aguilar
dijo que la adquisición de nueva tecnología para la seguridad fronteriza debe
ser la máxima prioridad para el Departamento de Seguridad Nacional, por encima
de la construcción de un muro u otras barreras físicas o la contratación de más
agentes para la Patrulla Fronteriza.
“La
tecnología es definitivamente lo primero”, dijo. “Son dispositivos que se
pueden usar en cualquier parte de la frontera. Hay lugares donde simplemente no
se puede poner un muro”.
Alambre
de púas extendido a lo largo del puente internacional Roma-Ciudad Miguel
Alemán, que actualmente está cerrado. Credit William Widmer para The New York
Times
Ropa
vieja entre la maleza ocultaba una cámara de vigilancia activada por movimiento
cerca del río Bravo. Credit William Widmer para The New York Times
Michael
Johnson, un agente de la Patrulla Fronteriza, echa un vistazo al río Bravo
desde un viejo muelle. Credit William Widmer para The New York Times
Aunque
la tecnología hace que rastrear el contrabando y las drogas sea más fácil y más
rápido, también facilita el rastreo de personas inocentes.
Guadalupe
Correa Cabrera, profesora de la University of Texas Rio Grande Valley y becaria
del Wilson Center en Washington, dijo que la acumulación de tecnología en la
frontera había transformado ciudades tranquilas, donde la gente se desplazaba
libremente a través de la frontera, en zonas de vigilancia masiva.
Cada
movimiento de los residentes está documentado y catalogado, dijo, lo cual
erosiona la privacidad de los residentes locales.
Algunos
perros ladraron mientras agentes de la Patrulla Fronteriza pasaban a través de
un área residencial de Roma, cerca del río Bravo. Credit William Widmer para
The New York Times
A
pesar de la preocupación de quienes apoyan el derecho a la privacidad, Manuel
Padilla Jr., jefe de sector de la Patrulla Fronteriza en Rio Grande Valley,
dijo que el área necesitaba más tecnología.
“Si
nos fijamos en Rio Grande Valley en este momento, no tenemos la conciencia
situacional de saber qué está sucediendo a través de la frontera debido a la
falta de tecnología”, dijo Padilla.
Dijo
que la tecnología adicional, como sensores que puedan penetrar el follaje
denso, era necesaria porque los agentes de la patrulla fronteriza no podían
llegar a muchos lugares a lo largo del río donde no hay rutas de acceso.
Tránsito
en el puente que conecta Roma, Texas, y Ciudad Miguel Alemán, México. Credit
William Widmer para The New York Times
“Como
no podemos llegar allí, debemos ser capaces de ver lo que está pasando para que
podamos capturar a quienes trafican con drogas o cometen otros delitos” antes
de que lleguen a ciudades de la región, dijo.
El
uso de la tecnología del Departamento de Defensa “nos ha permitido ver algunas
cosas que antes no sabíamos que existían”, dijo Padilla. “Pero se necesita más
tecnología para hacer frente a los desafíos únicos en el valle”.
La
tecnología también se ha desplegado en los puertos de entrada, donde miles de
personas cruzan la frontera todos los días. Se utiliza para todo, desde la
detección de plagas agrícolas que representan una amenaza para el suministro de
alimentos en Estados Unidos hasta la detección de grandes cantidades de dinero
y narcotraficantes.
Agentes
fronterizos y un perro detector de drogas inspeccionaron autos en el puerto de
entrada de Hidalgo, Texas. Credit William Widmer para The New York Times
En
el puerto de entrada de Hidalgo, justo al otro lado de la frontera con la
ciudad mexicana de Reynosa, la tecnología está en pleno uso.
Conforme
los vehículos se acercan a los puntos de control, las cámaras fijas toman
imágenes de las placas delantera y trasera del auto, una imagen del conductor y
una imagen en color del automóvil. Entonces, esas imágenes pasan a través de
una base de datos para verificar los antecedentes penales, delitos de
inmigración o actividades terroristas.
