Monclova, Coah.- Por motivos no esclarecidos, un hombre decidió acabar con su existencia en el baño de su hogar en la colonia Miravalle Cinco, donde se ahorcó atándose un cinto al cuello, siendo descubierto por sus familiares quienes llamaron a los números de emergencias.
El occiso fue identificado como Miguel Ángel Estrada Muñoz, quien
contaba con 27 años y residía en el domicilio número 471 de la calle
Paseo de las Violetas en el sector en cuestión, a donde arribaron
elementos de la Procuraduría General de Justicia del Estado para tomar
conocimiento del hecho.
En el lugar fueron abordados por el padre del suicida, José Homero Estrada Alvarado, de 61 años y con domicilio en Río Nazas 1509 del Fraccionamiento Aguilar, quien narró a las autoridades que desconocía el porqué de la decisión de su hijo.
Se conoció que desde hacía seis años estaba casado con Brenda Guadalupe Contreras Sánchez, y aunque aún no había conocido la dicha de ser padre criaba a los hijos de su hermana fallecida, los menores Aranza Dalai, de 7 años, Luis Gerardo, de 16 y Roberto Carlos, de 17.
Laboraba en un taller y apenas el día dos de este mes había celebrado su cumpleaños en una fiesta, donde nadie lo notó estresado, deprimido o con algún problema que pudiera desatar la fatal decisión, pues aunque el hombre había tenido problemas de dinero ya estaban resueltos.
Tras la entrevista, las autoridades dieron fe del deceso y procedieron con las diligencias correspondientes, llamando a una funeraria para que procedieran con el levantamiento del cadáver y se le practique la necropsia correspondiente.
En el lugar fueron abordados por el padre del suicida, José Homero Estrada Alvarado, de 61 años y con domicilio en Río Nazas 1509 del Fraccionamiento Aguilar, quien narró a las autoridades que desconocía el porqué de la decisión de su hijo.
Se conoció que desde hacía seis años estaba casado con Brenda Guadalupe Contreras Sánchez, y aunque aún no había conocido la dicha de ser padre criaba a los hijos de su hermana fallecida, los menores Aranza Dalai, de 7 años, Luis Gerardo, de 16 y Roberto Carlos, de 17.
Laboraba en un taller y apenas el día dos de este mes había celebrado su cumpleaños en una fiesta, donde nadie lo notó estresado, deprimido o con algún problema que pudiera desatar la fatal decisión, pues aunque el hombre había tenido problemas de dinero ya estaban resueltos.
Tras la entrevista, las autoridades dieron fe del deceso y procedieron con las diligencias correspondientes, llamando a una funeraria para que procedieran con el levantamiento del cadáver y se le practique la necropsia correspondiente.
(ZOCALO / Sergio A. Rodríguez / 10/02/2014 - 04:05 AM)
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