Exterior
de la casa y bodega en obra negra en donde desemboca el túnel que, asegura el
Gobierno, usó Guzmán Loera. Foto: Francisco Cañedo
Almoloya
de Juárez, Estado de México, 18 de julio (SinEmbargo).– La prensa internacional
calificó la fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera como una vergüenza para el
Gobierno mexicano.
Éste,
en cambio, decidió presumirla.
En
los últimos cuatro días, personal de Gobernación, Presidencia y de la
Procuraduría General de la República (PGR) se dedicó a trasladar reporteros de
casi un centenar de medios para que observaran la extraordinaria obra de
ingeniería –un túnel cavado varios metros bajo tierra, reforzado con clavos y
habilitado con electricidad y rieles a lo largo de 1.5 kilómetros– que habría
permitido la segunda fuga del supuesto jefe del mayor cártel del narcotráfico.
Para
Roberto Femat Ramírez, vocero de Gobernación, el propósito de las giras
organizadas desde el martes a este municipio es transparentar y “socializar la
información que se está produciendo en torno a este hecho”. Para algunos
reporteros, sin embargo, la medida responde más a la necesidad que tiene el
Ejecutivo por probar que el delincuente sí se escapó del penal de máxima
seguridad por sus propios méritos, y no que se fue por la corrupción, como
considera –según una encuesta de Consulta Mitofsky- más de un 88 por ciento de
los mexicanos.
“La
narrativa del Gobierno es tan tambaleante y hay tanta suspicacia e incredulidad
entre la ciudadanía, que lo que les conviene hacer es este ‘show’, mostrarse
transparentes”, dijo ayer Jorge Franco, reportero de 7/24, mientras esperaba su
turno para entrar a la bodega en obra negra en la que, se supone, concluyó el
escape y cuya imagen le ha dado ya la vuelta al mundo.
“La
escena sólo se resguardó poco más de un día, y luego entramos todos. El
miércoles éramos como cien personas en el penal de máxima seguridad, que igual
no sabes a quién estás metiendo… Hasta ‘La Barbie’ dijo que ya parecía un
circo”, relata otra comunicadora.
Es
el “Chapo-tour”, dice uno de los oficiales que resguarda la ya famosa
construcción.
Unidades
de la Policía Federal apoyaron a Segob en el traslado de medios desde el
exterior del penal y hasta la bodega. Foto: Francisco Cañedo / Sin Embargo
Las
visitas guiadas iniciaron el pasado martes, después de que, el lunes por la
noche, la Procuradora General de la República, Arely Gómez, anunció en
conferencia que, realizadas las pruebas periciales, se daría acceso a los
medios de comunicación para que observaran la zona por la que, el sábado 11 de
julio, escapó el sinaloense.
Televisa,
Milenio y Tv Azteca fueron los primeros con acceso al interior de la celda 20
del Centro Federal de Readaptación Social del Altiplano. Univisión, por su
parte, mostró el primer ingreso al interior de la bodega. Luego, el miércoles,
casi “toda la fuente” –reporteros asignados– de Gobernación y PGR fue
trasladada también al interior del penal y, Presidencia, por su parte, llevó
ese mismo día también a casi todos los corresponsales internacionales. “Fue un
exceso -comentaban quienes que entraron a la celda. Se supone que es un penal
de máxima seguridad y entramos casi como si nada, casi sin revisión, de lo
rápido que estábamos entrando”.
Tan
sólo Gobernación, dijo Femat, había trasladado a representantes de 93 medios a
alguno de los dos puntos ubicados en este municipio.
Al
exterior de la bodega se llega después de casi dos horas de camino desde la
Secretaría de Gobernación. Pasada la autopista México-Toluca y los caseríos que
rodean la parte norte del penal, la caravana de medios se internó en una zona
de campos de cultivo y granjas con residencias de lujo hasta llegar a la parte
suroriente, donde se observan las torres de control, las bardas de la cárcel y,
apenas, la construcción de la bodega en obra negra entre las colinas.
Sobre
el lodo de la brecha, policías federales indican al personal de comunicación
que hay que esperar luz verde por parte de la PGR, cuyos peritos vestidos con
monos blancos aún trabajan en la escena. Ahí también piden a los medios no
tomar fotografías de los agentes ni hacerles preguntas, ni pasar más allá de
donde indique el policía federal asignado a vigilar el interior del túnel “por
una cuestión de oxigenación”.
Caminando
en filas, la caravana de reporteros llega a unos metros de un patio bardeado
cuyo suelo se observa más alto, comenta un militar que lo resguarda, porque fue
cubierto con la arena que iban sacando los constructores de la excavación. A
unos metros está la bodega, con el interior completamente cubierto de tierra
suelta y donde agentes de la PGR ayer tecleaban en una laptop lo que parecía
ser el texto de una averiguación previa. Ahí está también el primer boquete, de
unos 50 por 70 centímetros, que conduce a un primer nivel subterráneo a través
de una escalera de madera. Al bajar está el cuarto con la enorme planta de
energía eléctrica color azul que ha salido en casi todas las tomas de la
semana. Ahí están también las cubetas cubiertas de tierra, los montones de
escombro, pedazos de esponja rosa y decenas de tablas. Ahí está también un
segundo boquete, de tal vez un metro cuadrado, semi cubierto con una lámina y
desde donde se ve un vacío de casi 10 metros. 23 peldaños más abajo ya se está
frente al increíble pasadizo de un kilómetro y medio, al que ayer además ya le
habían repuesto y encendido los focos que, supone el gobierno, “El Chapo” o sus
secuaces fueron apagando a su paso. Las decenas de lámparas colocadas en una
hilera aparentemente infinita ampliaban ayer la dimensión del conducto que
pocos en el país creen que haya utilizado el capo para la fuga. Ahí estaba
también el ingenioso acople de dos motocicletas sin flecha y sin llanta
delantera montadas sobre un riel que también, dice el gobierno, llega hasta la
cárcel.
