Ciudad
de México, 14 de julio (SinEmbargo).– La segunda fuga del narcotraficante
Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, líder del Cártel de Sinaloa y el capo más
buscado del mundo, no asombró a 25 intelectuales mexicanos consultados por
SinEmbargo. Coincidieron en que es el resultado de la corrupción, la impunidad
y la debilidad institucional que acosa al Estado mexicano.
El
escritor Elmer Mendoza se pregunta: “Dios mío, ¿por qué nos abandonaste?,
¿acaso sólo los deshonestos merecen estar bien?”.
El
laureado periodista Jon Lee Anderson afirma que se trata de “la acumulación de
hechos y evidencias de un Estado mexicano minado por el gangsterismo”. Otro
periodista internacional, Francisco Goldman, plantea que la respuesta del
Gobierno federal “ha sido un festín oscuro y burlón de impunidad plena”, y con
él coincide el doctor Arturo Alvarado, experto en temas de seguridad y
violencia, quien hace énfasis en el deterioro y la incapacidad del sistema de
seguridad pública de retener y procesar a un probable responsable de delitos
que lindan en crímenes contra la humanidad, en un caso que podría haberse
consultado directamente con el gran Houdini.
La
escritora Guadalupe Nettel opina que es la corrupción la que ha permitido crear
capos como “El Chapo”. Su colega y compatriota David Miklos asegura que la fuga
del narcotraficante ”es imperdonable”, como lo declaró Peña Nieto hace unos
meses en entrevista con León Krauze. Además, para Marisol Schulz, directora de
la Feria Internacional del Libro en Guadalajara, el tema “pone en jaque al
sistema judicial entero y hace obvia la corrupción y la negligencia en la que
se ve inmerso México”.
Lo
que sigue, dice la escritora Sara Sefchovich, son “las piruetas para explicar,
las acciones disque para recapturar, el señalamiento de culpables, detener a
algunos, puro blabla: el señor ya se fue”. Su colega, Ángeles Mastretta se
pregunta: “¿Cómo se les escapa así?”. Y ella misma concluye: “Otra vez el
Gobierno expuesto al ridículo de que el ingenio y el poder de este hombre le
gane al Estado”. El escritor de Mazatlán Juan José Rodríguez afirma que esto
sólo pasa en un país como el nuestro y donde “Kafka sería un autor costumbrista
y Maquiavelo juez de barandilla”; ahora, dice, veremos qué ocurre con esto o si
“seguimos asfixiados en el país donde no pasa nada”.
“La
fuga del ‘Chapo’ es el orgasmo de la orgía de ineficiencia administrativa
arrogante acoplada con la corrupción tradicional en efervescencia, orgía que
este gobierno ha ido convirtiendo en su huella en la historia. Pero siguen erosionando
fatalmente al Estado y al país”, afirma el escritor y editor Alberto Ruy
Sánchez.
Chema
Yazpik invitó “ahora que puedes” al Chapo a ver su obra de teatro Cuerdas.
Foto: Especial
HUMOR, PERO TAMBIÉN REFLEXIÓN
El
domingo pasado, la fuga de “El Chapo” animó a los miles de internautas que se
pasaron la tarde haciendo memes y posteando comentarios muy a tono con nuestra
idiosincrasia, siempre tan inclinada a mirar con la lupa de la ironía y el
humor hilarante las grandes tragedias que nos tocan vivir.
Con
casi 1 millón de menciones en sólo 13 horas, “El Chapo” Guzmán fue trending
topic en Twitter y colonizó el interés temático en la red de Mark Zuckerberg, la
mayoría de las veces apelando al humor –esas comparaciones por ejemplo entre el
narcotraficante y el mago escapista Houdini– y al sarcasmo, espejo a menudo de
nuestras frustraciones más íntimas como Nación plena y en estado total de
derecho.
“La
respuesta humorística ante las tragedias es en realidad la expresión de la
impotencia y, cuando es reiterada, es síntoma de una depresión crónica, de una
tristeza y de una melancolía que están grabadas en lo más profundo de nuestro
ser como pueblo”, dice el psicólogo Giuseppe Amara.
Para
su colega Rubén Rangel, “el humor es la forma que tenemos los mexicanos de
esconder la realidad en la que estamos inmersos. El mexicano ha encontrado en
estas formas de expresión el desentendimiento de los problemas a los que se
tiene que enfrentar. Pareciera que nos gusta estar en una fantasía de tiempo
completo”, asegura.
Lo
cierto es que entre los memes y los comentarios desopilantes como el del
escritor y editor Martín Solares, quien alertó sobre un hecho del que no nos
habíamos percatado en el sentido de que “tengo la impresión de que en realidad
el que se fugó fue nuestro Presidente”, el universo de la cultura vernácula
también se valió de las redes sociales para expresar sus opiniones frente al
hecho que ha trascendido la esfera de lo meramente delincuencial y repercute en
lo más profundo de la estructura política.
Por
caso, el actor José María Yázpik, quien desde su muro de Facebook invitó al
“Chapo” Guzmán a su recientemente estrenada obra de teatro, Cuerdas:
“Chapo,
ya que puedes, te invito a ver @cuerdas_teatro en el Lopez Tarso en San Ángel.
