domingo, 12 de octubre de 2014

TOMAN CONTROL DE CÁRTEL HIJOS DE AMADO CARRILLO


Una nueva generación de la familia Carrillo Fuentes tiene el control del cártel que lleva sus apellidos, al que refundaron como el “Nuevo Cártel de Juárez” (NCJ), por lo que la captura de “El Viceroy” no repercutirá en la estructura y funcionamiento de la organización, aseguró la periodista mexicana Anabel Hernández.

Julio César y Juan Carrillo Leyva, dos de los cuatro hijos de Amado Carrillo –fundador del cártel y quien murió en 1997–, asumieron el mando de la organización junto con su tío Alberto, el menor de los hermanos Carrillo Fuentes.

La autora del libro “Los Señores del Narco” dijo que los dos hijos de Amado ascendieron en la organización a través de “La Línea”, el brazo operativo del cártel en el estado de Chihuahua.

Lo anterior de acuerdo con un documento de inteligencia del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (Cenapi) de la PGR, al que tuvo acceso el año pasado.

Descartó que el cártel vaya a sufrir una crisis interna, grandes movimientos o brotes de violencia derivados de la detención de “El Viceroy”, quien de acuerdo con el mismo documento de la Cenapi ya había sido relegado en la toma de decisiones porque tenía serios problemas de salud.

Luego de algunos problemas de salud que había presentado Carrillo Fuentes, éste ya no era considerado en las toma de decisiones fuertes.

“De acuerdo con este documento Vicente ya no era el líder del cártel”, afirmó Hernández en entrevista telefónica con El Diario.

“El año pasado el líder era Alberto Carrillo Fuentes, alias ‘Betty La Fea’, hermano menor de los Carrillo Fuentes, junto con sus dos sobrinos Julio César y Juan Carrillo Leyva, hijos de Amado”, agregó.

La periodista explicó que en dicho documento ya no se menciona la organización como Cártel de los Carrillo Fuentes, sino como Nuevo Cártel de Juárez, porque es una nueva generación la que se encuentra a la cabeza del grupo.

Sin embargo agregó que el año pasado que difundió la existencia de este documento en un reportaje publicado en mayo en la revista Proceso, cuando ni siquiera las autoridades federales habían difundido la nueva estructura, la Policía Federal detuvo en septiembre a Alberto Carrillo.

“Es importante decir que Vicente, ‘El Viceroy’ ya no era el líder real, operativo, era un líder emblemático. Suena contraproducente, pero era el líder moral, el líder decano de la organización, pero por su estado de salud delicado, de acuerdo con lo que dice el documento, ya lo habían relegado en la toma de decisiones importantes su hermano menor y sus sobrinos”, dijo Hernández.

Detalló que desde hace unos años, Julio César y Juan, dos de los cuatro hijos que Amado tuvo con Candelaria Leyva y hermanos menores de Vicente Carrillo Leyva –quien fue detenido en abril de 2009–, tomaron el control del “NCJ” a través de “La Línea”.

“Ascendieron en el poder de la organización a través de La Línea y de su gente, en ese documento viene cómo se empieza a relegar a Vicente y La Línea empieza a tomar mucho el brazo armado violento del cártel, empieza a tener más hegemonía en la organización. Eso viene ocurriendo desde hace tiempo, no es que vaya a ser un cambio justo a raíz de la captura de Vicente”, detalló.

De acuerdo con el documento de inteligencia, “La Línea” fue fundamental para el Cártel de los Carrillo Fuentes en la defensa de la plaza en Ciudad Juárez durante largo tiempo y fue el brazo duro de la organización, por lo que los hijos de Amado subieron al poder y refundaron la organización.

De acuerdo con archivos periodísticos, el Nuevo Cártel de Juárez empezó a figurar en el escenario local y estatal después de la detención de José Antonio Acosta Hernández, alias “El Diego”, capturado en julio de 2011 en la ciudad de Chihuahua.

La aparición de la nueva organización se dio en mensajes en mantas y cartulinas firmadas con las siglas “NCJ”, que colocaron en distintos lugares y hechos ocurridos en Ciudad Juárez y Chihuahua.

Uno de los primeros mensajes de este tipo se observó en septiembre de 2011, cuando un hombre y dos adolescentes fueron detenidos por agentes de la Policía Federal mientras colocaban una manta en el exterior de una escuela en la colonia Independencia II.

Además, investigaciones realizadas por la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y autoridades estadounidenses le atribuyeron al “NCJ” el asesinato de ocho policías municipales en el segundo semestre de 2011, aunque en ese tiempo imputaron erróneamente el liderazgo a un hombre apodado “Tin Tan”.

Ante esa reestructura interna del Cártel de los Carrillo Fuentes, la periodista que también escribió el libro “México en Llamas: el legado de Calderón” consideró que la captura de Vicente Carrillo ocurre en el momento en el que ya no impacta en la operación de la organización ni en la violencia entre los cárteles.

“El gobierno captura ahora a Vicente Carrillo cuando ya no era una pieza clave para el funcionamiento del Nuevo Cártel de Juárez, era una pieza emblemática, pero ya no era el que hacía grandes negociaciones, los grandes cargamentos para compra de drogas, el gran operador para el trasiego de drogas hacia Estados Unidos, ya no tenía ese papel, porque de acuerdo con este documento su salud estaba muy menguada, ya no es una figura importante”, sostuvo Hernández.

De modo que ahora cree que el reto será para la nueva generación de líderes, Julio César y Juan, quienes deberán definir si mantienen la alianza con Los Zetas y los Beltrán Leyva, éstos últimos que, luego de la detención de Héctor Beltrán Leyva, ahora estarán bajo el control operativo de Fausto Isidro Meza Flores, conocido como “El Chapo Isidro”.

Anabel Hernández comentó que aun cuando este año trascendió que Vicente Carrillo estuvo en una reunión de narcos para tratar de hacer alianzas contra el Cártel de Sinaloa, su participación ya no fue como un líder operativo, sino como un líder moral, que puede sentarse a la mesa a hacer negociaciones, pero no operativas.

“Estamos hablando que hoy el Gobierno está capturando a los líderes, que hubiera sido genial que capturara entre 2006 y 2012, pero ahora, por desgracia, aunque siempre es importante que haya un criminal en la cárcel, no cambia el juego ni la violencia de los cárteles”, afirmó.

(Staff/El Diario)

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