“No
sé, solo vi frente a mí una pistola muy grande, no se más, vi una sombra tras
de ella, no alcancé a ver bien, tenía mucho miedo por mis niños, pero primero
estaban mis hijos, los cubrí y salí con ellos, luego escuche los disparos, no
sé, cuatro o cinco, pero salí corriendo y me subí al auto donde los protegí,
primero están ellos, y Dios nos cuidó”,
así lo comentó muy nerviosa una joven señora que recién había llegado.
Ella
entraba al establecimiento cuando se topó de frente con el sicario.
En
la palapa Mariscos “Guasave El Kenny”, en la avenida Pino Payas entre J. Mújica
y Villa Taro, Colonia Villas del Encanto, eran casi las 17:45 horas, había unos seis o siete comensales, los
cuales se vieron sorprendidos por lo ocurrido, ya que nunca se imaginaron lo
que estaba por suceder frente a ellos, solamente escucharon varios
disparos, a unos metros vieron caer a
una persona del sexo masculino. Se trataba de Jorge Verdugo Alvarado, de unos
55 años de edad, originario de Guasave Sinaloa, empleado de la marisquería.
Cayó
en medio de un gran charco de sangre, fue trasladado grave al hospital
Salvatierra, había recibido dos impactos de bala calibre 9 milímetros, su
estado es delicado pero son lesiones que tardan menos de quince días en sanar y
no ponen en peligro la vida.
Según
testigos de lo ocurrido, llegaron dos personas, jóvenes, en una motocicleta
color blanco y amarillo, tipo cross, uno de ellos que vestía short claro,
playera negra, tenis y gorra negra, bajó de la moto, el sujeto comenzó a
caminar por la palapa entre las sillas, como queriendo seleccionar una mesa,
sin dirigir mirada alguna a alguien en particular.
De
repente se detuvo, sacó un arma y comenzó a disparar sobre Jorge Verdugo,
quien, de acuerdo a instancias oficiales, no cuenta con antecedentes penales,
no tiene historial de narcomenudistas, por lo cual se solicitó información al
estado de Sinaloa.
Otra
señora salió corriendo con su esposo, subió a un auto y huyeron del lugar, en
tanto que la víctima caía en el frente del establecimiento con las lesiones que
le provocó el sujeto al disparar casi a quemarropa.
El
propietario del establecimiento sacó a los comensales para protegerlos,
mientras el sujeto que disparó seguía con la mirada a su alrededor como si
estuviese buscando a otra persona más.
Mientras
tanto Jorge Verdugo siguió tendido en el piso de tierra, sin embargo los
disparos fueron por la espalda, por lo que se considera que el atacante no
reconoció bien sobre quien disparaba, ya que al parecer no lo vio de frente.
Algunos
de los comensales señalaron que se trata de dos jóvenes, los atacantes, no
mayores de 20 años.
(COLECTIVO
PERICU/ REDACCION/ JULIO 13, 2015)
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