Hoy dos funciones 5 y 6:30. Llega como quieras. Abrazo”, posteó el entrañable y
talentoso “Chema”.
En
Twitter, el periodista Carlos Loret de Mola afirmó que “la fuga del Chapo
exhibirá internacionalmente al gobierno del Presidente Peña Nieto”, mientras
que en la misma plataforma su colega Salvador García Soto marcaba el fracaso
del gabinete de seguridad del actual sistema priísta.
“Si
captura del Chapo la presumieron como máximo logro, su fuga es fracaso total de
política de seguridad de @EPN”, escribió el periodista de El Universal.
Lo
cierto es que frente a un hecho tan grave, insólito y desgraciado, en un
contexto de país tan difícil e impredecible, lo de los memes y el humor
repentista deberían ser primeras etapas, espontáneos gestos catárticos, sólo
antesala de una pulsión obligada: la reflexión.
Y
para reflexionar, hemos recurrido a los intelectuales, aquellos que con la
cabeza centrada y la mirada amplia y fresca, nos ayudan a dirimir algunas de
las muchas y complejas cuestiones irresolubles e inexplicables que plantea esta
segunda fuga –como si de ciencia ficción se tratara– de un hombre que parece
manejar hilos secretos y poderosos que le permiten ir más allá del –ahora lo
sabemos- tan débil e inerme poder establecido.
Circuito
Interior: una crónica sobre el duelo y la violencia. Foto: Francisco Cañedo,
SinEmbargo
“EL CHAPO” SABÍA MÁS QUE NADIE
Como
el escritor estadounidense Francisco Goldman, quien desde Nebaj, Guatemala –su
patria de adopción– opina que “la fuga tira una luz Klieg sobre la pregunta que
ha acompañado este caso desde la captura en 2014: El Chapo sabía más que nadie sobre la corrupción
de las autoridades mexicanas”.
“Era
lógico esperar que su captura fuera a resultar en capturas de algunos de los
políticos y autoridades de seguridad comprados y en el desmantelamiento aunque
sea simbólico de algunas de sus redes. La respuesta que dio este gobierno al
pueblo mexicano y al mundo después de esa captura fue un silencio total, un
festín oscuro y burlón de impunidad plena”, afirma el autor de la reciente
Circuito Interior.
“Ahora,
su fuga expone lo que realmente fue ese silencio y parece un inevitable y
elocuente fin a esta historia”, expresa Goldman.
LA TRISTEZA DEL CHAPO
Para
el escritor sinaloense Élmer Mendoza, máximo exponente de lo que él mismo ha
denominado “narcoliteratura”, nacido y residente en Culiacán y miembro de la
Academia de la Lengua Mexicana, Guzmán “es un delincuente triste e
incomprendido”.
“Quiere
estar preso pero a nadie le interesa. Tal parece que lo consideran un fantasma.
Lo dejan usar carros de ropa sucia, le permiten construir túneles de varios
kilómetros y le consienten bañarse durante horas, como si estuviera en el río
Humaya con una morrita, ¿creen que eso le divierte al capo de Sinaloa? Claro
que no, estoy seguro de que sueña con un contrincante digno de su inteligencia
y sagacidad, no con estos agachones que según muy tecnificados para vigilarlo
pero absolutamente vulnerables al color verde”, dice el autor de El amante de
Janis Joplin.
“Se
deja atrapar, los espera vestido con uniforme de escuela, nunca lee más de tres
libros por año y nada. En cuanto lo tienen a mano se convierten en lo mismo que
él. ¿Qué el país se desmorona? Es el calor; que seguimos siendo asquerosamente
corruptos, calumnias mediáticas; que se han extraviado los peines, ¡todo mundo
quieto hasta que aparezcan! Dios mío, ¿por qué nos abandonaste?, ¿acaso sólo
los deshonestos merecen estar bien? “, se pregunta Mendoza.
Dios
mío, ¿por qué nos abandonaste?, ¿acaso sólo los deshonestos merecen estar bien?
Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
EN MÉXICO, TODOS SON EL NARCOTRÁFICO
“Qué
puedo decir frente a lo evidente, a lo que todos sabemos, a lo que una y otra
vez ha sido dicho y denunciado: que en este país el narco son los traficantes,
pero también los que supuestamente los combaten y los políticos que los
protegen y los legisladores y jueces y los muchísimos ciudadanos y sus familias
que se benefician de ello, (acuérdate las manifestaciones públicas a favor del
personaje cuando lo detuvieron), incluidos aquellos para quienes los beneficios
son ‘indirectos’, como los medios que con este tipo de noticias venden mucho”,
se lamenta la escritora Sara Sefchovich.
“Ya
lo comentamos cuando hablamos sobre mi libro ¡Atrévete!: ningún asunto de esta
naturaleza funciona sin la complicidad de la sociedad. La fuga pues, no
sorprende. Es más, todos sabíamos que ocurriría antes o después. No es para
nada un hecho insólito”, expresa la también autora de Demasiado amor.
