Ciudad
de México, 27 de julio (SinEmbargo).– “Los perros [...] llegaban a veces con
diarrea o resfriados y nosotros no teníamos suficiente medicamento [para
curarlos]; los animales tenían estrés: los roedores se comportaban muy
agresivos; algunos peces llegaban al establecimiento muertos, pero nos decían
que era normal por el viaje de los animales [...]“.
El
que narra es Christian A. Morales, un joven que saltó a la notoriedad pública
por un video en el que es exhibido maltratando animales dentro de una sucursal
de +Kota. Ahora, asesorado por una abogada, ha decidido contar más, en
entrevista con SinEmbargo, de lo que sucede al interior de esa empresa.
“+Kota
procuraba tener en [buena] condición su mercancía valiosa, como por ejemplo
perros [con un costo superior a] 20 mil pesos o la guacamaya, de arriba de 60
mil pesos”… Esta declaración de Christian reafirma una constante acusación de
activistas contra +Kota y otros establecimientos: que la venta de animales es
su cosificación. Que ponerle precio a un animal es tanto como considerarlos
además de sólo una cosa, una cosa desechable. En resumen, que la empresa maneja
a los animales como cualquier otra mercancía, y no como seres vivos.
Después
de algunas declaraciones hechas por Christian en un video en el que ofrece
disculpas públicas y acusa a la empresa de capacitar de forma insuficiente a
los empleados y recibir animales en malas condiciones, la marca expresó el 22
de julio mediante un comunicado que le “parece reprobable que la persona que
subió el video disculpándose pretenda eludir su responsabilidad y argumentar
falsedades en contra de +Kota”.
De
cualquier forma, las declaraciones de Christian A. Morales reafirman diversas
denuncias hechas por organizaciones animalistas entorno al maltrato animal y
vuelven a poner el dedo en la yaga: +Kota mantiene condiciones inadecuadas para
el manejo, cuidado y manutención de los animales.
Por
su parte, Murry Tawil, presidente del Consejo de Administración de la empresa,
expresó a SinEmbargo con visible molestia que no es justo que él sea señalado
cuando el daño fue hecho por el ahora ex empleado. Presionó para que se le
facilitara el teléfono de Morales y se negó –aunque aceptó la llamada– a
responder a los señalamientos argumentando que todo estaba ya en sus
comunicados o en declaraciones previas.
El
directivo se negó a dar nuevas declaraciones, pero sí expresó su indignación
porque este diario digital fue capaz de contactar a Christian A. Morales, aún
cuando en su calidad de prófugo de la justicia, no ha podido ser localizado por
el Ministerio Público.
Tras
un mes del revuelo causado por los videos en los que se exhibía a un par de
jóvenes maltratando animales, el saldo ha sido la indignación generalizada, una
demanda legal de la empresa, una disculpa pública [poco aceptada] por parte de
uno de los responsables del maltrato y el recrudecimiento de señalamientos de asociaciones
animalistas. Tal es el caso de Denuncia +Kota quien ha expresado que “lo que
pasó en Pachuca es sólo una pequeña muestra de lo que es esta ‘industria”.
Aunque
es innegable que los empleados tienen una responsabilidad directa en las
acciones de maltrato difundidas, las declaraciones hechas por Christian A.
Morales en su disculpa colgada en Youtube, apuntan a que pudieron existir
diversos factores por parte de la empresa que también propiciaron las famosas
escenas y a que, después de todo, aquellos populares videos resultaron ser el
último eslabón de una serie de reclutamientos y atenciones inadecuados para
empleados de la firma y sólo una muestra más de los maltratos que pueden sufrir
los animales en sus espacios.
Luego
que se viralizaron videos de maltrato animal en la tienda Maskota de Plaza
Galerías Pachuca, la PROESPA clausuró la tienda. Foto: Cuartoscuro
SIN FILTRO
De
acuerdo con Christian, hasta antes de que fueran difundidos los videos de
maltrato, los empleados reclutados por la marca no eran evaluados para detectar
la posibilidad de conductas violentas contra animales: ”Ese filtro no existía,
nunca nos evaluaban psicológicamente para ver si éramos aptos. [...] Para
trabajar ahí únicamente te hacen una prueba de fobia para detectar si le tenías
miedo a algún animal en específico o si llegabas a ser alérgico”.
El
proceso de selección consiste además, de acuerdo con el ex empleado de la
tienda, únicamente en una entrega de documentos, la aplicación de una encuesta
socioeconómica y una entrevista en la que “te preguntan por qué razones entras,
si te gustan los animales y si te sientes apto para el puesto. Ya si dan paso a
tu solicitud se habla con la gerente para dar paso al trámite [de contrato]“.
Sólo
después de expuesto el caso de maltrato en Pachuca, la empresa anunció a través
de un comunicado publicado el 1 julio que había solicitado incluir a sus
exámenes para reclutamiento “un reactivo que ayude a medir la propensión a la
violencia y el comportamiento social”, y que a todos los empleados –mil
370 actuales y a los futuros– aún les
aplicarían este estudio.
Anteriormente
la empresa contaba con “11 pasos en su proceso de reclutamiento y selección de
personal. Uno de los exámenes que aplica es el conocido como VERITAS, que
consiste en evaluar el grado de confianza en el candidato”.
