EFE
| Estados Unidos.- El muro fronterizo que divide Tijuana (México) y San Diego
(Estados Unidos) fue escenario de una boda religiosa celebrada por una pareja
separada por una deportación, pero que busca demostrar que continúan más
unidos.
La
activista Emma Sánchez y el estadunidense Michael Paulsen se juraron amor
eterno en una ceremonia realizada en el emblemático Parque de la Amistad, área
binacional que se extiende a ambos lados de la frontera y que divide ambas
ciudades por medio de una malla metálica.
Pese
a que la pareja contrajo nupcias por la vía civil hace quince años hoy lo hizo
bajo el rito católico y con la compañía de sus seres queridos, incluida la
madre, hermana y tía de Emma, quienes observaron a través de la malla
fronteriza desde suelo estadunidense la ceremonia desarrollada en el lado
mexicano.
Queremos
demostrar que este muro separa familias, pero jamás va a poder separar el
sentimiento", señaló Sánchez, integrante del grupo DREAMers Moms en la
región San Diego-Tijuana.
En
2006, Sánchez, quien vivía desde hace más de cinco años en Estados Unidos,
donde conoció a su esposo, viajó a Ciudad Juárez (México) para intentar
regularizar su estatus migratorio.
Una
vez en este país, las autoridades le negaron el reingreso al que era su hogar y
le impusieron además una sanción de 10 años que le impidió volver a EU, debido
a que tenía una orden de deportación previa.
Desde
entonces, inició una nueva vida en Tijuana, México, alejada de su esposo y sus
tres hijos, quienes desde entonces la visitan cada semana.
El
próximo año termina la sanción de una década interpuesta por autoridades
migratorias, y la mujer solicitará nuevamente el reingreso al país, con la
esperanza de que la familia vuelva a estar unida en suelo norteamericano.
(ZOCALO/
AGENCIAS/ 19/07/2015 - 07:21 PM)
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