“Hagamos
un poco de memoria: cuando al señor lo detuvieron en su departamento en la
playa, dejaron ir tranquilamente a su esposa, algo increíble cuando vemos que
meten a la cárcel a cualquier pariente o vecino de alguien que es sospechoso de
fraude o de lavado de dinero. Luego, desde hace meses, la periodista Anabel
Hernández que le ha seguido los pasos a este señor y que documentó su fuga
anterior dando nombres y apellidos de los involucrados (llegó hasta muy arriba
en sus señalamientos), ha venido advirtiendo que no estaba lo aislado y
vigilado como decían las autoridades, puesto que había podido organizar a los
internos del penal para una protesta porque no se les respetaban sus derechos
humanos (algo también increíble, considerando lo que ellos hacen, pero Isabel
Miranda de Wallace ha insistido en cómo estos individuos saben usar la ley a su
favor)”, opina Sefchovich.
“Tenía
razón: ¿Cómo se puede organizar algo así desde el aislamiento total y la
vigilancia absoluta? Pero el Gobierno federal respondió ofendido que eso era
falso y con ese mismo argumento de que aquí todo estaba bajo control, no se lo
entregó a los gringos que se lo estaban pidiendo. Todo esto sin duda, es más
que sospechoso, es directamente acusatorio. Aquí muchos están involucrados. Y
los que no lo estamos, lo sabemos.
Lo
que sigue, también ya está en el guión: las piruetas para explicar, las
acciones dizque para recapturar, el señalamiento de culpables, detener a
algunos, puro blabla: el señor ya se fue”, concluye.
QUÉ HACER ANTE LAS FICCIONES OFICIALES
“Primero
que nada, estoy revisando e investigando los detalles que se han dado a conocer
sobre la manera en la que supuestamente Joaquín Guzmán Loera dejó el Penal del
Altiplano, porque un reto permanente del periodismo mexicano es la decisión
sobre qué hacer ante las ficciones oficiales que se producen sobre todo en
asuntos de narco”, explica el periodista Diego Enrique Osorno.
“Pero
creo que una de las cosas que más me impacta en este momento es el cálculo de
una operación como ésta. Sea como sea, Joaquín Guzmán Loera deja el Penal del
Altiplano justo al mismo tiempo en que el Presidente y diez secretarios de
Estado, incluyendo al de Gobernación, la Defensa Nacional y la Marina, vuelan
con destino a París”, prosigue el autor del libro –entre otros– El Cártel de
Sinaloa.
“No
creo que sea una coincidencia que la fuga coincida con el momento exacto en que
tenemos una ausencia de Gobierno tan tremenda como esta. Con un escenario así,
en el que las 11 principales cabezas oficiales están a 9 mil 194 kilómetros de
distancia, obviamente la reacción operativa para tratar de recapturarlo
inmediatamente será más caótica y complicada, lo que le dará tiempo al ‘Chapo’
para poder salirse de la zona del Valle de México y llegar a un dominio seguro.
Esto no solo nos habla de la astucia del ‘Chapo’ y sus operadores políticos,
sino también del terrible desaseo que prevalece en la administración de nuestro
país”, agrega Osorno.
“Un
hecho como éste debería derivar no solo en la salida del titular de
Gobernación, sino también en debatir a fondo la irresponsabilidad presidencial
actual, pero quizá ni una cosa ni otra ocurran porque tal parece que tenemos un
gobierno de ficción”, afirma.
Más
preguntas que respuestas para la autora de Arráncame la vida. Foto: efe
UN ESTADO MINADO POR EL GANGSTERISMO
“Resulta
opaco poderlo analizar muy bien desde lejos, pero su fuga, naturalmente,
levanta suspicacias en torno a la ayuda que recibió dentro de la prisión,
además de afuera”, opina el periodista estadounidense Jon Lee Anderson.
“Para
mí es un hito más en la acumulación de hechos y evidencias de un Estado
mexicano minado por el gangsterismo, en donde es casi imposible descifrar con
certeza que es lo legítimo y qué no”, agrega el autor de La caída de Bagdad.
Para
la escritora mexicana Ángeles Mastretta, la situación es absolutamente
“incomprensible”.
Esta
nueva fuga del “Chapo” “tiene mucho más preguntas que respuestas”, dice la
autora de Arráncame la vida.
“¿Cómo
se les escapa así? Otra vez el Gobierno expuesto al ridículo de que el ingenio
y el poder de este hombre le gane al Estado. “El Chapo” es un símbolo, el que
haya conseguido escapar no sólo habla de su impunidad y su poder, sino de la
admiración y la lealtad que otros le tienen. Es el dueño de un empresa muy bien
organizada, que no para en crímenes. La guerra con sus enemigos, que los ha
tenido todos, ha provocado el sesenta por ciento de las muertes por
narcotráfico”, explica Mastretta.
“Otra
de las preguntas es ¿hasta cuándo vamos a perseguir el tráfico de drogas?
Estamos soportando la guerra de otros, persiguiendo a los jefes de las bandas
que la DEA tiene entre ojos y posibilitando que quienes se entrenan con ellos,
se dediquen después a ser los asesinos salvajes que nos rodean, aunque ya no se
dediquen al narcotráfico. Volver a encontrar al ‘Chapo’, ponerlo otra vez en
una cárcel de la que podría escaparse, no va a solucionar nuestro problema,
Habrá que hacerlo, no porque el señor tenga una empresa de narcotráfico, sino
porque en su nombre nuestro país sufre la peor guerra de su historia. El golpe
mediático que provocó su captura en febrero del 2014, es de risa comparado con
el espanto de ahora. No sé qué más decirte”, admite la escritora.
