Ya no require tratamiento, pues su quiste fue benigno, pero mientras convalece seguirá una dieta blanda.
México • En cada pasillo, en cada escalera había al menos un soldado que resguardaba el andar de enfermos, médicos,
enfermeras, camilleros y visitantes. Seguridad al máximo para evitar
que alguien no autorizado pudiera escabullirse hasta la habitación del
principal paciente del hospital…
—A ver, dígame la verdad, ¿cómo estaba el ánimo del
Presidente? ¿Estaba asustado? —se le preguntaba a una soldado enfermera
en uno de los andadores del Hospital Central Militar. La mujer, sin
dejar su actitud marcial, no ocultaba su ánimo alegre.
—¡Estaba muy contento! ¡Estaba sonriente! ¡Aquí el Presidente está en su casa!...
La casa del Presidente, para la soldado, es la Secretaría de la Defensa Nacional. La sede del Ejército.
—¿Y se tomaron fotos con él?
—Nooo, cómo cree. No, no, no. Ni una. Bueno, hasta ahorita no…
Enrique Peña Nieto ingresó a las 6:20 de la mañana al lugar y fue
conducido a la Suite Presidencial. Ahí, en su habitación, le acompañaban
su esposa (arribó después de las ocho), sus hijos, sus hermanos y
Aurelio Nuño, jefe de la Oficina de la Presidencia. Ahí mismo recibía la
visita del anestesista Marco Antonio Chávez. A las diez de la mañana
fue bajado al quirófano 7. La intervención terminaba poco después del mediodía…
A las 12:36 el propio Nuño, el general de brigada y cirujano Fernando
Federico Arcaute, director del hospital; el general brigadier y también
cirujano Juan Felipe Sánchez Marle, otorrinolaringólogo y también
especialista en temas de cabeza y cuello, así como el médico personal
del Presidente, Rubén Drijansky, daban una conferencia de prensa en un
auditorio del hospital para informar que la operación, en la que
participaron siete personas, había sido exitosa.
Sánchez Marle detallaba que en el retiro de un nódulo tiroideo no
hallaron “ninguna evidencia de malignidad”, que la protuberancia era
benigna, por lo que no esperaban que el Presidente requiera un
tratamiento adicional. Vaya, que no había indicios de cáncer, por lo
cual no se requeriría quimioterapia. Eso sí, Peña Nieto tendrá una
sustitución hormonal tiroidea. El médico decía que no esperan que la voz
del Presidente esté afectada, ya que los cuatro nervios de las cuerdas
bucales fueron cuidados minuciosamente y están “intactos”.
Los rostros tensos de la mañana se tornaban relajados. Así las cosas,
todo en paz, ya se podía hablar de alimentos y bebidas. Este miércoles
el menú presidencial ha sido exclusivamente de líquidos, mañana jueves
tendrá dieta blanda, y posteriormente ya una dieta normal, pero sin
alimentos muy duros, como “chicharrón”, bromeaba el doctor Sánchez
Marle.
A las 14:13 el propio Presidente tuiteaba: “El nódulo tiroideo me ha
sido retirado. La cirugía fue exitosa y ya me recupero en mi
habitación”. Un minuto después, tecleaba: “Mi agradecimiento y sincero
reconocimiento al personal médico del Hospital Central Militar”. Tres
minutos después, a las 14:17, ponía en Twitter: “Los doctores sugieren 4
días de descanso, durante los cuales, sostendré reuniones de trabajo
privadas”.
Nuño decía que el Presidente prácticamente no había dejado de ejercer
el poder: “Es como si hubiera ido a dormir. Ahora mismo ya está al
tanto y al frente”. Así que en el Hospital Central Militar convalecerá
dos días el Presidente que no tenía malignidad, que conservará su voz,
pero que por ahora no comerá chatarra…
(MILENIO/Juan Pablo Becerra-Acosta/ 1 Agosto 2013 - 2:40am)
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