En ediciones anteriores,
Semanario ZETA dio a conocer un estudio de la calidad del aire en el municipio
de La Paz que desarrolló el Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas
(CICIMAR) donde muestra resultados obtenidos por investigadores sobre
partículas y elementos químicos que se encontraron en el suelo de arroyos que
desembocan en la bahía, aire y otros puntos.
Los investigadores afirman
que se encontraron metales pesados como el titanio, mercurio, plomo y vanadio,
los cuales provienen de las cenizas tóxicas que emanan de las cinco chimeneas
de la planta termoeléctrica de la Comisión Federal de Electricidad (CFE),
principalmente de la ubicada en el Libramiento Oseguera.
Según el estudio se pudo
“constatar que por cada metro cúbico se encontraron 127 miligramos de este
elemento, el vanadio, cuando las normas internacionales marcan la concentración
máxima debe ser 0.5 miligramos por metro cúbico”, lo cual pone en riesgo a la
población al estar en contacto constantemente con el elemento químico.
Sin embargo, según Víctor
George Flores, Secretario de Salud Baja California Sur, no hay afectación, ya
que “los vientos que tenemos aquí y las condiciones que no estamos en un pozo,
nos favorece para que se disperse, para que se vaya esta contaminación y no
afecta a la ciudadanía, hay un plan específico contra ellos de poder,
prácticamente caen en otra área”, refiriéndose a que es competencia de la
Secretaría de Medio Ambiente y recursos Naturales (SEMARNAT).
En dicho estudio, la
profesora investigadora del CICIMAR, doctora en Geología y especialista en el
área de Sedimentología, Janette Murillo Jiménez, expresó que se detectaron
metales pesados como el vanadio que son dañinos para el ser humano en
proporciones que superan más de 200 veces lo establecido por normas
internacionales. En respuesta el secretario de salud en el estado dejó entrever
su desconocimiento del resultado del CICIMAR.
“No tengo conocimiento de
estudios así comprobados que esté cayendo (ceniza), que nos esté afectando y
que los estemos respirando, todos vivimos acá y no le puedo afirmar esta
situación, bien sabemos que hay a veces, sobre todo ahorita que está el
internet, mucha gente se atreve a sacar información y a veces no verifica o
suponen y es lo que causa alarma. Tenemos que dar una declaración en base a
estudios serios, comprobado científicamente para poder emitir una opinión”,
apuntó.
El estudio realizado por
investigadores de CICIMAR también muestra que las zonas donde se han detectado
los metales pesados se localizan en arroyos que desembocan en la Bahía de La
Paz, pero también en colonias del sur de la ciudad y comunidades como Los
Planes, y que hasta el momento según la SSA y la Comisión Estatal para la
Protección contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS) aún desconoce, ya que no se han
presentado casos o bien, no hay ‘estudio’ que confirme que los metales pesados
que emiten las chimeneas a través de las cenizas afecte a la población.
“Nosotros vamos a analizar
qué es lo que se está encontrando, en qué cantidades y principalmente las
afectaciones en el ser humano, lo que es hasta el momento no tenemos datos
crudos, pero sí nos vamos a reunir para establecer el comité, inclusive el
comité del cambio climático, que también es uno de los que vamos a activar el
próximo mes que ya nos vamos a reunir, y vamos a hacer la investigación de lo
que se está haciendo en el CIB, qué está haciendo la universidad y donde
realmente se compruebe si tiene una afectación al ser humano”, expresó Blanca
Pulido Medrano, Comisionada Estatal.
Para generar energía
eléctrica en el estado y en particular en el municipio de La Paz se quema
combustóleo de baja calidad, con ello se emiten cenizas al ambiente cargadas
con vanadio, elemento químico que provoca:
Daño cardiovascular,
inflamación del estómago e intestinos, alteraciones en el sistema nervioso,
sangrado del hígado y riñones, irritación de la piel, temblores severos y
parálisis, sangrado de la nariz y dolor de cabeza, mareos, cambios de
comportamiento y cáncer de pulmón, según estudios realizados.
En la colonia Villas de
Guadalupe en el municipio de La Paz los ciudadanos se han quejado ya del humo
que desprende la termoeléctrica de la CFE, los estragos provocan dolor de
cabeza, dolor de nariz, dificultad al respirar y hasta dolores de estómago,
allí los niños ya han sido víctimas de este humo, éstos son algunos de los
testimonios.
“A veces dos días o tres
días, depende de cómo esté el clima, para donde corra el viento, pero cuando
corre para acá, es generalmente por las mañanas o por las noches, se pone muy
denso el ambiente, pareciera que fuera neblina, pero no, realmente es el polvo
o el humo de las chimeneas que tenemos aquí cerca, es malestar, uno presenta
mareo, picazón en la garganta, miro borroso”, dijo de manera anónima uno de los
comerciantes de la zona.
Su versión la confirmó don
Rafael Amador Rojas, el cual reiteró el flujo del viento, pero que también
cuando esto sucede “se viene un polvito así muy finito, y comienza uno con
dolor de cabeza o de ojos, le duele el ojo a uno, y se sienten molestias del
estómago, pero sí se siente”, reiteró.
Aunque la Secretaría de Salud
ha dicho que no se ha encontrado algún registro de afectaciones al ser humano,
en Villas de Guadalupe los ciudadanos confirman que sí tienen malestares por el
humo y esta ceniza que desprende la termoeléctrica; mientras, las corrientes de
viento arrastran desechos como titanio, plomo, azufre, mercurio y vanadio, este
último altamente dañino, quienes lo padecen a diario son los habitantes
contiguos a la planta termoeléctrica.
“Mi abuela y mi mamá
generalmente, hace tres años que nos vinimos a vivir para acá, sufren mucho de
dolor de cabeza, mareo, pero es una vez o dos veces a la semana, considero yo
que es por eso”, dijo el comerciante, pero el problema afecta principalmente a
los niños, así lo externó don Rafael, el cual tiene “una niña chiquita que
cuando pasa el humo para acá se siente y con ellos se siente más, les da
temperatura, y no es diario, es dos o tres veces a la semana cuando el viento
cambia para acá, sí los he visto con calentura”.
Lo que los ciudadanos
solicitan es que se haga un estudio para determinar la afectación, o bien, que
los encargados de hacer verificación a la planta, en este caso la Procuraduría
Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), obliguen a la CFE a colocar
precipitadores electrostáticos para retener la mayor parte de la ceniza.
(SEMANARIO ZETA/ FOTOS: Antonio de Jesús
Cervantes / Ezenario BCS / Antonio Cervantes Martes, 5 abril, 2016 01:00 PM)
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