LO EXTRAÑO ERA QUE NO SE FUGARA
“No
me resulta sorprendente la fuga del ‘Chapo’ Guzmán. Al contrario, me parecía
extraño que no retornara a su vida común. Viene a mi memoria el mítico escape
de Henri Charriére (Papillón), de la Isla del Diablo en 1941; el de David
Kaplan en 1971 que se fugó en Helicóptero del penal en Iztapalapa; o el de
Sicilia Falcón, quién también cavó un túnel para salir de Lecumberri”, evoca
Guillermo Fadanelli.
“La
reiterada fuga del ‘Chapo’ carece de un halo mítico o romántico. Su poder es
tal que seguramente la fuga implica a policías y funcionarios de toda clase.
‘El Chapo’ se sirve de la complicidad colectiva para llevar a cabo una empresa
compleja como la de cavar un túnel de un kilómetro desde un penal de alta
seguridad”, agrega el famoso autor de La otra cara de Rock Hudson y Premio
Grijalbo de Novela, 2012, por Mis mujeres muertas.
“Lo
que me parece trágico no es su huida, sino el hecho de que poderes descomunales
como el del narcotráfico se edifiquen paralelamente al Estado y sus
instituciones. Mientras no se legalice el consumo de todas las sustancias
prohibidas, o drogas, continuará creciendo ese poder (crímenes, fugas, ausencia
de seguridad pública) que además no paga impuestos. La época en que vive ha
hecho del ‘Chapo’ un criminal y no un empresario. Y su fuga, como noticia, es
poca cosa comparada, por ejemplo, con el despilfarro y mal uso de fondos
públicos por parte de políticos, gobernadores, etcétera…”, concluye.
Lo
extraño era que no se fugara, dice Guillermo Fadanelli. Foto: efe
ALGUNAS PREGUNTAS AL “ESCAPÓLOGO”
HOUDINI
“Ahora
que un gran embaucador nos ha mostrado una vez más que no hay cárceles
impenetrables y que puede desaparecer con sólo tomarse una pastilla y con ella
pasar por la fina coladera de una regadera, nuestros gobernantes podrían preguntarle
ya no a expertos en seguridad, sino al gran Houdini, qué hacer, cómo resolver
las cuatro preguntas básicas de nuestro sistema de inseguridad pública”,
explica el doctor Arturo Alvarado, experto en temas de violencia del Colegio de
México (Colmex).
“La
primera pregunta ¿Cómo resolver todas las especulaciones en una explicación
plausible? ¿Cómo enfrentar la verdad sospechosa que reside no en la colusión,
la colusión, la complicidad, la oportunidad política postelectoral, sino
simplemente en la incapacidad de nuestro sistema de seguridad pública de
retener y procesar a un probable responsable de delitos que lindan en crímenes
contra la humanidad?
En
segundo lugar, precisamente, ¿qué pasó con la averiguación de los delitos del
gran criminal? Hoy, la organización delictiva que creó y recreó después de su
primera captura sigue operando, simplemente operando”, expresa el experto.
Las
estrategias de Houdini en la fuga del Chapo, según el especialista Arturo
Alvarado. Foto: Especial
¿QUIÉN GOBIERNA? ¿UN GOBIERNO
INEFICIENTE?
“En
las décadas recientes en la región de México y de América emergió un nuevo
grupo de empresarios violentos, criminales, con mayor capacidad que la de
muchos gobiernos para controlar territorios enteros, para controlar, azotar y
explotar poblaciones enteras. Los grandes cabecillas de las organizaciones
criminales crearon un mercado de violencia, de tráfico de armas, drogas,
mercancías ilícitas y tráfico humano. Hoy no sólo dominan el sistema de
justicia, también controlan grandes porciones del territorio y en muchos casos
imponen su propio gobierno ilegal, ilegítimo, esclavizador. Nuestro gobierno
representativo no tiene la capacidad y los recursos para enfrentarlos”, afirma
Alvarado.
“¿A
dónde vamos? Estoy seguro que la desazón ciudadana también es compartida por
buena parte de los servidores públicos honestos y capaces que han invertido su
vida, es más, han puesto su vida en riesgo, para crear un sistema que resuelva
nuestra crisis de seguridad, comenzando por el responsable del Poder Ejecutivo
Federal”, prosigue.
“Nuevamente,
más que pedir cabezas y comenzar a averiguar los posibles implicados
–necesario, pero no suficiente–, es tiempo de examinar en dónde están las
fallas del programa, en dónde re-comenzar y cómo trabajar hasta resolver esta
crisis y crear un Estado de Derecho. Ese es el camino”, asegura.
“Sin
dejar de consultar a Houdini, sugiero que el Gobierno escuche las voces de
varios grupos de expertos y organizaciones civiles y profesionales que trabajan
estos temas y forje una coalición ganadora con ellos, no con quienes nos han
llevado a esta crisis. Dejemos de buscar a Waldo en donde no está”, dice.
