Los topeños ven con tristeza cómo lo que
formó parte de la escenografía de la película ‘Flor de Mayo’, como el edificio
de la congeladora de camarón, sea derrumbado para construir un hotel
Ruinas antiguas
Los Mochis, SInaloa.- Don
José Luis Fajardo contempla con tristeza cómo uno de los edificios más
emblemáticos del puerto de Topolobampo cae a pedazos.
Por instrucción de un
empresario mochitense, para construir un hotel, trabajadores con maquinaria se
dieron a la tarea de derrumbar por completo el edificio en el que vivió María
Félix, mientras le hacían la casa para la película ‘Flor de Mayo’, que grabó
junto a Jack Palance y Pedro Armendáriz en el año de 1959.
A José Luis le hubiera
gustado que el edificio se rehabilitara, pero igual que muchos topeños está
consciente que a veces los cambios se tienen que dar para el desarrollo del
puerto.
UNA RELIQUIA
El edificio era la
congeladora de camarón, la mayor fuente generadora de empleos que movió la
economía durante años en Topolobampo, por ello, los lugareños lo consideraban
una reliquia.
“En la congeladora hubo mucha
vida, se manejó mucho dinero. La congeladora era del gobierno.
Después se formaron las
cooperativas pesqueras. En esta planta camaronera pudieron haber trabajado más
de 500 personas. Las señoras y muchachas de Sinaloa de Leyva, Maripa y otras
partes de la región venían a empacar camarón aquí”, comentó el señor José Luis
Fajardo, quien tiene 67 años de edad y toda su vida viviendo en Topolobampo.
En el lugar de lo que fue la
empacadora de camarón, se contempla la construcción de un hotel que tendrá una impresionante vista al
mar.
“Flor de Mayo” se grabó en
Topo en 1959, bajo la dirección de Roberto Gavaldón. El fotógrafo Gabriel
Figueroa se encargó de mostrar los lugares más bellos del puerto.
Mientras observaba
detenidamente cómo la congeladora era derrumbada, don José Luis recordó parte
de su infancia en esa construcción que marcó considerablemente la historia del
puerto.
“Yo tenía como diez años. En esta casa fue la
primera vez donde vivió María Félix. Entonces hicieron otra casa. La principal
casa donde ella vivió es allá en la pura entrada donde termina el malecón
viejo. Ahí había unos tanques de Pemex porque el muelle que era de Pemex
llegaba hasta donde termina el malecón. Y ahí estaba, era una casa grande de
madera, bien bonita la casa, por cierto, y ahí es donde vivió María Félix”,
comentó.
SANTO Y SEÑA
Por la mente de don José Luis
viajan los recuerdos, como si lo que pasó hace 57 años hubiera sido ayer.
“Lo que recuerdo de aquel
entonces cuando se empezó a grabar esta película, ahí donde está el centro
cultural había unos almacenes. Ahí fue donde llegaron por primera vez los
camiones que traían la maquinaria, todas estas cámaras, con todo lo que
trabajaban. En ese entonces nosotros estábamos chamacos y pa’ nosotros era
novedad y pa’ la gente mayor también. Lo que sí le digo que aquí trabajó mucha
gente en la película porque había mucha actividad de pesca aquí. Y pues de eso
se trató más bien la película”, expuso el señor.
VIVENCIAS
“La Doña”, como se le conoce
a María Félix, no era esa mujer recia que se observa en las películas, sino más
bien un alma de Dios, manifestó don José Luis.
“Era una mujer muy bonita. Un
alma de Dios. Ahí la ven en las películas que allá y que acá, pero cualquiera
que llegaba con ella se metía a la casa y ella nos regalaba refrescos y había
veces que hasta nos daba de comer ahí porque el chamaquito, el niño que traían
ellos, que según era su hijo en la película, pues ahí nos poníamos a jugar
nosotros con él porque de chamacos nos metíamos donde quiera”, platicó aún
emocionado el señor.
(EL DEBATE/ Adrián López/ 04 DE MAYO 2016)
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