La
Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina, y dirigentes de las cooperativas
pesqueras de la presa El Comedero, denunciaron que la empresa minera Bacis ha
contaminado los ríos Los remedios, en el estado de Durango, y San Lorenzo, en
Sinaloa, lo que ha provocado que baje la captura de especies y padezcan una
raquítica situación económica y social.
En
enero del 2013 la mina Unidad El Herrero, de Grupo Minero Bacis, ubicada en la
zona alteña de Durango, rompió su presa de jales vertiendo alrededor de 300 mil
toneladas de residuos tóxicos al río Los Remedios, ubicado en esa entidad, lo
que contaminó también el río San Lorenzo, en el municipio de Cosalá, Sinaloa,
cuya causa pasa también por la parte sur del municipio de Culiacán.
Los
cooperativistas demandaron que se realizaran estudios para analizar la baja
producción que estaban teniendo los pescadores desde el 2009 y buscaron la
ayuda de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa),
Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y la Comisión
Nacional del Agua (Conagua)- pero los servidores públicos no les hicieron caso
y argumentaron que no contaban con los medios suficientes para hacer un estudio
de esa magnitud.
Los
productores y las cooperativas solicitaron el apoyo del Instituto de Ciencias
del Mar y en conjunto con el doctor Federico Páez llevaron acabo la
investigación. En junio se concluyó la segunda parte del estudio que se hizo
con muestras de agua y peces que se llevaron al laboratorio, y se encontraron
altos porcentajes de plomo, zinc y mercurio.
La
presa de jales sigue funcionando con un sistema nuevo, los residuos ya no son
líquidos; se han estado desechando los materiales tóxicos en pasta lodosa que
sigue contaminando el agua de los ríos que ha provocado hasta hoy la muerte de
cuatro personas, dijeron los inconformes, en una conferencia de prensa
realizada en esta ciudad capital.
Señalaron
que l panorama actual es complicado para las personas que viven en esta
comunidad ya que la producción se ha detenido por completo.
“No
podemos pescar si quiera para comer, no podemos vender y la producción no da ni
para la gasolina” dijo Jorge Zazueta Urrea, líder de una de las cooperativas
afectadas.
También
manifestó que están preocupados ante la posibilidad del desarrollo de
enfermedades derivadas de la alta toxicidad de las aguas de la presa El
Comedero; advirtieron que temen padecer cáncer de páncreas, hígado y colon.
Son
cinco las cooperativas que se encuentran sin trabajar, alrededor de 300
pescadores que llegaban a capturar alrededor de mil 500 toneladas al año. El
daño económico a estas comunidades es bastante significativo, en el último año
han perdido cerca de siete millones de pesos. Explicaron que anteriormente una
sola de las cooperativas facturaba cerca de 7 millones de pesos, y hoy las
cinco juntas no pueden alcanzar el millón y medio de pesos.
Las
comunidades afectadas son Mezcaltitán, La Ilama, Higueras de Jacopa, El
Ranchito y San José de Las Copas, todas ubicadas en Cosalá.
Gonzalo
Armenta, abogado representante de dichas cooperativas, señaló que se necesita
realizar otro estudio para cuantificar los daños económicos y ecológicos que ha
causado la mina.
Dijo
que interpondrán una demanda ante la Procuraduría General de la República (PGR)
contra el grupo minero por la reparación del daño provocado a los pescadores y
la restauración del ecosistema. Señaló que la mina Unidad El Herrero es la
productora número uno de oro en nuestro país.
“El
problema no se limita a contaminar el río, pueden contaminar el Valle de San
Lorenzo donde se produce tomate, chile, maíz. Un lugar donde siempre se ha
producido alimento sano se encuentra en peligro”, sostuvo Armenta.
(RIODOCE/
Melisa Moraila / septiembre 23, 2014)
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