“Para
resolver estos retos propongo seis ideas. Empecemos por suspender el
desperdicio institucional y público de recursos y detengamos las violaciones a
los derechos humanos. Hagamos un examen de lo que no funciona, que no es
pequeño. Combatamos la corrupción y la impunidad dentro del sistema. Así como
era imposible escapar de esa cárcel, es impensable creer que no hay corrupción,
colusión y que nadie sabía nada. Pero también es posible encontrar una salida a
esta crisis”, explica.
“La
fuga muestra un desperdicio inaceptable de recursos públicos. Es inútil mejorar
la capacidad persecutoria y de captura que llevan a cabo las policías y las
fuerzas armadas con un alto costo en derechos humanos, si el sistema de
procuración de justicia y el de control carcelario no funcionan. El prófugo no
había sido juzgado y la supuesta red económica, social y política criminal que
creó no ha sido tocada.
A
pesar de la crisis humanitaria que nos explotó el año pasado no hemos sido
capaces de comenzar a reconstruir la procuración de justicia. Enfrentemos estos
problemas. Resolvamos los casos de Tlatlaya, de los desaparecidos Ayotzinapa y
de muchos lugares más. Diseñemos un nuevo programa de combate a las drogas”,
aconseja el profesional del Colmex.
“Tenemos
más de una década combatiendo una quimera con una política basada en prejuicios
ideológicos y no en un diagnóstico sobre la producción, distribución y consumo
de drogas; un examen realista y provechoso, responsable, respetuoso de los
derechos humanos. Diseñemos también un programa de reducción de los homicidios,
resolvamos el problema de las víctimas. Forjemos una procuración de justicia
capaz de hacer averiguaciones serias y consignarlas al poder judicial.
Mejoremos nuestras fuerzas policiales, para que protejan a la población, no a
un régimen de una oligarquía política ineficiente y corrupta”, concluye.
La
estructura del Estado es cómplice con el Chapo, según el periodista
estadounidense Jon Lee Anderson. Foto: Cuartoscuro
EXPLORANDO EL LADO PRÁCTICO
Para
el escritor y docente Alejandro Espinoza Galindo, explorando su lado práctico,
las preguntas que surgen en torno a la segunda fuga del “Chapo” Guzmán es ¿por
qué se fugó? ¿qué necesidad tenía de salir?
“Más
allá de la evidente libertad, preguntarse por qué lo hizo, creo yo, forma parte
de la “mitología instantánea” que la cultura popular produce alrededor de estos
personajes. Sobre todo en esta segunda ocasión, la imagen de ‘El Chapo’ se
refuerza y el sistema penitenciario se entiende cada vez más como un espacio de
resguardo temporal, con celdas de puertas giratorias para todos aquellos que
gozan del privilegio de la inmunidad”, afirma el Profesor-Investigador de
tiempo completo en la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma de Baja
California.
“Por
otro lado, también me llaman la atención todas esas impresiones que destacan
las cualidades de ‘El Chapo’ (sagaz, subrepticio, negociador, creador de
estrategias que pudieron haber salido del más reciente libro de administración
de empresas), y lo postulan como un héroe, un “bandolero bueno”, si acaso eso
existe o ha existido. Seductor y enamoradizo, salvaje y apasionado, querido por
muchos y perseguido por muchos otros más, no puedo más que considerarlo como la
clásica desafortunada leyenda del héroe que está por encima de la ley. ¿Es
aspiracional de ese carácter anárquico que todo mexicano lleva dentro? Quizás”,
se pregunta y se responde el autor de la reciente novela En tiempos de la
ocupación.
“Y
es que sigo sin entender plenamente la fascinación de la cultura mexicana por
el forajido, es como si toda esa realidad apabullante de violencia no emanara
directamente de personajes como él. A su vez, lo entiendo: a México le fascina
la ‘picardización’ de todos aquellos personajes y relatos de la vida diaria. Es
alternativamente nuestro peor mal y nuestro modo ingenioso de lidiar con la
desgracia y la desfachatez”, prosigue.
“Por
otro lado, ¿un golpe más al gobierno actual? No lo creo. Están demasiado
ocupados concretando los negocios que planearon desde que regresaron al poder,
que esta fuga difícilmente podrá ser un detonador de problemas más graves, aun
cuando se trata de un criminal de corte internacional”, concluye.
UNA ESTELA DE DOLOR Y MUERTE
“Más
que de la velocidad de nuestros ingenieroso de la ineficiencia de nuestras
prisiones de alta seguridad, creo que lo que pone de manifiesto este hecho es
(una vez más) que nuestro sistema está corrupto en todos los niveles y que
contra la corrupción nadie puede hacer nada. Gracias a este sistema ‘El Chapo’
pudo hacer su fortuna y llegar a donde llegó dejando a su paso una estela de
dolor y de muertes”, dice a SinEmbargo la escritora Guadalupe Nettel.
