ENSENADA.- Armados con machetes, piedras y
palos, encapuchados con paliacates con los colores de la bandera nacional o
pasamontañas, más de 200 comerciantes de la zona de La Bufadora impidieron el
desalojo ordenado por el Juzgado Séptimo de Distrito, a pesar de que la Policía
Municipal llegó con el actuario y estuvieron a escasos tres metros de
enfrentarse.
Con
barricadas hechas con llantas, trapos y piedras (rociados con gasolina) que
pusieron a lo largo de la carretera que da acceso al sitio turístico, los
comerciantes llegaron desde la madrugada para frenar el desalojo y, de hecho,
algunos de ellos contrataron a jornaleros agrícolas de Maneadero para que les
ayudaran a velar durante la madrugada y hacerle frente a las autoridades
durante la mañana de ayer.
Cerca
de las 08:00 horas agentes municipales dieron el primer recorrido por la zona,
revisaron desde la parte alta la situación que guardaba la gente atrincherada y
luego de unos minutos se fueron del lugar; los gritos de protesta se dejaron
escuchar entre los locatarios al ver la presencia de las patrullas e invitaban
al mismo tiempo a los asistentes a no alejarse del grupo, a permanecer unidos.
Mientras
los comerciantes se unían, los policías municipales, 200 en total, se
concentraban en Maneadero a la espera de nuevas órdenes, armados en su mayoría
con escudos antimotines y cascos para hacerle frente a los disturbios.
Dos
horas después se vieron 25 patrullas municipales bajar a toda velocidad hacia
La Bufadora, lo que provocó que los manifestantes se replegaran en los accesos,
enlazados entre los brazos y en filas de más de 50 columnas; al grito de “Viva
la Revolución”, “Viva Zapata”, los comerciantes no se movieron y esperaron a la
fuerza pública.
Vestidos
todos los policías con ropa de combate, de color negro, los primeros en bajar
fueron los grupos de Fuerzas Especiales, quienes llevaban los escudos
antimotines, mismos que ningún gobierno municipal en la historia reciente del
puerto los ha utilizado.
Al
ver a los uniformados, los manifestantes en lugar de sentirse atemorizados
empezaron a agarrar machetes, piedras y palos, al tiempo que rociaron piedras,
trapos y maderas con gasolina para prenderle fuego y hacer una barrera de
lumbre y humo a media carretera, la cual nunca prendieron, sino sólo quedó en
un amago por llevarlo a cabo.
Al
lugar acudieron el director de Seguridad Pública Municipal, Enrique Villarreal
Montemayor, funcionarios del Ayuntamiento y el actuario del Juzgado Séptimo de
Distrito, quien habló con el líder de los comerciantes de la Bufadora, Darvy
Batallar, y le hizo saber que serían desalojados del polígono que actualmente
tienen invadido, cuestionándolo además sobre la postura que habían tomado de
rechazo al ejercicio de la acción legal.
Darvy
Batallar respondió que la postura de los integrantes del grupo Pro Defensa de
La Bufadora era de lucha, de resistencia y de defensa, pero también de que se
reconstruya el diálogo, “no es posible que esta administración ‘Hiratista’
cuando tomó posesión habló de la importancia del diálogo para resolver los
conflictos sociales, pero desde el momento en que nos lanzan las fuerzas
públicas están mostrando que carece de operación política y que sus operadores
políticos no han sido eficientes, que el área jurídica del Ayuntamiento no ha
encontrado los elementos jurídicos suficientes para frenar este caso”.
“No
les permitiremos entrar, no permitiremos el desalojo con todo el respeto que
nos merecen, y si ustedes inician la gresca tendrán una respuesta”, dijo el
líder de los locatarios, a lo que respondió el actuario que ya los habían
apedreado cuando se dirigían al lugar, “lo que queremos dejar muy en claro que
este tema ya no es de diálogo, ya no es de política, es un tema jurídico, se
trata de acatar un mandato judicial”.
Los
policías municipales formaron una larga columna, más de 200 policías
municipales en menos de 3 minutos formaron tres columnas a la espera de entrar
en acción; luego del breve diálogo entre comerciantes y funcionaron los
policías empezaron a formar un bloque para hacerle frente a los comerciantes,
echando por enfrente a los que traían los escudos antimotines y en el caso de
los comerciantes ellos pusieron en frente a los más fuertes y jóvenes.
Luego
de gritos y amenazas, los municipales recibieron la orden de replegarse, de regresar
a sus patrullas y abandonar el desalojo, por lo que todos los comerciantes
rompieron en gritos de alegría, iniciando todos al unísono el himno nacional.
SE REQUIEREN MIL 500 PARA DESALOJAR
Por
la tarde, el gobierno municipal justificó en un comunicado que la Policía
Municipal se declaró imposibilitada para llevar a cabo el desalojo.
Enrique
Villareal Montemayor, director de Seguridad Pública Municipal, indicó que en el
lugar se encontraban alrededor de 800 locatarios y personas que se sumaron, armados
con machetes, cuchillos, piedras, palos y bates, mismos que formaron una
barricada formada con piedras y troncos de madera bañados con gasolina y
diesel.
El
funcionario comentó que al momento de que los elementos de Seguridad Pública se
acercaron a los locatarios, fueron recibidos con amenazas y actitudes de
provocación que ponían en riesgo la seguridad de las mujeres y niños que se
encontraban dentro del grupo de atrincherados, por lo que se decidió retirar a
las fuerzas municipales para evitar pérdidas humanas o lesiones.
Villareal
Montemayor comentó que dado que los elementos de Seguridad Pública fueron
superados numéricamente por los locatarios, se requiere de aproximadamente mil
500 elementos policiacos para llevar a cabo la diligencia en igualdad de
condiciones y con esto garantizar la seguridad de terceros.
Indicó
que para llevar a cabo esta ejecutoria de amparo es necesario el apoyo de
cuerpos policiacos de la Federación, y enfatizó que la dirección a su cargo no
cuenta con el número de agentes que se requieren para este evento.
En
el operativo realizado para tratar de cumplir con la orden del Juzgado Séptimo
de Distrito, participaron también Óscar Hernán de la Peña Ojeda, director de
Asuntos Jurídicos, y José Juan González Martínez, subdirector operativo de
Seguridad Pública Municipal.
(EL
MEXICANO/ Fernando ESCOBEDO CAMACHO / 23 DE SEPTIEMBRE 2014)
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