Personal
de comunicación social de Gobernación encabezó el “Chapo-tour” de ayer con más
de 20 medios. Foto: Francisco Cañedo / Sin Embargo
Un
policía federal y un empleado de comunicación social de PGR se encargan de
completar la descripción ante los periodistas.
-Aquí,
a la derecha, está uno de los focos –dice el uniformado, indicando el lugar en
el que se encuentra una lámpara rota sobre el suelo.
–Vean
aquí, esta pared –dice luego el empleado de PGR, mostrando donde alguien, tal
vez alguno de los constructores, escribió “la buena vida, la pura mota” junto
al dibujo de un rostro con bigote y lentes. “Es típico de Sinaloa”, comenta.
Oscar
Sánchez, de comunicación social de Gobernación, coordina la visita en esa parte
y, mientras acompaña a quienes están en el primer nivel subterráneo, pide que
suban a quienes están más abajo, por lo que la visita a la única prueba
pericial contundente de la fuga de “El Chapo” dura unos 15 minutos. Ningún
reportero además, confirma Femat, ha hecho todo el recorrido.
Interior
de la bodega con el boquete que conduce a un primer nivel subterráneo. Foto:
Francisco Cañedo / Sin Embargo
“SÍ NOS DA PENA”
Una
vez en la superficie, en el exterior de la bodega, y mientras termina de entrar
el resto de los medios, entre quienes ya han bajado se expresan las mismas
dudas que no han encontrado respuesta en los seis días que han pasado desde la
fuga: ¿Cuánto personal se tuvo que emplear para construir un túnel de un
kilómetro y medio? ¿Cuánto se tardaron? ¿Cuánto costaría? Y, sobre todo,
¿quiénes fueron esos brillantes ingenieros que, excavando varios metros bajo el
suelo, llegaron a dar exactamente al fondo de la celda número 20 del penal del
Altiplano, donde los esperaba “El Chapo”?
“Nos
están mostrando que fue mucho más inteligente que el gobierno”, comenta una
reportera, ya en una de las camionetas, esperando el regreso.
Ante
la evidencia, la pregunta al vocero de Gobernación: ¿No debería ser un motivo
de pena?
“Todo
mundo estamos impactados”, responde Femat. “Estamos avergonzados por este tema,
que haya ocurrido este evento. Sí nos apena que haya ocurrido, como gobierno
federal, pero eso no implica no dar a conocer las cuestiones”, cierra.
Una
de las casi 40 personas que ayer descendió al túnel en la visita organizada por
Segob. Foto: Francisco Cañedo / Sin Embargo
Montones
de tierra y cubetas al parecer utilizadas en la excavación, en el primer nivel
subterráneo. Foto: Francisco Cañedo / Sin Embargo
Túnel
que el Gobierno federal dice mide 1.5 km y llega hasta el fondo de la celda en
la que estaba el capo. Foto: Francisco Cañedo / Sin Embargo
Uno
de los focos como los que tenía el pasadizo y que, según la versión oficial,
fueron destruidos por Guzmán. Foto: Francisco Cañedo / Sin Embargo
La
tubería, los cables y los rieles, dice el Gobierno, se extienden 1.5
kilómetros. Foto: Francisco Cañedo / Sin Embargo
No
ha sido especificado qué tipo de herramientas de construcción fueron utilizadas
para la excavación. Foto: Francisco Cañedo / Sin Embargo
La
iluminación restablecida por el Gobierno muestra mayores dimensiones del túnel.
Foto: Francisco Cañedo / Sin Embargo
La
parte de motocicleta acoplada a un riel y que habría servido para trasladar
material y, también, a Guzmán. Foto: Francisco Cañedo / Sin Embargo
Empleado
de PGR muestra el lugar donde, supone, los constructores habrían escrito una
frase. Foto: Francisco Cañedo / Sin Embargo
El
Gobierno ha permitido el acceso a sólo unos 20 metros del pasadizo. Ningún
medio lo ha recorrido completo. Foto: Francisco Cañedo / Sin Embargo
Varios
reporteros dijeron estar impresionados con la ingeniería desplegada. Foto:
Francisco Cañedo / Sin Embargo
Empleado
de PGR muestra el funcionamiento de la motocicleta adaptada al riel. Foto: Francisco
Cañedo / Sin Embargo
Primer
nivel subterráneo, desde donde se llega al túnel. Foto: Francisco Cañedo / Sin
Embargo
Planta
generadora de energía en el primer nivel subterráneo de la construcción. Foto:
Francisco Cañedo / Sin Embargo
(SIN EMBARGO.MX/ Sandra Rodríguez Nieto
julio 18, 2015 - 00:05h)
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