Las
cámaras también almacenan la ubicación del vehículo y la fecha en que se tomó
la imagen en una base de datos, aunque las búsquedas no activen alertas sobre
los pasajeros de los vehículos.
A
la izquierda, cámaras que capturan imágenes de las placas de los autos mientras
pasan por el puerto de entrada de Hidalgo. A la derecha, el lado mexicano de la
frontera. Credit William Widmer para The New York Times
“Esto
nos da una muy buena idea de quién se está moviendo a través de la frontera”,
dijo Frank Longoria, un oficial de aduanas que es director adjunto de
operativos de seguridad fronteriza. “El 99 por ciento de las personas que
cruzan lo están haciendo por una buena razón, pero tratar de captar ese uno por
ciento que está haciendo algo ilegal es un reto”.
En
un pequeño edificio, no lejos de las vías de entrada y salida, un oficial de aduanas,
Eugenio Jiménez, observó un sistema de escáner de rayos X, que le permite ver
anomalías en un vehículo. Dijo que estaba buscando espacios donde debería haber
material sólido, o señales evidentes de manipulación en los tanques de
gasolina, baterías u otras áreas.
Unos
días antes, después de que un perro de detección de efectivo reaccionara a un
Volkswagen Passat blanco 2008 que viajaba hacia México, Jiménez notó un espacio
en la defensa del auto cuando le pidieron al conductor que se estacionara a un
lado para una inspección, dijo.
Un
agente de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza con un auto detenido en
la estación de inspección de Hidalgo Credit William Widmer para The New York
Times
Cuando
quitaron la defensa, los oficiales descubrieron más de 250.000 dólares
escondidos en su interior. El conductor fue arrestado.
“Se
ponen muy creativos”, dijo Jiménez. “Hemos encontrado metanfetamina en los
tanques de gasolina, marihuana que hacen lucir como sandías y limas. Lo que se
te ocurra”.
Los
oficiales de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza usan versiones más
grandes de escáneres para examinar los autobuses e incluso los trenes para
detectar drogas o tráfico de personas.
Un
agente de la Patrulla Fronteriza inspeccionó el interior de un semirremolque
vacío en la estación de inspección de Pharr, Texas. Credit William Widmer para
The New York Times
Pero
hay límites en el uso de la tecnología en la frontera. Los drones y aerostatos,
por ejemplo, no pueden volar cuando hay tormentas o vientos fuertes.
Las
cámaras de alta resolución no pueden ver a través de la maleza espesa que crece
a lo largo del río Bravo, y la vida silvestre o el ganado pueden activar
sensores, lo cual hace que los agentes de la Patrulla Fronteriza vayan tras
falsas alarmas.
La
densa maleza a lo largo del río Bravo hace que sea difícil el uso de cámaras de
alta resolución. Credit William Widmer para The New York Times
Y
los carteles de la droga están adaptando constantemente sus métodos para
encontrar maneras de burlar la tecnología. Con el tiempo, dicen funcionarios de
Seguridad Nacional, los contrabandistas aprenden rápidamente cómo funcionan los
sistemas y ajustan su estrategia.
Longoria
dijo que el cambio en las tácticas de los carteles mostró que la tecnología
fronteriza surtía el efecto deseado.
“El
hecho de que estén tratando de encontrar formas cada vez más creativas de
obtener sus drogas y traficar con personas muestra que el sistema estratificado
de la tecnología y la gente está funcionando”, dijo. “Queremos dificultar sus
actividades tanto como podamos. Las cámaras, los dirigibles y otros
dispositivos nos permiten hacerlo”.
Un
agente escoltó a un hombre aprehendido cerca del río Bravo mientras intentaba
cruzar la frontera. Credit William Widmer para The New York Times
(THE
NEW YORK TIME/ RON NIXON/ 22 DE JUNIO DE
2017)
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