La
arbitraria detención del joven creador Christian Saucedo por parte de
uniformados estatales tras cenar con sus colegas del jurado, en el
pasado Festival de Cine en Durango, empañó el encuentro. Las autoridades
niegan las acusaciones de Saucedo, pero los videos mostrados a Proceso
para justificar su captura no resultan convincentes. Se recoge además
una entrevista con el cineasta duranguense.
DURANGO, DGO.
(Proceso).- Mientras fungía como jurado del Quinto Festival de Cine
Mexicano, el reconocido artista visual Christian Saucedo fue detenido y
torturado por policías municipales, pero las autoridades gubernamentales
y Seguridad Pública de esta ciudad niegan la agresión.
Saucedo
enseña a este semanario las marcas de las esposas en sus dos muñecas y
asegura que “las pruebas están en mi cuerpo” y, además, “están los
testigos” por lo cual lamenta cómo ha sido manipulado su caso:
“Es ridículo caer en este círculo vicioso de ‘No, no es cierto eso…’”
–¿Le hicieron daño físicamente?
–Me
electrocutaron y me esposaron. Por fortuna, en la patrulla logré sacar
como pude mi celular y le pedí ayuda a Christian Sida Valenzuela,
coordinador adjunto del Quinto Festival de Cine de Durango. Y a otra
amiga…
Nacido en esta metrópoli, Saucedo estudió arquitectura en
el Instituto Tecnológico de Durango, y maestría en Artes Visuales por la
Academia de San Carlos ENAP-UNAM y la Escuela Superior de Arquitectura
de la Universidad de Sevilla, en España. Su obra e investigaciones se
ligan al concepto arte-espacio, la arquitectura y la tecnología digital.
Ha expuesto en varios lugares internacionales, como el Centro Cultural
de España en México y el Chicago Art Department de Estados Unidos.
El caso Saucedo
Después
de una cena el sábado 8 de julio con el resto de los jurados del
Festival (el documentalista Everardo González, el productor y guionista
Édgar San Juan y Andrea Stavenhagen, directora de Industria del Festival
Internacional de Cine de Guadalajara), Christian Saucedo se dirigió a
su taller donde preparaba la instalación Tempogeometrías uno. Redes, que
a los dos días presentó en la clausura del encuentro cinematográfico.
Salió del estudio cerca de la una y media de la madrugada en bicicleta rumbo a casa de sus padres, dispuesto a descansar.
–¿Qué sucedió aquella madrugada del sábado 8?
–Crucé
en bici la esquina de las calles Aquiles Serdán y Zaragoza, cuando una
patrulla me cerró el paso. Al no detenerme como lo pidieron, se bajó un
policía y me tumbó, me esposaron y pegaron por la espalda. Primero
fueron dos policías y luego llegaron otros dos en otra patrulla.
“Uno
de estos últimos policías fue quien me dio los choques eléctricos y
después, una camioneta cerró la calle para que ningún coche circulara
por ahí.
Luego me llevaron a los separos. Después de una llamada
de algunos de mis amigos, quienes les explicaron quién era yo y que
estaban equivocados, fue que me tomaron mis datos…”
Lo tuvieron detenido alrededor de una hora y media.
–En los separos, ¿le dijeron por qué lo detuvieron?
–Los policías argumentaron que por falta de respeto a la autoridad.
El
domingo 9, en la ceremonia de clausura del Festival, el destacado
cineasta Everardo González presentó una protesta sobre el caso Saucedo
firmada por todo el jurado. La misiva, dirigida a Adrián Soria Ramírez,
presidente municipal de Durango, expone:
Las detenciones
arbitrarias son una violación a los derechos humanos de los ciudadanos y
tienen un nivel alto de gravedad porque minimizan o cancelan
completamente las posibilidades de defensa jurídica del detenido y son
un catalizador para otros delitos, como la tortura, la desaparición
forzada, el abuso de autoridad y lesiones, la privación ilegal de la
libertad o la seguridad jurídica. Los miembros de este jurado demandamos
de manera enérgica que se castigue a los responsables y a los
implicados en la detención de Saucedo.
Ahí, Rubén Ontiveros
Rentería, director del Instituto de Cultura del Estado de Durango (quien
acaba de signar un convenio con el Conaculta para que la cultura
“participe de manera más activa en la promoción de los derechos humanos y
la prevención social del delito”), recomienda “cerrar el capítulo,
deslindar responsabilidades, que el presidente municipal platique con
las partes involucradas y mediar de la mejor manera”. Pero nada ha sido
así.
La Dirección Municipal de Seguridad Pública manifestó en un
comunicado que la detención del artista “fue con apego a derecho, luego
de negarse a una revisión de rutina y tras asumir una actitud agresiva”.
Niega la versión de Saucedo y agrega que los policías fueron tratados a
golpes y empujones por el creador. También el gobierno municipal
justificó en un comunicado los actos hacia Saucedo, quien a su vez
explica:
“Según ellos, hubo influyentismo de mi parte, y no, nada de eso hubo.”
