Madrid,
(proceso.com.mx).- El presidente Mariano Rajoy anunció hoy: “No voy a
dimitir ni voy a convocar a elecciones anticipadas”.
Como
consecuencia del escándalo de corrupción del caso Bárcenas, Rajoy
pretextó que se equivocó en confiar en su extesorero, epicentro de una
corrupción política mayúscula de España, que implica al Partido Popular
(PP).
“Me equivoqué al mantener la confianza en alguien que ahora sabemos no la merecía; me engañó”, pretextó.
Al
comparecer en el parlamento, cita a la que acudió orillado por el
escándalo político y por la mala imagen internacional que el caso le
acarrea, Rajoy pronunció el apellido Bárcenas luego de semanas de
evitarlo y salió al paso con un mensaje ofensivo, negando su vinculación
con él y tratando de acusar a la oposición de aprovecharse
políticamente del asunto y, con ello, de perjudicar el camino hacia la
recuperación económica del país.
También respondió que no se va a
declarar culpable, “porque no lo soy”. Y añadió, “no tengo constancia de
que mi partido se haya financiado ilegalmente”. Agregó que no es
culpable, “porque siempre acudí a Hacienda”, porque “no he hecho algo
que vaya contra la ética” ni vulnerado “el Estado de derecho, ni como
presidente, ni en ninguna otra responsabilidad”.
El mandatario
afirmó que todo el dinero que ha ganado fue declarado en Hacienda y eso
tiene “más valor” que “un papel arrugado escrito a mano”, en alusión a
los llamados “Papeles de Bárcenas”, que la prensa española destapó en
enero pasado, y que centran la instrucción judicial por la presunta
financiación ilegal del PP y los sobresueldos a su cúpula.
Se
remontó a 2009, cuando Bárcenas fue imputado por el caso Gürtel, la otra
trama de corrupción también ligada al PP y al extesorero, para señalar
que el juez “(Baltasar) Garzón le acusaba de haber cobrado comisiones
ilegales. Después supimos que la operación judicial venía acompañada de
una cacería en la que también estaban el juez instructor y el entonces
ministro e Justicia”.
Se defendió sobre sus declaraciones
cobijando al extesorero: “Di crédito a Bárcenas, era alguien de
confianza en el partido. Me fié de él y le apoyé, como apoyaría a
cualquiera que sufriera una persecución que yo creyera injusta. Me
equivoqué al confiar en una persona equivocada, pero no encubrí a un
falso culpable. Me engañó, lo tenía muy fácil porque yo no condeno a
nadie de manera preventiva”.
Asimismo, afirmó que “el PP no ha
llevado una doble contabilidad ni oculta ningún delito. Se han pagado
sueldos y remuneraciones complementarias al cargo, como en todas
partes”.
Sin embargo, Rajoy no entró en explicaciones sobre las
acusaciones contenidas en dichos papeles y corroborados en declaración
judicial –en los que contiene que él presuntamente recibió sobresueldos
por 320 mil euros entre 1997 y 2008— ni sobre los mensajes de SMS que
compartió con Luis Bárcenas entre 2011 y marzo de 2013.
Prácticamente
todas las fuerzas políticas de la oposición, en sus intervenciones,
hicieron hincapié en pedirle cuentas de esos mensajes de telefonía
móvil, porque persistieron hasta marzo del 2013, pese a que desde dos
meses antes, en enero del mismo año, la justicia de Suiza envió
documentación oficial al gobierno español en la que confirmaba que
Bárcenas tenía cuentas bancarias sospechosas en ese momento por 22
millones de euros –que después subieron a 48 millones de euros—.
No
respondió a ese cuestionamiento concreto, pero se centró en decir que
confiaba en la justicia, “dejemos que los jueces trabajen. Lo único
sensato que se puede hacer es dar tiempo al juez para que resuelva lo
que proceda. A él le corresponde establecer la verdad”, añadió.
Asimismo,
reprochó al PSOE y otros partidos de la oposición que la moción de
censura la usen con tintes de amenaza. “No me amenace señor (Alfredo
Pérez) Rubalcaba”, líder del PSOE. “No puede convertirlo en un
instrumento de presión”, “el Estado de derecho no admite chantajes”.
Por
su parte, el líder socialista Alfredo Pérez Rubalcaba esgrimió el
intercambio de los mensajes SMS entre Rajoy y Bárcenas. “Son los SMS de
un socio con otro socio que le puede poner en apuros”.
“Sus SMS
hablan por sí solos. Son el fiel reflejo de lo que ha estado pasando,
son los mensajes de un socio con otro, SMS que se prolongaron incluso
después de que se conocieran las cuentas en Suiza. Todos los españoles
sabían que Bárcenas era un delincuente fiscal y el señor Rajoy le seguía
mandando cariñosos mensajes”, remachó.
Por tanto, Rubalcaba
anunció que no retirarán la posibilidad de promover la moción de censura
y por tanto le exigió a Rajoy que dimita. “Tiene usted que marcharse,
señor Rajoy”, le dijo, por mantener su “resistencia” a enfrentar las
acusaciones.
Le reprochó al presidente que hayan ganado elecciones
con financiamiento ilegal. Le dijo que no se comporta como el
presidente de un país en crisis, sino como el presidente de un partido
que “ha crecido, ha vivido y ha ganado elecciones aupado por un sistema
de financiamiento ilegal durante más de 20 años”, dijo, y en el
coincidió, en su turno, Cayo Lara, secretario general de Izquierda Unida
(IU).
Asimismo, Rubalcaba le señaló al mandatario que la misma
policía, fiscales y jueces a los que criticó durante el gobierno
anterior, bajo el argumento de que habí un uso sectario de las
instituciones contra el PP –“no es una trama del PP, es una trama contra
el PP”, alegaba Rajoy—, pese a que es la misma autoridad que sigue la
instrucción del caso y a la que hoy el presidente del gobierno aplaude.
Izquierda
Unida pidió a Rajoy convocar a elecciones anticipadas y Unión, Progreso
y Democracia (UPD) exigió la dimisión del presidente Rajoy, otros
mantuvieron sus críticas, salvo el PP, que defendió con duros argumentos
al mandatario español.
/ 1 de agosto de 2013)
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