MALA CAPACITACIÓN = MAL MANTENIMIENTO
Por
otro lado, mientras que la empresa sostiene que cuenta con un promedio de “80
horas [para] cursos de capacitación sobre el cuidado y atención de especies
durante los primeros 3 meses de estancia en la empresa [así como] más de 18
manuales y guías de cuidado por cada una de las
especies”, las declaraciones hechas por Christian en su disculpa hablan
de una capacitación insuficiente para garantizar el bienestar de animales:
“Otra
cosa que le quiero dejar clara a la gente es que los trabajadores de ahí no
éramos zootecnistas ni tampoco veterinarios. No teníamos la capacitación al
cien por ciento de cómo cuidar a un animal. Sí los llevábamos a las
veterinarias correspondientes, pero [para] el trabajo que a nosotros nos
cargaban [...] no teníamos con qué poder asegurar la supervivencia” de los
animales. Además, éstos no llegaban “en una condición digna para [su]
supervivencia [...]. Era horrible cómo los teníamos que cuidar para preservar
su salud”.
Christian
explicó que “los perros –por ejemplo– llegaban a veces con diarrea o resfriados
y nosotros no teníamos suficiente medicamento [para curarlos]; los animales
tenían estrés: los roedores, por ejemplo, se comportaban muy agresivos; algunos
peces de llegaban al establecimiento muertos, pero nos decían que era normal
por el viaje de los animales [...]“.
“Uno
de mis compañeros que hacía la limpieza dijo una vez que quería pedirle a la
gerente que ya no nos trajeran patos porque eran los animales que mas rápido se
morían”, y detalló que de entre 15 patos que llegaban a la tienda, al día
siguiente 5 o 6 morían aunque se les diera las atenciones necesarias.
“Les
teníamos que dar alimento casi caducado a los animales, era raro cuando nos
mandaban un bulto de alimento desde el mismo corporativo para darles de comer
algo como se debía. A veces le dábamos a un chihuahua alimento para un perro de
raza grande”, recordó.
Otra
cuestión que incapacitaba a los empleados para dar mejores condiciones a los
animales eran las pocas visitas de veterinarios o zootecnistas a la sucursal:
“En el tiempo que yo estuve en +Kota –alrededor de medio año– sólo llegó tres
veces el zootecnista que mandaba la empresa”.
Una
imagen de denuncia en la página de Facebook de Denuncia +Kota. Foto: Facebook
INSTALACIONES ¿SEGURAS?
Uno
de los argumentos de +Kota en torno al caso en Pachuca es que los jóvenes que
maltrataron a los animales buscaron puntos ciegos en el lugar en los que las
cámaras instaladas no pudieran tomarlos para no ser sorprendidos por sus
superiores. Sin embargo, Christian asegura que el joven que los grabó sí estaba
a la vista de una de éstas, por lo que la empresa pudo enterarse del caso.
“La
empresa puso cámaras [...] para checar a los empleados, ellos nos monitoreaban
para que no nos distrajéramos al atender a alguien [ni siquiera] podíamos usar
celulares”, explicó.
“El
compañero que me grababa [con un celular] estaba a la vista de una de las
cámaras, el que no estaba a la vista era yo, no nos habíamos dado cuenta de que
estaba sobre un punto ciego”, precisó.
Christian
aseguró que a los empleados se les llamaba la atención por distraerse de
cualquier forma mientras estaban en horas de trabajo, pero especialmente por el
uso del celular. Así que resulta “extraño” que no hayan llamado a su compañero
cuando los grabó en las escenas de maltrato.
+Kota,
por su parte, declaró que están “incrementando el monitoreo para evitar ‘puntos
ciegos’. Asimismo, se incrementarán los reportes diarios de videovigilancia”.
VENDER, VENDER, VENDER
“+Kota
procuraba tener en [buena] condición su mercancía valiosa, como por ejemplo
perros [con un costo superior a] 20 mil pesos o la guacamaya, de arriba de 60
mil pesos”, explica Christian, que también asegura que la venta de animales,
sobre todo de perros es la prioridad “ellos dicen que su prioridad es cuidar a
los animales y por una parte lo demostraban demostraban pero por otra no. Su
prioridad era vender perros y nos lo recalcaban ‘tienes que vender perros;
vende perros’”.
Las
declaraciones de Christian se contraponen a la afirmación de la marca de que la
venta de animales es “considerada mucho más como un servicio que como un
producto”.
Cuando
SinEmbargo buscó la respuesta de la firma, el presidente Murry Tawil expresó:
“No entiendo por qué yo soy el que tiene que responder ante declaraciones de
una persona que está prófuga [...] Esta persona que cometió un supuesto delito
obviamente va a justificarse y, lo que está haciendo es argumentar falsedades
en contra de +Kota para poder justificarse y decir ‘no se enfoquen en mí, yo no
soy el malo del cuento’ [...] cuando él se filmó golpeando a los animales. Me
parece extraño que todo el asunto se voltee a decir: ‘a ver +Kota, ¿tú
maltratas a los animales? ¡Por supuesto que no! [...] ¿Y resulta que ahora el
señalado soy yo?”.
“Él
ya dio una versión, nosotros ya dimos la nuestra”, expresó la marca.
(SIN
EMBARGO.MX/ PAOLA RAMOS MORENO JULIO 27, 2015 - 21:28H)
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