Ciudad de México.- El
neoliberalismo son los Papeles de Panamá. El neoliberalismo es tener cuentas y
empresas fantasmas en paraísos fiscales escondidas bajo la llave del secreto
bancario para burlar las leyes de democracia y convivencia de tu país, que no
son más que engorrosas normas que regulan tus actividades empresariales y
financieras, y que te obligan a cumplir con el fisco, y así, con tantas reglas,
no se puede ser libre.
La libertad es no tener que
pagar impuestos ni decir quién está detrás del dinero ni explicar de dónde
procede, es decir, no sólo tiene que ver con las leyes fiscales, sino también
de transparencia o de responsabilidad penal.
En esta utopía neoliberal nos
creemos que vivimos en democracia y libertad, pero por los Papeles de Panamá ya
entendimos de forma cabal que la democracia del neoliberalismo sólo iguala a
los pobres con los pobres para pagar impuestos e iguala a los ricos con los
ricos para evadirlos, y que la libertad se compra en los paraísos fiscales, si
es con dinero negro mejor, por lo que el más libre es el más millonario.
Ellos, los oligarcas, las
élites, nos dicen que todo eso es legal. Que no es evasión, sino elusión de
impuestos, es decir, evitar o minimizar el pago de impuestos mediante
mecanismos legales, y que gracias a ellos se agiliza el flujo de capitales a
todos los rincones del mundo. Así que no nos rasguemos las vestiduras y entremos
en puritanismos porque salieron más vivos que nosotros.
En medio están algunos
cínicos, como el presidente ruso Vladimir Putin o el primer ministro británico,
David Cameron. Ellos no tienen empacho en acudir a las reuniones del G8 o del
G20, que es el marco donde se debaten estos temas de regulación financiera y,
junto con los otros grandes líderes mundiales, encabezados por el presidente de
Estados Unidos, Barack Obama, clamar por una lucha sin tregua contra los
paraísos fiscales, por combatir la evasión fiscal y lograr una mayor
transparencia. Pero, más allá del oportunismo de las declaraciones del momento,
¿qué interés real pueden tener en priorizar el intercambio de información, la
transparencia y el combate a la evasión fiscal si ellos mismos están implicados
en el círculo de familiares y amigos con intereses en paraísos fiscales? ¿Qué
progresos ha logrado David Cameron en los territorios de soberanía británica
catalogados como paraísos fiscales, esto es, en las Dependencias de la Corona
(las islas de Jersey, Guernsey y Man) y los Territorios de Ultramar como las
Islas Bermuda y Caimán?
Finalmente está el ciudadano
de a pie, el que paga los impuestos. Ellos tienen la percepción de que algo
truculento está sucediendo en la economía global. Presienten que cuando las
cosas van bien, los oligarcas hacen mucho dinero y evaden impuestos, y que cuando
van mal, se les rescata con el dinero de los contribuyentes, que no son
precisamente ellos.
Que debido a la evasión
fiscal, se eleva la carga impositiva sobre los contribuyentes, especialmente en
estos tiempos en los que se precisan de recursos públicos para reactivar la
economía global y los países batallan para mantener las cuentas fiscales
saneadas.
Que como resultado de la
existencia de paraísos fiscales nunca se lograrán sistemas impositivos
progresivos, sino que, por el contrario, los más acaudalados son los que menos
tributan.
Que, en consecuencia, en los
paraísos fiscales no se crea riqueza, sino que mediante la evasión los
contribuyentes subsidian a los más pudientes, quienes extraen riqueza de los
demás.
Que debido a las ventajas
fiscales, las empresas e individuos más poderosos ganan ventajas competitivas
que terminan con los comercios locales, que terminan cerrando.
Y que, como corolario de todo
lo anterior, los paraísos fiscales contribuyen a ampliar la brecha de
desigualdad, esa que se ha venido ensanchando en las últimas décadas y que, en
medio de la grave crisis mundial, ha suscitado un gran descontento social.
¿Y CUÁNTO DINERO ES?
¿Cuánto dinero hay camuflado
en los paraísos fiscales? No se sabe bien, pero según el estudio más serio
realizado hasta la fecha, cuya autoría es de James Henry, experto en paraísos
fiscales y ex-economista en jefe de la firma de consultoría McKinsey, con datos
del Banco Mundial, el Banco de Pagos Internacionales y el Fondo Monetario
Internacional, estimó que la riqueza financiera acumulada por los superricos en
sus cuentas secretas en paraísos fiscales se elevaba a un rango de entre 21 y
32 billones de dólares en el 2010. En el primer caso sería algo así como el PIB
de Estados Unidos y de Japón juntos. En el segundo, habría que incluir también
a China.
Ahora bien, la cifra, según
el estudio, es conservadora: la estimación se refiere sólo a activos
financieros, y no incluye las mansiones, jets, yates y obras de arte que puede
poseer la empresa fantasma, el fideicomiso o la estructura legal dueña de los
activos. A su vez, la riqueza está muy concentrada: en torno a 92 mil
individuos con fortunas superiores a los 30,000 millones de dólares, poseen 9.8
billones de dólares en paraísos fiscales del total de 21 billones, o casi 50%.
Con esos datos, el estudio advierte que en los análisis de desigualdad no se
incorporan estos activos, por lo que los niveles de desigualdad pueden ser
incluso superiores a lo que se viene diciendo.
¿Y QUIÉNES MANEJAN ESE DINERO?
¿Quiénes gestionan toda esa
riqueza? Pues entre 10 bancos, liderados por dos suizos (UBS y Credit Suisse) y
un americano (Goldman Sachs) administran en torno a 6.2 billones. Además,
considera que si esa riqueza financiera generara ingresos por concepto de intereses
de 3% y se aplicara un impuesto del 30%, implicaría una recaudación de entre
190 y 280 mil millones de dólares, un monto que duplica la asistencia que los
países de la OCDE dedican al desarrollo en todo el mundo. Y esa recaudación no
incluye los ingresos por otros conceptos fiscales como el impuesto sobre las
ganancias de capital o sobre las herencias.
Entre las empresas americanas
que tenían aparcados miles de millones de dólares en paraísos fiscales están
Apple (181,100 mdd en 2015), seguidos deGeneral Electric (119, mmdd), Microsoft
(108,300 mdd) y Pfizer (74,000 mdd). Precisamente, la farmacéutica ayer
desistió de fusionarse con Allergan en una operación valorada en 160 mmdd, lo
que habría supuesto la mayor fusión en el sector farmacéutico de la historia,
luego de las medidas tomadas por el Tesoro de Estados Unidos para detener este
tipo de operaciones. El objetivo de Pfizer era, mediante esta adquisición,
mudar su residencia fiscal a Irlanda, donde el impuesto sobre sociedades es del
12.5% comparado con una tasa máxima de 35% en Estados Unidos. En total, las 500
empresas más grandes de la Unión Americana mantienen 2.1 billones de dólares en
paraísos fiscales que en caso de ser repatriados podrían implicar una
recaudación de 620 mil millones de dólares.
(ZOCALO / Excélsior/ 07/04/2016 - 11:35
AM)
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