Protestan por incumplimiento del
Gobierno…
En el lugar ubicado en el Municipio de
Álamos, Sonora, las autoridades tradicionales se mantienen a la espera de una
resolución por los acuerdos pactados y que a la fecha no han sido respetados
por parte de la autoridad estatal ni federal…
Hermosillo, Sonora (DP).- Un
grupo de más de 50 integrantes de la etnia Guerijío volvió a tomar la entrada
de la presa los Pilares ante el incumplimiento de parte del Gobierno del Estado
de atender sus exigencias desde el pasado sexenio encabezado por Guillermo Padrés
Elías.
En el lugar ubicado en el
Municipio de Álamos, Sonora, las autoridades tradicionales se mantienen a la
espera de una resolución por los acuerdos pactados y que a la fecha no han sido
respetados por parte de la autoridad estatal ni federal.
En agosto del 2011,
integrantes de la comunidad indígena Guarijío solicitaron al entonces diputado
Bulmaro Pacheco intervenir ante el Gobierno del Estado para ser escuchados
antes de que inicie la construcción de la presa “Pilares” y gestiones para
acabar con la marginación y pobreza que enfrentan.
“Se han pisoteado nuestros
derechos, usos y costumbres desde el principio al no tomarnos en cuenta al
iniciar los estudios”, señalaron los afectados al legislador priísta, al
cuestionar que hasta el momento no les hayan mostrado el proyecto completo que consideran
tendrá impacto ambiental, cultural y social de la región.
En la reunión de trabajo
realizada en la comunidad indígena “Mesa Colorada” en el municipio de Álamos,
los dirigentes de la etnia Guarijío José Alfredo Anaya Rodríguez, Eulogio
Yoquibo Enríquez, Agustín Méndez Zazueta y Lino Leyva Zazueta hicieron diversos
planteamientos a Pacheco Moreno.
Indicaron que hasta el
momento solo se han presentado los representantes de la empresa “México
Sustentable” encabezados por Hilario Valenzuela Robles, pero ningún funcionario
del gobierno estatal responsable de dialogar con los indígenas.
Ante el hoy ex diputado
Bulmaro Pacheco, los dirigentes del PRI en el municipio, Omar Salas y Benjamín
Anaya, así como la representación del Consejo Indígena estatal, plantearon que
el Gobierno del Estado los escuche antes de pensar en serio en la construcción
de la presa “Pilares” porque afectaría seriamente a su región.
Además, solicitaron acceso a
la educación media superior para más de 50 jóvenes de la etnia que concluyeron
la telesecundaria y no han podido seguir estudiando, apoyo para el mejoramiento
del centro de salud que enfrenta serias carencias.
Asimismo, reparación de los
puentes peatonales colgantes sobre el río mayo de Mesa Colorada y Mochibampo,
gestión para proyectos productivos para el mejoramiento de la economía de los
pueblos Guarijíos.
Los Guarijíos que viven en
comunidades de los municipios de Álamos y Quiriego dijeron estar dispuestos al
diálogo y demandaron el apoyo de los tres órdenes de gobierno, así como de los
congresos local y federal, para que sus demandas sean atendidas no solo en
tiempo de elecciones, también en tiempos de gobierno.
En la reunión,Bulmaro Pacheco
se hizo el compromiso de gestionar sus demandas y regresar en las próximas semanas
a informar de los resultados.
El 15 de agosto del 2012,
Tonatiuh Castro Silva planteó que el proyecto de presa en Los Pilares,
municipio de Álamos, en la región makurawe o guarijío, si bien es conocido
desde hace un buen tiempo, finalmente ha sido anunciado a un nivel
grandilocuente por parte del gobernador Padrés y un séquito de funcionarios
federales y estatales.
Dada la naturaleza de este
tipo de obras de infraestructura, que implican un masivo impacto ambiental y
social, resulta útil retomar la ponencia presentada por la Doctora Teresa
Valdivia Dounce, investigadora de la UNAM, el pasado mes de abril durante el
III Congreso Nacional Proyectos de Desarrollo y Pueblos Indígenas, realizado en
El Colegio de Sonora.
En su ponencia “Pros y
contras del proyecto de presa en Los Pilares, Sonora”, la Dra. Valdivia,
especialista de la cultura makurawe desde hace tres décadas, analizó este
proyecto contemplado por algunos grupos político-económicos para el sur de
Sonora.
Valdivia consideró que los
riesgos de su construcción serían: cambio en la temperatura del agua y de la
presa, cambio del clima local, contaminación del aire (por CO² y metano),
afectación de la placa tectónica, transformación de la biósfera, proliferación
de mosquitos (dengue y paludismo), pérdida de especies animales y vegetales,
pérdida de cuatro panteones, de sitios arqueológicos, de tierras para la
siembra, de viviendas, infraestructura, árboles frutales y plantas medicinales;
pérdida de terrenos de solares para vivienda e instalación de servicios,
pérdida de caminos y carreteras, muerte total de 300 kilómetros del río y
etnocidio como consecuencia. Acotó que el proyecto carece de sustento en lo
referente a la alimentación de la presa, dado el carácter cambiante del flujo,
propio de un río del desierto.
