Aunque
todavía no ha sido requerida por la PGR, ya existe una versión oficial sobre la
falsificación de documentos en que habría incurrido la diputada Lucero
Guadalupe Sánchez López, para visitar en el penal del Altiplano, en abril
pasado, a Joaquín Guzmán Loera, el Chapo.
Lo
dijo la Comisión Nacional de Seguridad en un informe que turnó a la PGR, en el
que señala que una mujer usó documentación falsa para ingresar al área de
Prácticas Judiciales del penal, en compañía de abogados del capo.
Uno
de esos abogados, según informó El Universal días después de la fuga del Chapo
el 11 de julio pasado, habría reconocido que la mujer que aparece en las
imágenes difundidas por El Noticiero, de Televisa, efectivamente corresponden a
la diputada cosalteca, postulada en las elecciones pasadas por una coalición
conformada por el PAN, PRD, PAS y PT.
La
diputada, de muy bajo perfil hasta que la fama le llegó (buena o mala
dependiendo de quién enfoque), se ha defendido públicamente desde que fue
señalada, y ahora hasta de “faldilludos” trata a un ex presidente de la
República y a un ex presidente nacional del PAN, por el hecho de que éstos
criticaron a la dirigencia del partido en Sinaloa por haberla postulado.
Todo
esto es válido como válida será su defensa en los tribunales si llega a ser
requerida por la justicia, al menos por la presunta falsificación de
documentos, ya no tanto por las complicidades con Guzmán Loera que, de
confirmarse la relación, podrían derivarse en el curso de la indagatoria. No
hay que olvidar que la visita habría sido tres meses antes de que el capo se
fugara.
Pero
se ha guardado un silencio sepulcral sobre los orígenes de esta candidatura,
quién la propuso, de dónde salió el nombre, quién lo puso sobre la mesa. El PRD
dice que el PAN, que a este partido le correspondía poner al candidato en el
marco de los acuerdos de la coalición. Y lo mismo el PAS. El PT ya ni existe.
Así que quien tiene la mayor carga y responsabilidad en este enredo es el
partido que ahora dirige Adolfo Rojo Montoya, pero que estaba a cargo de
Edgardo Burgos Marentes cuando se hizo la postulación de Lucero Sánchez.
Todo
indica, según versiones recogidas por esta columna, que la propuesta tuvo como
fuente original a Gerardo Vargas Landeros, el secretario general de Gobierno,
responsable principal de los Compromisos por Sinaloa, un espacio que le ha
servido de plataforma sin par para los enjuagues políticos tanto con el PRI
como con los partidos que hace cinco años conformaron la coalición que los
llevó al poder.
Pero
Vargas Landeros no habría ido solo en la empresa de hacer diputada a una mujer
que no tenía antecedentes en la política ni en la lucha social, ni en nada que
se le parezca, pero a la que se le atribuían relaciones “poderosas”. Uno de sus
impulsores, panista también, y diputado local, habría sido Guadalupe Carrizoza
Cháidez, el ex delegado de Sagarpa, quien apareció junto con la diputada en su
primera defensa pública, una vez que su nombre salió en El Noticiero, como la
diputada que había visitado al Chapo.
No
sería casual esta mancuerna orientada al distrito de Cosalá. El diputado
Carrizoza es, de los diputados panistas, quien mantiene una relación más
estrecha con el secretario General de Gobierno, al grado de que se le considera
el puente entre el gobierno estatal y la bancada panista en el Congreso y
caballo negro para el golpeteo de los enemigos políticos del propio Vargas
Landeros.
Del
secretario General de Gobierno lo que hay es la historia de un gobierno que
desde 2010, cuando se realizaron las campañas, ha dejado huellas que hablan de
sus presuntos compromisos con el Cártel de Sinaloa. Ahí está la historia, para
el que quiera desempolvarla.
BOLA Y CADENA
COMO
SI AL PRESIDENTE ENRIQUE PEÑA NIETO le faltaran flancos débiles, el más
reciente reporte del Coneval, organismo que estudia políticas públicas
orientadas a lo social, encontró que durante los primeros dos años de la actual
administración creció el más de dos millones de habitantes la pobreza en
México. Disminuye la pobreza extrema, sí, pero en un nivel insignificante. No
bastó con que Peña Nieto pusiera al frente de la Sedesol a Rosario Robles, que
viene de la izquierda y con lo cual el presidente buscaba de alguna forma
legitimarse. Ahora, basta checar las ganancias de Pepsicola y Nestlé en este
mismo periodo, empresas que han estado apoyando la llamada “cruzada contra el
hambre”, para ver hasta dónde la política social del gobierno actual es una
burla.
SENTIDO CONTRARIO
PERO
LLAMA LA ATENCIÓN que también en Sinaloa crece la pobreza, lo que pone en
entredicho la “obra humana” y “social” del gobierno del cambio encabezado por
Mario López Valdez. Y de paso, la tarea que debió realizar Juan Ernesto Millán
Pietsch, muy dado a tomarse patéticas y ofensivas fotos con despensitas en la
mano, cuando hay desgracias que reclaman algo más que eso.
HUMO
NEGRO
Y
ESTO, CLARO, CONTRASTA con la riqueza de una cúpula de empresarios dueños del
país, cuyas fortunas han sido alimentadas por túneles de corrupción a través de
contratos turbios, ventas de paraestatales y privilegios fiscales que no tienen
los de abajo. Y, por si fuera poco, contrasta también con el nivel de vida de
una clase política voraz, enriquecida impunemente al amparo de los recursos
públicos, donde caben todos, verdes, rojos, azules y amarillos. ¿Así o más
infame este país?
(RIODOCE/
COLUMNA “ALTARES Y SÓTANOS” de Ismael
Bojórquez/ 26 julio, 2015)
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