El
lunes 10, Saucedo se reunió con el secretario municipal Sergio
Torrecillas y con el escritor Jesús Alvarado Cabral, director del
Instituto Municipal de Arte y la Cultura:
“Me decían que están en
la mejor disposición, primero para salvaguardar mi integridad física, mi
salud, después de estos acontecimientos, y, segundo, se comprometieron a
dar un castigo correcto a esas personas. Pero al mismo tiempo la DMSP
ofreció una conferencia de prensa para justificar todos los actos de
violencia y la forma de actuar de sus elementos.”
El asunto,
añade, es que les pareció sospechoso, “entonces todo cayó en una
contradicción porque mientras que el presidente municipal por medio de
su gabinete me estaba ofreciendo disculpas y todo su apoyo para que se
aclararan los hechos y se aplicaran los castigos, la policía decía otra
cosa”.
Ese lunes 10, el autor de la instalación Acto amoroso fue
acompañado por personal del secretario municipal a la Dirección de
Asuntos Internos de la Secretaría de Seguridad Pública, a interponer una
denuncia por abuso de autoridad (“ahí me hicieron otro examen médico,
se comprobaron las huellas de choques eléctricos en mi estómago y
moretones, y levantaron el dictamen correspondiente; el martes 11 fui
por la mañana a ratificar esa denuncia, y el viernes 14 fui a Derechos
Humanos”).
El miércoles 12, de las 20:00 a las 22:00 horas, hubo
una marcha con más de 60 personas en bicicleta vestidas de blanco y
portando una bandera blanca, las cuales recorrieron el centro histórico
de Durango y protestaron contra la agresión al artista.
Según
Alvarado Cabral, “es lamentable el suceso que vivió Saucedo” y “hay que
atender este problema que a todos se nos puede presentar”.
Saucedo
intervendrá en los festejos del 450 aniversario de la ciudad de Durango
con dos esculturas: una fija para conmemorar el lugar donde se fundó la
ciudad, el 8 de julio de 1563, y otra que expondrá sólo cinco noches.
Contradicciones
En
entrevista, Aarón González, director de Comunicación Social del
Municipio de Durango, desmiente a Saucedo, y envía a Proceso videos, sin
audio de cuando el creador baja de la patrulla y entra a la recepción
de los separos.
Luego cuando le hacen su examen médico y enseguida
cuando es llevado a la reja; se ve a Saucedo detenido (estuvo allí
cerca de hora y media), y su salida. Sin embargo, no envía cintas de
cuando fue interceptado por los policías, en el sitio de la agresión. En
entrevista, González se escuda:
“Tenemos esos videos donde
Christian ingresa a los separos, y se le ve bien. Ahí, el médico le
pregunta si tienen algún golpe y dice que no.”
También envía una certificación médica, la cual no resulta legible.
Se le cuestiona si el creador necesitaba ir semi desmayado o medio muerto para que le creyeran que fue torturado, y responde:
“No,
pero todos lo conocemos bien. Trabajó en el área de comunicación hace
algunas administraciones, es delgado, y si hubiera recibido un golpe se
hubiera quejado. Llegó esposado y pide (sic) que le quiten las esposas,
pero como iba muy agresivo, no lo hicieron…”
La contradicción es
que en los videos siempre se le ve tranquilo. De nuevo argumenta
González que “no fue golpeado y lo prueban dos exámenes médicos, el de
cuando llegó a la delegación en la madrugada y el que se le aplicó
cuando interpuso su queja ante el departamento de Asuntos Internos”. En
este último, acepta, “en sus hombros se observan algunas marcas de
cuando los policías lo tratan de controlar y lo toman de ahí, es todo lo
que tiene.”
–¿Y las huellas de las esposas que mostró a esta reportera?
–No se notificaron, porque no se le veían ningún rastro.
–¿Por qué lo detuvieron?
–En
el centro histórico de Durango hay muchos reclamos de los comerciantes
por robos a autos y exigieron que hubiera más vigilancia y se
incrementó. Los rateros andan en bicicleta, hacen el atraco y se van por
las calles en sentido contrario, y la policía ya no los puede seguir.
“Lo
que sucedió con Christian fue que no es común ver en la madrugada a
ciclistas, entonces los policías le marcan el alto para hacerle una
revisión preventiva, por la cuestión de que hay robos, y contestó, según
los policías, ‘¡Ah, chingao! ¿Por qué me voy a detener, si yo no hice
nada?’, se da a la fuga y a los policías se les hace sospechosa su
actitud; lo alcanzan, lo toman de la bicicleta, y el artista se molesta.
“Le
piden la revisión y se resiste: ‘¡No saben con quién se están
metiendo!’, dice, empieza a forcejear y a lanzar algunos golpes a los
policías. Fue detenido por agresión a los policías, falta administrativa
que se sanciona.”
–¿Y le aplicaron choques eléctricos?
–No.
–El artista Saucedo así lo asegura…
–No
le puedo asegurar, es un arma que está prohibida en los cuerpos de
seguridad de Durango (sic), por eso el presidente municipal los separó
de sus cargos. Christian no demostraba quemaduras en el cuerpo. Cuando
se le hace la segunda revisión médica no quiso despojarse del pantalón
ya que argumentaba que cerca de los genitales le aplicaron una descarga
eléctrica.
En 10 o 15 días será la resolutiva, informa el artista
quien acongojado asegura de nuevo que, en efecto, “fui violentado con
choques eléctricos”.
/ 20 de junio de 2013)
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