Coincide
con su colega y compatriota David Miklos, quien afirma que “en México la alta
seguridad es mínima y los viajes oficiales son escapadas. Algo así. ¿Qué le
dirá Hollande a Peña? ¿Chapeaux? Peor aún: ¿qué le dirá Peña a Hollande? No
puedo imaginarlo más que tartamudeando, con la cola entre las patas: es una
vergüenza. Y es imperdonable, como declaró Peña en entrevista con León Krauze,
hace no mucho tiempo. La corrupción es cultural, sí”.
“Pienso
que si no fuera una situación tan seria que pone en jaque al sistema judicial
entero y hace obvia la corrupción y la negligencia en la que se ve inmerso
México sería como una comedia de vodevil. Solo que los actores son quienes
conducen nuestro maltrecho país”, se lamenta la directora de la Feria
Internacional del Libro en Guadalajara, Marisol Schulz.
“¿Escape?
¡Noooo! ¡Le abrieron la puertita! Jajaja”, asegura la siempre provocadora
actriz y conductora de radio Marisol Gasé.
“’El
Chapo’ ‘construyó’ un túnel de 1.7 metros de altura, 80centímetros de ancho y
1.5 kilómetros. Eso son 2 mil 040 metros cúbicos de tierra. ¡Se requieren 145
camiones de escombro!”, apunta la integrante de Las Reinas Chulas.
UNA INMENSA NOVELA POLICIAL
“Confirmamos
que este país vive una inmensa novela policial que se ha vuelto una telenovela
tragicómica, muy a la mexicana, en la que todos somos extras que reciben a
veces su paga de 500 pesos y una torta por aparecer breves segundos. ¿A qué
guionista o espectador le hubiera parecido verosímil que un gran personaje este
tipo se fugara de una cárcel de alta seguridad dos veces?”, se pregunta el
escritor de Mazatlán Juan José Rodríguez.
“Sólo
a los que estamos acostumbrados a que el surrealismo sea cotidiano en un país
donde Kafka sería un autor costumbrista y Maquiavelo juez de barandilla. Dicen
que un recurso del guionista, sobre todo cuando una serie de tv se está
repitiendo, es plantear una situación totalmente absurda para que el ‘Writer
Room’ la resuelva creando una obra coherente y, por su origen, explosiva y
sorprendente. Veamos qué ocurre con esto o si seguimos asfixiados en el país
donde no pasa nada”, agrega el autor de La novia de Houdini.
“En
mi opinión, hay una profunda inverosimilitud en el reporte que da el gobierno
sobre la fuga, como un boquete en el área de regaderas de la celda, lo cual nos
sugiere que nunca revisaron ese lugar”, dice la periodista Sandra Rodríguez
Nieto.
“Lo
más grave es la señal de inmensa debilidad e impunidad que envía el Estado
mexicano. La detención, además, no había derivado en más detenciones, ni en el
inicio de averiguaciones previas sobre la red de protección con la que contaba.
Esta segunda fuga, en mi opinión, muestra de cuerpo entero la farsa que es en
México el combate al crimen organizado”, concluye la profesional de SinEmbargo,
nacida en Ciudad Juárez y autora del libro La fábrica del crimen.
Y CUANDO DESPERTAMOS EL CHAPO SE HABÍA
IDO
“Una
vez más nos encontramos ante una función del patético circo de nuestros
políticos como comparsas de los criminales y corruptos porque, ya lo sabemos,
han pasado a ser parte de la misma familia. Ante su cinismo y nuestra
indignación, cómo no tomar el escudo del humor de la zaga monterrosiana: Cuando
el dinosaurio despertó, el Chapo se había fugado una vez más”. dice la
escritora Ana Clavel.
“La
fuga del Chapo es parte de la tragicomedia mexicana. El regreso del PRI, que
muchos temíamos, se ha convertido en una galería de momentos absurdos.
Películas como La dictadura perfecta“ se quedan cortas; el guionista de Los
Pinos es más imaginativo y va de gag en gag, en un delirio grotesco y
surrealista”, afirma el escritor, crítico literario y periodista Alejandro Toledo
Oliver.
“Cuando
otros se indignarían con lo que pasa, a los mexicanos, que hemos vivido muchas
cosas así, ya nos causa risa la podredumbre. La corrupción está en todos; es el
santo y seña de nuestros gobernantes. En México cuando un empresario triunfa no
es porque venga de la cultura del esfuerzo, como diría Colosio, sino porque
hizo buenos arreglos políticos; y si un narcotraficante se fuga de una prisión
de alta seguridad, no es porque sea muy hábil sino porque repartió mucho
dinero. Solo aquí las cosas inexplicables tienen explicaciones muy claras”,
concluye el experto entre otros temas en la obra del escritor mexicano
Francisco Tario.
“Quien
se llame a sorpresa por esta fuga es que vive desconectado de la realidad del
país. Vivimos en un narcoestado; la economía, la política, la cultura han sido
penetradas por el crimen organizado. El gran negocio del crimen con todas sus
vertientes puede comprar cualquier voluntad, únicamente varía el precio”,
explica el escritor vasco radicado en Sonora Ismael Caneyada.
“Nuestros
políticos, nuestros empresarios se comportan como capos de cártel, únicamente
hay que recordar la fiesta de los diputados panistas en Puerto Vallarta.
