Agencia AP
Cleveland— Los
fiscales podrían pedir la pena de muerte contra Ariel Castro, el hombre acusado
de secuestrar a tres mujeres en su casa durante una década, después de que la
policía lo acusara de embarazar a una de las jóvenes y hacerla abortar al menos
cinco veces golpeándola en el vientre y haciéndole pasar hambre.
Las espeluznantes
acusaciones estaban incluidas en un reporte de la policía que también señala
que otra de las mujeres, Amanda Berry, fue obligada a dar a luz en una piscina
infantil de plástico.
Timothy McGinty,
fiscal del condado Cuyahoga, informó el jueves que su oficina decidirá si
presenta los cargos de asesinato agravado que se castigan con la pena de muerte
en relación con los embarazos que terminaron a la fuerza.
"El castigo
capital debe reservarse para aquéllos crímenes que son verdaderamente el peor ejemplo
de la conducta humana", señaló. "La realidad es que todavía hay entre
nosotros criminales brutales que no tienen respeto por la ley ni la vida
humana".
McGinty dijo que
Castro será acusado por cada acto de violencia sexual y otros delitos cometidos
contra las mujeres, sugiriendo que podrían ser cientos, sino es que miles.
Otros detalles del
reporte policial señalan que Berry, ahora de 27 años, dio a luz a su hija,
ahora de seis años, en una piscina de plástico dentro de la casa y que nunca
visitaron a un médico durante el tiempo que estuvieron secuestradas las tres
mujeres.
Michelle Knight,
ahora de 32 años, dijo que sus cinco embarazos terminaron cuando Castro la
golpeaba "repetidamente en el estómago" y la dejaba sin comer al
menos dos semanas.
En tanto, un juez
ordenó el jueves que Castro permanezca detenido y le fijó una fianza de ocho
millones de dólares.
El ex chofer de
autobús escolar de 52 años se encuentra en la cárcel bajo vigilancia con el fin
de evitar un posible suicidio. Enfrenta cargos de secuestro y violación.
Durante la breve
audiencia para fincarle cargos formales, Castro intentó ocultar su rostro,
metió la barbilla debajo del cuello de la camisa y pareció cerrar sus ojos.
También firmó algunos documentos con las manos esposadas.
No habló ni presentó
una declaración formal.
Kathleen DeMetz, su
defensora de oficio, no hizo comentarios sobre su culpabilidad o inocencia ni
presentó objeciones.
Castro está detenido
desde el lunes, cuando Berry, que tenía 16 años el día que desapareció, se
escapó de la casa donde la retenía y llamó al teléfono de emergencias. La
policía encontró a las otras dos secuestradas en el interior.
Las mujeres
desaparecieron entre 2002 y 2004, cuando tenían 14, 16 y 20 años.
Los investigadores y
un concejal municipal informado del caso dijeron que las mujeres sólo podían
recordar haber salido de la casa un par de veces en la última década, que
aparentemente estaban atadas con cuerdas y cadenas, y que fueron abusadas
sexualmente y sufrieron abortos.
Berry y Gina
DeJesús, de 22 años, ya están en sus casas desde el miércoles con sus familiares,
mientras que Knight se encuentra en buen estado de salud en un hospital de
Cleveland.
Pedro Castro, de 54
años, y Onil Castro, de 50,
hermanos de Ariel
Castro, fueron arrestados, pero posteriormente absueltos de haber participado
en el caso de secuestro.
Arlene Castro, hija
de Ariel Castro, habló el jueves en la televisora ABC. Entre lágrimas, dijo
estar avergonzada y devastada tras enterarse del presunto papel desempeñado por
su padre en los secuestros. Arlene estaba con DeJesús en 2004 justo antes de
que ésta desapareciera.
"Me gustaría
decir que lo lamento mucho, mucho", afirmó. "Realmente quiero verte
Gina, y quiero que conozcas a mis hijos. Lamento muchísimo todo".
(EL DIARIO DE JUAREZ/ Associated Press | 2013-05-09 |
19:56)
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