Respecto a los beneficios,
señaló que se considera que consistiría en agua para riego en el valle del
Mayo, beneficiando supuestamente a 11,700 usuarios –y afectando únicamente al
10% de la población, es decir, 72 ejidatarios–; en el control de sequía e
inundaciones en el valle, y en la instalación de una hidroeléctrica en sociedad
común. Indicó que, sin embargo, en cuanto al beneficio de la presa, los
auténticos beneficiarios serían pocos agricultorea; en cuanto al manejo del
flujo, cuyo torrente cambiante históricamente ha causado problemas naturales de
impacto social, resulta elemental la premisa de la limitada vida útil de toda
presa, y con ello, de la solución que se cree brindaría en ese sentido. Por
otro lado, refirió que se plantea que a los makurawe correspondería el 3% de
sociedad, pero que no se cumple tal porcentaje.
Por lo anterior, propuso:
realizar un manejo integral de la cuenca del Mayo, distribución equitativa del
agua entre makurawe y “yoris”, quitar presas, devolver los cauces del río,
resembrar especies de fauna y flora, hacer pequeños represos y desazolvar.
Como cierre de la exposición,
Validivia convidó en el uso de la voz a Lino Leyva Zazueta, representante del
pueblo guarijío, quien dijo que el proyecto no es viable, que afectaría sitios
ecológicos y sagrados; despreció el ecoturismo, por considerarlo portador de
enfermedades; sentenció que como consecuencia de sus implicaciones, la presa
les destruiría el habla y su forma de pensar.
Tonatiuh Castro Silva es
licenciado en sociología por la Universidad de Sonora y maestro en ciencias
sociales por El Colegio de Sonora. Se ha dedicado a la investigación en El
Colegio de Sonora, en el Instituto Nacional de Antropología e Historia y en la
Dirección General de Culturas Populares del Consejo Nacional para la Cultura y
las Artes. Se ha desempeñado como docente en la Universidad de Sonora,
Universidad del Noroeste y en el Centro de Estudios Superiores del Estado de
Sonora. Funge desde 1997 como jurado y dictaminador de diversos concursos y
programas culturales, académicos y gubernamentales.
El 4 de octubre del 2013, el
ex gobernador Guillermo Padrés Elías aseguró que la construcción de la presa
Los Pilares es firme pese a la resolución del Tribunal Agrario del Distrito 35
con sede en Ciudad Obregón, la cual concede la suspensión provisional a los
ejidatarios inconformes con la obra hidráulica, una historia ya vivida con el
Acueducto Independencia.
“La vamos a hacer porque es
una obra que requiere la gente del Sur de Sonora, es una demanda muy anhelada
de los productores y habitantes del Sur de Estado, hay que recordar que hace 50
años no ha habido la construcción de una presa y nosotros ya la iniciamos con
la aprobación y permisos correspondientes de Conagua y de los gobernadores
guarijíos”, ratificó el gobernador de Sonora.
Padrés Elías sostuvo que la
construcción sigue adelante pues la legalidad está patente en esta obra
hidráulica que vuelve a generar polémica por las visibles muestras de inconformidad
de un grupo de integrantes de una etnia sonorense, como actualmente sucede con
la operación del Acueducto Independencia.
Dijo que la construcción de
la obra no ha generado división, por el contrario, “no ha generado división, ha
generado beneficios, lo que obviamente hay es que no falta que haya alguien que
tenga un interés particular, que quiera aprovechar y que quiera hacer ver ante
las autoridades”.
El Tribunal Unitario Agrario
del Distrito 35 de Ciudad Obregón, hizo público en dos oficios la suspensión de
la obra donde establece la prohibición para que el Fondo de Operaciones del
Gobierno del estado y la empresa Canoras, entren a las comunidades de Sejaqui y
Chorijoa, del Municipio de Álamos.
El Tribunal advierte en el
expediente 430/2013 que con fundamento en el Artículo 166 de la Ley Agraria
decreta como medida precautoria no iniciar la construcción de presa; así mismo
pide que no se introduzca en esos terrenos el Fondo de Operación de Obras de
Sonora, sistema integral, ni la empresa ganadora de la licitación, Inmobiliaria
Canoras, S.A. de C.V. ni que se ocupen terrenos en la zona Sejaqui.
Lo anterior, en tanto no se
resuelva de manera definitiva la demanda interpuesta por la tenencia del
terreno donde se construye la llamada presa Los Pilares o Bicentenario.
(DOSSIER POLITICO/ Jesús
Ortega/2016-05-03)
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