Mientras no aceptemos esta realidad, seguiremos instalados en la demagogia, en
el discurso “de los hechos aislados”. La fuga del ‘Chapo’ confirma que este
cáncer ha hecho metástasis en todas las capas sociales y hasta que no
emprendamos una verdadera revolución ética, seguiremos siendo testigos de
hechos como éste que, si no escondieran una naturaleza tan siniestra, moverían
a risa”, concluye el autor de la reciente Hotel de arraigo.
LOS COLABORADORES INSTITUCIONALES
“La
fuga del ‘Chapo’ pinta perfecto el funcionamiento del crimen organizado: sin
colaboradores “institucionales” no iría a ningún lado. ¿Quién les facilitó los
planos del penal y la privacidad para hacerlo? No fue labor de una hora ni de
un hombre”, dice la escritora Carmen Boullosa.
“No
basta la ineficiencia de las autoridades para explicárselo. Es colaboración.
Hipotéticamente, su fuga sería un momento afortunado para indagar en el
funcionamiento del crimen organizado en México”, agrega la autora de Texas.
“Lo
único que se me ocurre decir, a bote pronto, en medio de la estupefacción, es
que si alguien necesitaba una prueba definitiva de que México es un estado
fallido, ahí la tiene”, escribe desde Barcelona a SinEmbargo el escritor
mexicano Juan Pablo Villalobos, el laureado autor de Fiesta en la madriguera.
“En
términos de imagen internacional (que es lo que más les importa), el Gobierno
de Peña Nieto es la selección brasileña y ‘El Chapo’ le acaba de meter 7
goles”, afirma.
“Ha de ser la leche dura de la Sierra Madre”,
comenta con ironía Álvaro Enrigue. Foto: efe
HA DE SER LA LECHE DURA DE LA SIERRA
MADRE
“Desde
la Independencia, el noroeste de México ha producido a los bandidos más
sanguinarios y carismáticos, los mejor dotados para hacer de su carrera
criminal un espectáculo. Pienso en el indio Gerónimo, en Pancho Villa. No sé si
la leyenda del ‘Chapo’ Guzmán vaya a alcanzar las alturas de los otros dos,
pero su destreza para dominar la imaginación de sus contemporáneos es idéntica
a la de sus antecesores”, dice desde los Estados Unidos, donde reside junto a
su esposa la también escritora Valeria Luiselli el autor mexicano Álvaro
Enrigue.
“Ha
de ser la leche dura de la Sierra Madre: nomás no se rinden. Y la historia se
repite, así que aguas. El gobierno mexicano le cedió a Gerónimo a los gringos
–se rindió en el Cañón de los Embudos, en Sonora, pero ante un general del
ejército de allá. Murió de viejo confinado en un campo de concentración dentro
de una base militar en Oklahoma– para entonces ya había pasado de ser el terror
del noroeste, a ser el animador principal de un equipo de beisbol de los
prisioneros de guerra llamado, predeciblemente, ‘Los Apaches’. A Pancho Villa
no lo extraditaron, terminaron llenándolo de plomo”, advierte.
“A
ver qué pasa ahora. Pero es una frivolidad revisar los valores literarios de
esta historia: lo que sigue es un baño de sangre espantoso”, concluye.
“La
fuga del ‘Chapo’ es el orgasmo de la orgía de ineficiencia administrativa
arrogante acoplada con la corrupción tradicional en efervescencia, orgía que
este gobierno ha ido convirtiendo en su huella en la historia. Pero siguen
erosionando fatalmente al Estado y al país”, opina el escritor Alberto Ruy
Sánchez.
“Ejercen
un yihadismo presupuestal desde el primer día de gobierno y lo van empeorando
cada día con arrogancia absolutista que
hace ineficiente hasta la seguridad y al mismo tiempo no tocan ni un ápice de
la estructura financiera del narco. Y no quieren ver el vínculo entre las dos
cosas. Avaricia los rebasa, Arrogancia los vuelve ciegos y sordos, Absolutismo
los hace creer y desear que los demás creamos como tontos su mitología y que no
les importe la seguridad de los ciudadanos”, prosigue.
“Una
y otra vez toman malas decisiones, una y otra vez dejan que la impunidad crezca
creyendo o simulando que no es importante y que no corrompe todo hacia abajo y
hacia los lados: los casos simbólicos de Romero Deschamps, de la red de
prostitución impune en el Distrito Federal, de las constructoras gigantes
comprando a los políticos que las contratan con casas blancas y similares, la
trama de corrupción total que hizo
posible los 43 y miles más, la corrupción del partidismo millonario, todo se
vincula por un hilo de oro y sangre con esta fuga que es un hecho terrible y a
la vez un símbolo de lo más profundamente podrido en el corazón de quienes
toman decisiones nefastas. Y creen que todo lo solucionan con teatros
insultantes, torceduras de la ley y despotismo mediático. La fuga del ‘Chapo’
corona lo de verdad hacen y que no quieren ver y no quieren que veamos pero que
a todos nos salpica veneno a los ojos”, concluye.
UN GOBIERNO TORPE, CORRUPTO, CÓMPLICE,
PEQUEÑO…
“La
fuga de Joaquín Guzmán Loera, El chapo, jefe de la organización criminal
Sinaloa, nos refleja el gobierno que tenemos: torpe, corrupto, cómplice,
pequeño, en medio de una crisis bárbara de gobernabilidad, vulnerable y en el
final de un sexenio que apenas lleva poco más de dos años. En el otro extremo,
está el narcotráfico y una de las organizaciones delictivas más poderosas de
México y el mundo, con un músculo efectivo, trepidante y audaz, hegemónico y
con una inmedible capacidad corruptora, que se alzan por encima del escenario
nacional y se ubica arriba, en el sentido jerárquico, del gobierno. El narco
manda en el país, está visto. No hay gobierno ni Estado ni ley”, dice el
periodista y escritor Javier Valdez Cárdenas, corresponsal de La Jornada en
Culiacán y reportero del semanario Ríodoce.
“En
Culiacán y buena parte de Sinaloa, antes de la medianoche del sábado y mucho
antes de que los medios de comunicación se enteraran, ya se festejaba la
evasión del capo. Hubo música en los barrios de la ciudad capital y las
comunidades rurales. La tambora –como llamamos acá a la banda regional-,
comida, bebidas embriagantes, balazos con armas de grueso calibre y drogas para
todos. Era la señal, muy clara, la enviada por el cinismo y la criminalidad:
volvemos, pero siempre hemos estado aquí”, afirma.
“Y
en medio de todo esto, la sociedad, los ciudadanos, el país. Qué país queda
luego de esta evasión, de estos operativos de búsqueda que no quieren encontrar
a Guzmán Loera. Dónde hay lugar para la esperanza, la justicia. Qué señal
enviamos, qué queda de nosotros y qué mañana nos espera si afuera, en la calle,
la plaza, el parque, no hay nada, solo casquillos tibios y botellas vacías de
Buchanans”, concluye.
“Desde
hace tiempo que la ficción domina mi sentido de realidad al vivir en este país.
Creo que, de entrada, necesitamos información. La superposición de capas de
realidad nos impide tener una posición respecto a muchos temas. La opinión
pública se debatía en si habían capturado o no al más buscado luego de 13 años
de persecución. Pero, entonces, si le hacemos caso a la mitad de la opinión
pública que pensaba que era un falso personaje, ahora qué tendríamos. ¿Se fugó
alguien que no era? Así, sin que nadie realmente pueda dar fe de algo (y eso es
lo terrible) no puede lograrse una descripción o una reflexión plena. Triunfa,
entonces, la ficción realista. ¿Qué ocurrió entonces? Lo que mejor podamos
entender. Lo que mejor podamos imaginar. Tendríamos que tomar la decisión de
si, con los elementos que tenemos, llegar a conclusiones que, claro, podrían
estar equivocadas; o quedarnos sin tener una posición al respecto porque, de
alguna forma que no alcanzo a entender, todo podría ser posible”, opina el
escritor poblano Jaime Mesa.
“Quizá
lo grave es que debido a la multiplicidad de posibilidades pocos, creo, pueden
tener un pie en la capa de realidad verdadera. Lo demás son hipótesis. Como
escritor, me sorprende todo lo que ha pasado. Como ciudadano, me desilusiona”,
expresa el autor de la reciente Las bestias negras.
“ES EN LO ÚNICO EN LO QUE COINCIDO CON
PEÑA NIETO”
“Creo,
de hecho, que es un tema que no debe suscitar demasiadas polémicas sino
demasiadas críticas. ¡El único tema, además, en el que estaré de acuerdo con el
inepto de Peña Nieto: es imperdonable que se les haya escapado! No sólo porque
se fugó de una prisión federal de alta seguridad sino porque todo el mundo
sabía que lo iba a intentar, tras haberse fugado ya una vez”, dice a SinEmbargo
el escritor Emiliano Monge.
“Aunque
pensándolo bien, la fuga del Chapo quizá sea una muy buena noticia para la
democracia mexicana, democracia a la que le urge terminar con la pantomima que
ha construido de sí misma. En ese sentido, la evasión del capo viene a
desenmascarar de un sólo golpe varias de las mentiras que ha contado el
gobierno federal: que se lucha cotidianamente contra el crimen y que esta lucha
se está ganando; que la era de los grandes capos y de los grandes cárteles ha
terminado; que la limpieza de los cuerpos policiales ya ha sucedido; que la
militarización de la seguridad pública ha servido para algo, y que el combate y
la prohibición de las drogas es mejor que la legalización”, agrega.
“En
fin, que de veras no creo que haya muchas diferencias de opinión con respecto a
esta fuga, de no ser las diferencias de opinión que seguro tendrán Osorio Chong
y Manlio Fabio Beltrones. O las que tendrán aquellos que no creen que uno deba
hacer bromas con estos temas y los cientos de miles de ciudadanos que no ven en
toda esta historia sino un chiste repetido mil veces. Y en ese sentido, ¿qué es
un chiste repetido mil veces, a cada cual más ácido, sino una verdad dolorosa,
negra y vergonzante?”, se pregunta el autor de El cielo árido.
(SIN
EMBARGO.MX/ MÓNICA MARISTAIN JULIO 14, 2015 - 00:05H)
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